Con esta frase se anunciaba el comienzo del espectáculo en los mejores circos del mundo. Después de las elecciones generales, creo que no hay frase mejor para definir lo que va a suceder en los próximos días en nuestro país. La primera función del hemiciclo de los horrores ya está en marcha. Ahora los medios de comunicación nos inundaran con noticias de todo tipo, publicaciones de los posibles pactos entre los partidos, declaraciones de un bando y otro para coaccionar a sus posibles aliados y formar gobierno. Formar un ministerio mayoritario donde tienen carta blanca para hacer lo que les venga en gana.
Mientras tanto, los ciudadanos que todavía creen que esos partidos que han votado les van a ayudar a mejorar sus vidas, se sientan enfrente de la televisión y disfrutan de un auténtico espectáculo de los horrores, donde los políticos no dudan en protagonizar la mayor de las actuaciones que tiene la política. Se dicen todo tipo de barbaridades, se culpan los unos a los otros de la situación del país, se reúnen a puerta cerrada para hacer pactos secretos con tal de llegar al poder y, después se van al bar a tomar unas cañas como amigos de toda la vida, una auténtica vergüenza. Sin embargo, lo que a mí me choca de todo esto, es que la mayoría de la gente ve el engaño y lo critica, y aun así sigue participando en esta treta. Poco más del 70% de la población llamada a las urnas ha ido a votar en estas elecciones. No obstante, el “partido” más votado ha sido la abstención, casi 10 millones y medio de ciudadanos no han ido a votar, frente a los 8 millones del partido más votado.
Los que como yo no nos tragamos esta pantomima, nos trae sin cuidado el espectáculo grotesco del hemiciclo, somos conscientes, al menos yo, de que da igual quien este al mando del gobierno, porque, y disculpen la forma de decirlo, estamos “bien jodidos” gobierne quien gobierne. Ya escribí un artículo dando mi opinión sobre las elecciones, lo podéis leer aquí, https://www.eldiestro.es/2023/07/el-juego-de-los-trileros/.
Ahora toca esperar el final del primer acto, sin antes dar algún “susto” por el camino, porque lo que realmente mueve a las masas es el miedo, el terror de que ganen los rivales y sus vidas sean miserables por culpa de estos. Los que como yo no se creen este teatro, siéntense y “disfruten” del espectáculo, ya que sabemos que desgraciadamente pase lo que pase, nadie va a gobernar para el pueblo y, mientras este no reaccione, lo único que podemos hacer es exponer el circo de la democracia he intentar que cambien las cosas, utilizando contrapesos para frenar el avance del totalitarismo en este país.
¿Ustedes que opinan de todo esto?, dejen sus opiniones más abajo.
En mi vida profesional, cumplir órdenes era primordial y fundamental para obtener el éxito, para alcanzar el objetivo. Hoy nuestra supervivencia como especie reside justamente en todo lo contrario, no obedecer ciegamente a este poder opresor y tirano que han conformado unas élites (yo creo que no son humanos en sentido estricto) y con la colaboración de unos títeres que son nuestros políticos. Pero no se engañen, desobedecer, no quiere decir salir a la calle a alborotar, romper o quemar cosas, que más quisieran esas élites, pues les daríamos la excusa y el gusto de establecer sus tiranías sin tapujos. La desobediencia ha de ser inteligente, casi sin que se note, incómoda, en el punto que raye las leyes, pero sin transgredirlas descaradamente. Necesitaremos una buena dosis de inteligencia para sortear sus abominables trampas. Mantener el ánimo y la resistencia inteligente nos hará ganar la guerra, aunque en el tránsito perdamos algunas batallas. Eso sí, cuando podamos ser contundentes, hagámoslo también, que el político sienta su aislamiento de esa sociedad a la que pretende subyugar.
Bravo…
Nos han montado la vida para que directa o indirectamente tengamos que trabajar para que nuestro genocida enemigo logre sus objetivos ¿Alguien puede contribuir a encontrar el camino que nos libre del asesinato y la transhumanización?
Sí, en breve hablaremos de ese Camino en el texto “Nosotros, los Pueblos”… pero quédate con esta Idea: no podemos enfrentarnos solos, de manera individual, a una alianza que lleva siglos dominando el Mundo; ellos son capaces de aparcar sus diferencias y así es como logran alcanzar sus objetivos… Ves el Camino?
¿Cree que podría ser útil usar sus mismas estrategias, organizados en sociedades secretas mafiosas?
Hemos leído que a Pilar Baselga no la dejan entrar para observar el recuento de votos…aunque ya vimos como encarcelaron al Juez Presencia…estamos como en 1936 y los rojos nos han impuesto otra dictadura comunista,enlazada con la agenda globalista.Incluyendo sus famosas ‘listas negras’.
Las leyes de armas de bandera roja y los programas de primeros auxilios de salud mental destinados a capacitar a los guardianes para identificar quién podría representar una amenaza para la seguridad pública, bien podrían señalar un punto de inflexión en los esfuerzos del gobierno para penalizar a quienes participan en los llamados “crímenes de pensamiento”.
Redadas de salud mental + detenciones involuntarias • La próxima fase de la guerra del gobierno contra los crímenes de pensamiento
Como informa AP, los funcionarios federales ya están investigando cómo agregar “‘datos identificables de pacientes’, como información de salud mental, uso de sustancias y salud conductual de hogares grupales, refugios, cárceles, instalaciones de desintoxicación y escuelas”, a su conjunto de herramientas de vigilancia.
