En esta vida y en estos momentos donde vivimos atolondradamente expuestos a vanidades, donde estas inmodestias a veces nos encontramos con personas que conforme va pasando y vamos conociéndolos con el tiempo, pasa que, estas reflexiones nos preocupan de manera insalvable, toda vez que en este caso en el que me ocupo es solamente en una persona concreta, donde le conocemos hasta la saciedad, nos tiene, al menos a mí, con un hartazgo de una catadura irresponsable, a veces con una locura que, por mucho que reflexiono sobre ella, me invade diciendo que tenemos que reflexionar todos.
En este caso, no se puede dar una exhortación, es muy particular el mío que no me basta con cavilar sobre este sujeto, concretamente el exjefe en funciones del gobierno de España. mis conocimientos en psicología no me agredan ni una pizca para nada, pero mi reflexión sobre esta persona que aludo, la tengo prejuzgada y calificada desde hace bastante tiempo.
Una persona puede agredir en un momento dado, pero constantemente no, hay palabras ni conocimientos para dejar en el anonimato tantas reflexiones para examinarlo. Este inapreciable ser ha perdido toda reflexión para ajustar sus procedimientos y operaciones, ordenamientos que hemos visto desde hace mas de cuatro años cuyo poder inalterado e enfermizo, está dejando a España, ya lo he dicho desde hace bastante tiempo, traición con perjurio de todo tipo, incluso no creo que haya persona, psicológicamente hablando, que le ajuste algún malestar en su cabeza, ya que si una persona sabe lo que está haciendo y labrando desde hace tiempo contra su propia nación, que venga y me diga que estoy equivocado.
Siempre he dicho que, este insensato debería ir al médico de los locos, puesto que su demencia no es una locura pasajera en la que se le podría añadir que le afecta a su personalidad social. Si una persona entra en cualquier trabajo que se aprecie lo bastante significativo, le hacen constantes exámenes médicos a su personal, en cuanto mucho más a los dirigentes políticos que quieren dejar la nación en manos de delincuentes, de separatistas y sediciosos para llevar de una manera inmejorable, digo examen psiquiátrico, y optimo punto de vista a una nación entera. En este caso que se alumbra mucho más, este ser esta enredando y mezclando churras con merinas con personas y dejarlas en manos de un, por decir algo, de un manirroto, derrochador y prestamista, jugando con una nación entera. Sin comprender como está agarrado a esa ley que mira para otro lado. A esa ley que sigue tapándose los ojos.
Reflexión, reflexionemos, reflexión que sigo ajustándola a mi entender que, creo que hay muchos paisanos que, como yo, han estado reflexionado desde hace mucho tiempo a este insano ser que debería ir al médico para que se hiciera un buen control médico, no de una especialidad, sino de todas, incluida la psiquiatría y la `psicología. Esta es mi reflexión que hago. Reflexión que la celebraría que la hicieran todos los españoles, del contrario, podría pensar que el loco soy yo. Hay que recordar una cosa más, es que yo no soy el que gobierna España, soy un hijo de ella, la que me enseño a ver las condiciones y situación en que se encuentra nuestra nación, la que este mísero ser, la está destruyendo y aniquilándola con el beneplácito y venia de todos. Pues reflexionemos, no sobre lo que he expuesto aquí, sino reflexionemos que ya es tarde. Demos tiempo al tiempo y veremos que vuestras deliberaciones llegan tarde. Aunque, a decir verdad, hay muchas clases de locura mental. Hay una que tiene la notoriedad de un trastorno neuro desarrollado por una escasez de maduración de ciertas personas desde la infancia. Demos tiempo al tiempo, aunque, a decir verdad, vuestras deliberaciones llegarán tarde. La locura es un cierto placer que solo el loco conoce.
Seis años llevamos unos cuantos alertando de que ese ser es un psicópata de libro. Muchos políticos (¿una mayoría?) lo son, pero en el caso de este lo rezuma por cada poro.
La psiquiatría no es una enfermedad mental, es una condición, un rasgo de personalidad. Pero puede ser detectada y certificada por profesionales de la neuropsiquiatría y la psicología.
El WEF selecciona a sus “jóvenes líderes mundiales” con la psicopatía extrema como requisito principal. No puedes poner a un ser a arrasar deliberadamente cada país, malvender y destruir sus recursos, abrir las puertas para que sean invadidos masivamente por salvajes que los borrarán del mapa, asesinar y enloquecer literalmente a su población con “medidas sanitarias”, destruir a su juventud, destruir su infancia, etc, sin correr riesgos de que titubee o lo paralicen los temores y los remordimientos si no eliges cuidadosamente a los ejemplares más psicópatas y amorales.
El problema es nuestro sistema, que obliga a pasar exámenes para ser bedel y celador, y pone CERO requisitos para entrar a “dirigir” la nación, como presidente o diputado. Así, por la dinámica natural de la vida, en la que el más HDP es el que tiende a escalar y dominar sin ponerse límites, las instituciones “soberanas” (soberanas basuras) son un hervidero de psicópatas y cocainómanos. Y esto puede y debe cambiar. Pero de momento no hay visos porque las leyes y reglamentos los determinan ellos.
*la psicopatía no es una enfermedad mental