Se va mi generación, la mía. La mejor sin duda porque o iba a ser menos que las demás, pero se va…
Se va una generación que fue a la escuela con una maletita de cartón piedra, un plumier de madera que se atascaba, con un lápiz y una goma, un cuaderno de dos rayas, un pizarrín y con mucha suerte una caja de lápices de colores Alpine, con los que empezamos a pintar de colores una vida que venía del blanco y negro.
Se va una generación que salió de la escuela con más de un reglazo en la palma de la mano, pero con los pies firmes en el suelo, una memoria prodigiosa curtida en tiempos y modos verbales, reyes godos, preposiciones y pruebas del nueve…y con una imaginación desbordada porque todo había que imaginarlo, y cuando salíamos de la escuela ya sabíamos de sobras que el camino no iba a ser fácil.
Las tardes eran para estudiar un ratito y repasar lo que habíamos aprendido en clase, solos, sin nadie que nos hiciera un esquema o un subrayado porque el padre estaba trabajando, mientas la madre, planchaba, zurcía calcetines con el huevo de madera o preparaba la cena.
Las actividades extra escolares eran verdaderamente extraordinarias, porque eran libres, sin más control que la acera de la calle a lo largo y a lo ancho que el cielo raso, ni mas ruidos que las voces de la chiquillería, el ladrido lejano de un perro llamado “callejero”, ni más películas fantásticas que el vuelo rasante de las golondrinas.
Los “kikes” nos lo daban los amigos con la palma de la mano abierta, mientras corríamos por las cuatro esquinas, saltábamos en las redes de las tanganas al grito de “pídola” sentíamos un gusanillo moverse en el estómago acurrucados en el escondite al caer la tarde…o esa aventura sorprendente qué consistía en cruzar el río en barca y que el barquero nos dijera que las niñas bonitas no pagábamos dinero… Y así cada una empezábamos a soñar ya con nuestro particular barquero.
Una generación que forraba los libros con papel azul porque tenían que servir para otras generaciones, que empapelaban cartapacios con postales de Paul Anka , el Adán y Eva, la penetrante mirada del enigmático James Dean bajo el sombrero tejano o el contundente glamour de las curvas de Marilyn Monroe…
Una generación que dejó de llorar con los tangos de Gardel ya a moverse al ritmo del Twist and shout, al mismo tiempo que se movían los flequillos de los melenudos Paul, Ringo, John y George. Una generación que siguió bailando, agarrados ya, en los “guateques” con las manos en la cintura como nos invitaba la melosa voz de Adamo… mientras empezábamos guardar en latas de Colacao y para recuerdo los cuentos, de hadas, las aventuras de Florita o las desgastadas canicas de barro y cristal, cansadas ya de rodar por el fango de la vida.
Una generación que soñaba con princesas y vestidos de papel reciclable y así, podíamos ir a esquiar, con guantes y gafas de sol, a la playa con una pamela de paja rosa o asistir a fiestas con suntuosos vestidos de noche…Una generación que moldeaba con cromos y estampas a sus ídolos, mientras amontonaba abultados álbumes debajo de la cama y soñaba con aventuras extraordinarias de la mano del Jabato, el Capitán Trueno , Roberto Alcázar o la princesa Sissi.
Una generación que saboreó las mieles de la disciplina y se sintió protegida por el orden impuesto por padres, que eran padres, no amigos, ni colegas ni compis. Una generación que conocía la hora de comer y la hora de irse a la cama a dormir, sin más preámbulo que reírse un poquito debajo de las sábanas para que no se dieran cuanta que aún estábamos despiertos. Sin más pantalla que las sábanas oliendo a jabón verde, a soleo y añil…una generación que olió primero a Raky y pasó después a perfumar ilusiones con Azur de Puig y Varón Dandy.
Una generación que rompió moldes con la minifalda y que siempre pese a todo…se sitió LIBRE, como el sol cuando amanece yo soy libre, como el mar…una generación forjada en hierro y plata, que soñó y con poco supo ser feliz.
Pero se va…
Pues yo estoy preparado para luchar como si toda mi vida hubiera sido un entrenamiento para éste momento, me siento mas vivo que nunca, no hay nada que me motive mas que la dificultad y los problemas imprevistos.
A lo mejor me voy pronto, pero vivo, de niño, en ese mundo que describe el autor me hice una promesa, morirme vivo. Estoy en ello.
Ya hasta recibo amenazas de supuestos magos negros increible.
Y le llamo supuesto mago negro porque usar la magia con propositos dañinos lo es, otra cosa es defenderse como si hago yo y llevo haciendo desde la falsemia y mucho antes.
Decirle al que me quiere hacer magia negra que tiene consecuencias y que ni ha sido honesto ni justo al lanzarme dicha amenaza. El sabe de sobra que todo lo que esta diciendo de mi es falso que ni soy la misma persona ni le he troleado como dice el. Debería vd aprender un poquito sobre la libertad de expresión y esas amenazas se las guarda vd que ni es superior a los demás por tener ciertos dones que tenemos todos ni mucho menos justo por lo tanto ahorre energias y uselas para el bien y para proteger a los demás, nunca para dañar al menos que a vd le hagan daño de verás cosa que yo no se lo he hecho pero si resulta que me ocurre algo lo más minimo si le voy a hacer responsable a vd y desde luego al que se le va a volver en contra va a ser a vd. No me impresionan sus amenazas tengo claro que esto es una guerra y vd ni nadie me va a parar y mucho menos influir en mi futuro y libre albedrio como vd trata de hacer ya que ha ido demasiado lejos en esas amenazas que espero que solo queden en eso. Y si tengo que pedir cuentas a sus jefes no dude que lo haré sean angeles o demonios que pueden dejar de protegerle por violar las leyes karmicas y universales. Así que siga vd con su camino y yo seguiré con el mio, así lo decreto y afirmo en nombre de mi voluntad y mi palabra que son ley.
Ojalá se fuese esta generación como vino…en paz…y sentimos mucho decirles que no se van,que los están hechando,los están asesinando…véase Pablo Iglesias y su ley forzosa de Euthanasia.
Lo que más duele de ver desaparecer esta generación,es que se llevarán consigo su principal bien :el haber vivido en libertad…como aquella libertad de ser Católicos,o disfrutar de la naturaleza y de las cosas sencillas.
Aquella generación fue quebrada por el Régimen del 78,por el que sus hijos y nietos seguimos luchando,ese régimen que tiro por la borda todo el esfuerzo y sacrificio que hizo de España una Nación prospera y floreciente.
Si nosotros también perdemos está batalla,esperamos que las próximas generaciones no nos juzguen por no haberlo intentado,ya que el futuro que se les depara es lo peor que se pueda imaginar.
Estamos a tiempo de frenar toda esta locura?.
Estamos muy divididos pero todos buscamos lo mismo en el fondo.