No se equivoquen: estos son los bloques de construcción para un gulag estadounidense no menos siniestro que el de los gulags de la Unión Soviética de la era de la Guerra Fría.
La palabra “gulag” se refiere a un campo de trabajo o concentración donde los prisioneros (a menudo prisioneros políticos o los llamados “enemigos del estado”, reales o imaginarios) fueron encarcelados como castigo por sus crímenes contra el estado.
El gulag, según la historiadora Anne Applebaum, utilizado como una forma de “exilio administrativo, que no requería juicio ni procedimiento de sentencia, era un castigo ideal no solo para los alborotadores como tales, sino también para los opositores políticos del régimen”.
Los regímenes totalitarios como la Unión Soviética también declararon a los disidentes enfermos mentales y enviaron a los presos políticos a prisiones disfrazadas de hospitales psiquiátricos, donde podían ser aislados del resto de la sociedad, sus ideas desacreditadas y sometidas a descargas eléctricas, drogas y diversos procedimientos médicos para romperlos física y mentalmente.
Además de declarar a los disidentes políticos mentalmente enfermos, los funcionarios del gobierno en la Unión Soviética de la era de la Guerra Fría también hicieron uso de un proceso administrativo para tratar con individuos que se consideraban una mala influencia para otros o alborotadores. El autor George Kennan describe un proceso en el que:
La persona odiosa no puede ser culpable de ningún crimen. . . Pero si, en opinión de las autoridades locales, su presencia en un lugar determinado es “perjudicial para el orden público” o “incompatible con la tranquilidad pública”, puede ser arrestado sin orden judicial, puede ser detenido de dos semanas a dos años de prisión, y luego puede ser trasladado por la fuerza a cualquier otro lugar dentro de los límites del imperio y allí ser puesto bajo vigilancia policial por un período de uno a diez años.
Incautaciones sin orden judicial, vigilancia, detención indefinida, aislamiento, exilio… ¿Te suena familiar?
Que el Gobierno esté utilizando la acusación de enfermedad mental como medio para inmovilizar (y desarmar) a sus críticos es diabólico. De un plumazo de un magistrado, estos individuos son declarados enfermos mentales, encerrados contra su voluntad y despojados de sus derechos constitucionales.
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Los psiquiatras se están asociando y denunciando el daño que este Sistema causa a la Salud de los Pueblos… y lo que mencionas son pataleos, su Final está muy cerca…
“Para que triunfe el mal, solo es necesario que los hombres buenos no hagan nada”. Para ti, que fomentas el abstencionismo, deberías saber que el derecho (y también, en ocasiones como esta, deber) de ir a votar no sólo responde a una responsabilidad individual, sino también colectiva. Y es que tras varios años soportando la estupidez, estulticia, el absurdo y el peligro político que conlleva Sánchez, que tú decidas no ir a votar, me parece, como mínimo, IRRESPONSABLE. Peor me lo pones si escribes en un diario de derechas, que es lo único que le puede plantar cara en este momento a Sánchez. Lo de abstenerse es un recurso muy fácil de quien(es) no quiere(n) que las cosas cambien a mejor. Y a veces es un recurso de “trolls” que hablan desde un medio de derechas, pero… enviándonos mensajes de izquierdas o de imposibilidad de cambio. La cita de arriba, supongo que sabrás que es de Edmund Burke, un político y escritor angloirlandés, gracias al cual, y gracias a un libro que publicó, se evitó que la sangría de la Revolución Francesa se trasladara a Gran Bretaña.
Hola Francisco, ante todo respeto profundamente tu opinión, pero discrepo de ella.
Como escribí en el artículo anterior” el juego de los trileros”, siempre hay una razón apremiante para ir a votar. Esta vez no es una excepción. Llevamos más de 40 años votando por miedo. Terror que no salga elegido nuestro partido favorito y eso sea la ruina del país. Por qué nos creemos que va a venir un partido político y nos va a salvar de las leyes injustas del anterior gobierno, y nos va a solucionar la vida. En mi opinión, eso no es así. ¿Acaso alguien cree, por ejemplo, que la derecha va a derogar la ley de seguridad nacional o la ley llamada ?. ¿De verdad pensáis que van a terminar con la censura en este país?. ¿ Alguien se puede creer que la derecha, por ejemplo, va a bajar drásticamente los impuestos a los ciudadanos y a los autónomos?. No seamos ilusos, ningún partido gobierna para mejorar las leyes a favor del pueblo. Entonces, si vote a quien vote voy a estar “jodido”, ¿Por qué voy a participar en este engaño?. Según mi punto de vista, llegados a este momento, es mejor no participar y enviar un mensaje contundente a los de arriba, demostrar que ya no nos tragamos el engaño y que las cosas deben de cambiar.
No sé si abras seguido la campaña electoral. Si te fijas en estás, los candidatos se dedican a decir los problemas del país y que ellos los van a solucionar, sin entrar en detalle de cómo lo harán y no explicando su programa electoral. Y cuando llegan al poder hacen lo contrario. Aun así la mayoría de los ciudadanos deciden ir a votar a ese partido sabiendo que les están engañando, porque en este país cuando te aprieta la izquierda votas a la derecha y cuando te aprieta la derecha votas a la izquierda, y ellos lo saben bien.
Aunque no te lo creas, no soy un “troll” de la izquierda que venga a deciros lo que tenéis que hacer, cada cual que haga lo que considere oportuno. Y bajo mi punto de vista, no es una IRRESPONSABILIDAD no ir a votar, es una forma de protesta pacífica.
Como dijo Einstein, ““No esperes resultados diferentes si siempre haces lo mismo”