Cuando los padres no tienen dónde dejar a sus hijos, sobre todo si son malcriados, necesitan una guardería con especialistas que los cuiden, les den de comer y les entretengan hasta que lleguen sus papás. Los profesores han de ser agudos y perceptivos profesionales que sepan cómo tratarlos, sabiendo que son niños, muy inmaduros e influenciables, razón por la que hay que tratarlos con mucho tacto para que no los adoctrinen en el lado oscuro del imperio del mal.

Los ciudadanos maduros y responsables con nuestro país deberíamos de contar con los mismos educadores para que tutelen y eduquen a muchos de nuestros amados políticos por lo dañinos que pueden llegar a ser ante sus malas artes de engaño e infantilismo; de otro modo los hijos caprichosos se te suben al hombro y no hay manera de quitártelos del medio.

Me viene esta imagen a la cabeza al ver el único debate entre PSOE y PP en Atresmedia. Feijóo ejercía de docente sabelotodo y Sánchez era el pupilo avergonzado que no se atrevía a decir ni mu. Su falta de argumentos era tal que no podía contrarrestar la retahíla del discurso de su oponente. Pedro Sánchez parecía un niño de ocho años que fue pillado en una travesura y Feijóo era el aprendiz de matón de barrio, algo que le queda muy grande…. Mientras tanto los periodistas sólo miraban el teatro porque ya recibieron el encargo y quedaron muy satisfechos con el pago; es más, si podían poner más hierro al asunto no dudaban ni un segundo, al mismo nivel de infantilismo que los jefes del bipartidismo de toda la vida.

Viene este símil muy a cuento ante lo que ocurre delante de nuestras narices. El infantilismo es connatural a ser un político exitoso y no es casualidad y, por eso, es esencial, describir en qué consiste y cómo se manifiesta, más allá de los que digan que, por lo general, carece de total importancia por su falta de argumentos de peso a la altura de sus supuestas preparaciones, experiencias y doctorados.

Cada vez que hablan lo hacen de manera ingenua y apasionada, como diciendo “mirad que razón tengo” o “qué malo es ese otro niño que me da la contra” o “me quiere quitar ese juguete que es mío”. Todo lo dicen con emoción, no hay reflexión, su único fin es llamar a atención de todo el mundo y salir en las redes sociales, siendo estrellas de los medios bien pagados por ellos mismos. Ya les dijeron como crear opinión: mediante el bombardeo cruel y desmedido. Para ellos la razón y la lógica son un insulto a su fantasía de que están por encima del resto de los mortales (algo muy difícil de entender pues hacen las mismas necesidades que nosotros en privado), al desmontar sus chiringuitos en one. Y eso les pone tan nerviosos que pierden el control, no saben cómo denunciar, aunque sea por que sí, atacan por las redes como descosidos, entre ellos, mediante argumentos vacíos y convierten a Twitter en un jardín de infancia con los profes en huelga porque eso ya no hay quien lo soporte.

Como los niños que han convertido el arte del juego en el modo de aprender y descubrir el mundo (lo cual es normal a ciertas edades y ya en otras no me digas, por favor), se han criado en el facilismo, pasando de cargo a cargo o de legislatura a legislatura y haciendo el paripé en el parlamento  como si tal cosa, porque la pasta les viene sin problemas y sin responsabilidades (a muchos currantes les encantaría trabajar así y tener pensiones sin haber dado un palo al agua). El sistema los engríe de tal manera que les hace vivir como aristócratas de rancio abolengo, maleducándolos para creer que el esfuerzo es inútil y todo les viene por gracia divina por sus hermosos rostros angelicales. De este modo, se han creado su propio planeta en el que los demás están para servirles de manera rápida y efectiva, siendo complacidos por estar hechos de otra piel. Muchos de ellos ni pisan la calle ni viajan en metro ni conectan con quienes no sean de su secta, aborrecen al pueblo que les crítica y denuncian a quienes los ponen verdes por las redes sociales con más razón que un santo.

Viven en su mundo y la comodidad les hace crear sus propios delirios, a modo lúdico al permitirles regodearse en su situación y, de paso, crear algo de emoción en vidas tan aburridas como las suyas: polémicas imaginarias, objetivos basados en planes sacados de un manicomio como el feminismo, el LGTBIQ+, el cambio climático, la emergencia por los mosquitos, la conveniencia de que todos se vacunen (salvo ellos porque nadie los obliga, al resto sí) y otras chorradas que nos llevan mostrando desde el año 2020, fantasías de ayer y hoy…. Es todo un reflejo del nuevo modelo entre padres e hijos: éstos son los que ordenan a sus papas cómo quieren ser criados, el colmo del infantilismo y el absurdo y sus progenitores a callar, no sea que les caiga el peso de la ley y les quiten la custodia. Esto manda bemoles.

