Soy jurista, y pecaría de cobarde si no dijera en público lo que pienso en privado sobre la situación de España, camino del matadero, y del desguace de la historia.

Un hombre totalmente desequilibrado, yo diría que trastornado, que solo piensa en sí mismo, y debería estar en un frenopático, Pedro Sánchez, está pergeñando un golpe de estado contra la Constitución, con la ayuda de Yolanda Díaz, en el papel de alcahueta y mamporrera.

Se va a cambiar la Constitución sin seguir los procedimientos establecidos en la propia Constitución, por la gatera, con la ayuda de Conde-Pumpido y sus mariachis, colocados en el Tribunal Constitución, precisamente para ello.

Quiero pensar que la sociedad, que no ha estudiado Derecho, no se entera, o es tan pusilánime que no se atreve a decir nada…

Pero no es mi caso.

Seguiré luchando, si hace falta solo, y hasta la derrota final, contra los enemigos de la religión católica, y de España, Patria común e indivisible de todos los españoles.

¿Cabe mayor miseria moral que arrodillarse ante un prófugo de la Justicia para que éste imponga sus condiciones, a cambio de siete miserable votos…?

Mientras tanto, el coro de medios de desinformación e intoxicación informativa, fuertemente subvencionados, y de tertulianos a sueldo, siguen clamando el relato que desde la Moncloa se les dice, como manual de instrucciones: que todo es posible “dentro” de la Constitución: la amnistía, el referéndum separatista, y lo que haga falta.

Ahora comprendo aquella acertada frase de una periodista: “No le digas a mi madre que soy periodista; ella piensa que trabajo de puta en un burdel”.

Y se “interpreta” la Constitución a gusto del consumidor, emulando aquella frase de “traductore, tradictore”.

Un tal Feijóo, muy conocido en Galicia, a donde espero que vuelva lo antes posible, habla del “encaje” de Cataluña en España, exactamente igual que el PSOE.

Siempre he pensado que el  PP y el  PSOE son las dos caras de una misma falsa moneda, que nos lleva al NOM y a la Agenda 2030.

 Los hechos son tozudos, y confirman esa tesis.

 

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Ramiro GRAU MORANCHO es Graduado Social (Premio Extraordinario), Licenciado en Ciencias del Trabajo y Abogado. Profesor de Derecho del Trabajo y Seguridad Social, Derecho Penal y Administrativo, en varias Universidades, Públicas y Privadas. Ha publicado treinta libros sobre temas jurídicos y sociales, y miles de artículos en prensa, diarios jurídicos y revistas especializadas. Tiene un blog, titulado Navegando Contracorriente, y sus libros se venden en www.graueditores.com Es Académico Correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España.

10 Comentarios

  1. Desgraciadamente, cada país tiene el gobierno que merece…
    Y España no iba a ser una excepción.
    A una nación de borregos, un gobierno dictatorial.

  2. Dice vd profugo de la Justicia.
    Y yo le pregunto ¿de que Justicia? porque si llamamos a esta basura Justicia entonces es que no nos hemos dado cuenta que el golpe de Estado ya se ha dado. Estos señores ya no tienen jurisdicción, a Puigemont me temo que lo juzgará el Pueblo como a todos no estos prevaricadores que con la ley en la mano lo son y los que no lo son tambien forman parte de esta Mafia. Como no empecemos a deslegitimar esta falsa justicia mal vamos.

  3. Normalmente a lo largo de la historia sólo unas pocas personas tienen la capacidad, la determinación y el coraje de enfrentarse a la autoridad.
    No es nuevo.

    En España pasa lo mismo.
    Sólo unos pocos.

    Pero esos pocos españoles, ojo con ellos.

    Cuando toque pelear saldrá nuestra rabia.
    Yo ya l dije en su día. No me pongo bozal. Me quede sólo y perdí el trabajo, pero no me lo puse. Lo mismo con la vacuna.

    Cuando haya salir saldremos todos.
    Seremos pocos, pero cuidado con esos pocos.

  4. ¡Dios le oíga!

    Yo también soy de “esos pocos” que, posiblemente, somos más de lo que creen los mierdas que nos mangonean y roban, destruyendo España, y el futuro de nuestros hijos y nietos.

  5. En España se hacen farsas de escrutinios generales (no se suman los votos de las actas). Sin escrutinio general el gobierno es ilegal. Todos los líderes de los partidos parlamentarios están en el ajo masónico y nos traicionan

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