Del mismo modo, los sufridos ciudadanos han de hacer caso a lo que dicen estos malcriados, decir que sí, a cuál Nerón o Calígula del imperio antiguo. Y ay de aquél que ose ponerse en plan chulo y decirles las cuatro verdades para ponerlos en su sitio. Utilizan las leyes como los niños que quieren ser niñas o viceversa porque les han metido en sus tiernas cabecitas eso de que “uno puede sentirse mariposa y ha de ser tratado como tal”. Todo es un reflejo perfecto. Lo que está abajo es arriba y lo que es arriba es abajo.

Sus delirios tienen un ingrediente de grandeza y de éxito connatural, como sus chifladuras de la agenda 2030: quieren un mundo feliz donde nadie sufra, donde ninguna mujer muera porque un hombre la mata por el hecho de ser lo que son, donde cada persona escoja la forma de su placer sexual y nadie les pueda decir nada (aunque les gusten los tiernos e inocentes niños), donde todo sea paz y tranquilidad por los siglos de los siglos, amén. Por gracia divina, cada vez que piensan en esos disparates, creen que el mero hecho de hacerlo les da licencia para decir que va a ser una realidad y que todo el mundo les cree y los comprende porque sus intenciones son las mejores del mundo. Sólo han de abrir sus bocas y pedir, el resto del planeta se pone a sus pies para crear el maravilloso mundo de Yolandalandia, Sanchilandia o cuales quiera otros que se inventen en sus juegos y fantasías. Es tal la pasión con las que lanzan sus sortilegios que sólo falta un mago con una varita o les diga que están en el uso de la verdad: Foro de Davos, Klaus Schwab, ONU, OMS y otros que les pagan y los tienen pillados por las partes nobles, por no soltar una grosería.

Son perfectos, torpes, ignorantes, zafios, tacaños interesados, hipócritas, aparentemente educados, incultos, carentes de empatía, ambiciosos, despreocupados e infantiloides. Y, es más, cada vez retroceden más en su inmadurez emocional, ruidosos cuando las cosas no les salen como lo piensan, protestan con berrinches absurdos con tal de poner el mundo al revés, anulan su capacidad de aprendizaje y de asimilación, de escuchar a los otros, incluso los de su propia secta los cuales, cuando sacan los pies del plato, los quitan del medio sin más. Involucionan cada vez que los demás les dan la razón, reforzando su sinsentido y absurdo sentido de la realidad, hasta el punto de hacer realidad sus fantasías y destrozan todo lo que tocan, como niños que todo lo rompen. Lo peor es cuando el juguete queda destrozado porque entonces echan la culpa al compañero de al lado, no asumen ni la más mínima responsabilidad. Inventándose todos los argumentos posibles que le eximen de la acción verificable, si algo falla, si su agendita no resulta, dicen que tal por cual genera desinformación, que merece una denuncia por el artículo 510 del Código Penal, que hay que quitar del medio a todos los periodistas que no den las noticias como Díos manda (el fallido intento de Yolandita Díaz en su programa, una intención muy veraz, que nunca fue lapsus), censurar a todo quisqui por si dicen algo que les incomoda o ponen de manifiesto las acciones de musulmanes violentos, para después limpiarles su imagen putrefacta y poner el resto de los mortales como racistas., cuando ellos han creado el problema y han roto la convivencia entre los seres humanos, al servir a hordas de satanistas.

Estamos en manos de irresponsables, de sujetos infantiles que quieren hacer lo mismo con nosotros, haciéndonos jugar como ellos a la “insania deorum qui  tutos mortales occident “ (locura de los dioses que matan  a todos los mortales), como un ceremonial sagrado, sacado de la antigüedad más rancia.

Mientras no pongamos a estos señores en su lugar, estamos condenados porque el retraso mental es infinito y se intensifica con cada acto de fe, el mismo que profesan los que adoran al demonio, los cuales requieren de hordas insufribles a su servicio: nuestros supuestos padres que resultan ser padrastros despreciables.

5 Comentarios

  1. Todo es teatro,son dos grandes actores del globalismo.

    Aquí un fragmento sobre política real,extraído de falange auténtica(nigunneada por los medios gubernamentales):

    Cuando un Estado se queda con el 50% de lo que producen empresas y trabajadores (especialmente los pequeños productores, obreros y empresarios) y no atiende los Derechos Básicos, está produciendo una explotación de la clase trabajadora, de tal manera que por ejemplo, cuando no atienden las necesidades de viviendas, esto acaba generando que los obreros tengan que dedicar un gran porcentaje de sueldo, muy por encima del 30%, lo que en realidad viene a ser una pérdida de poder adquisitivo, que en realidad es una bajada de salarios, que no lo provoca el empresario sino los políticos en el poder.

    En cambio, esos mismos políticos no han dudado durante 35 años en establecer unos gastos para asegurarse su poder.

    Y mientras tanto, esa parte de la izquierda cerril, está anclada en unas relaciones labores de la primera mitad del siglo pasado que nada tienen que ver con las relación laborales, de producción y fiscales en la actualidad, en la que como he dicho, el Estado se queda con la mitad de lo que producimos todos los trabajadores. Y las derechas en silencio y haciendo, en este asunto, lo mismo cuando gobierna.

    POR UNA SOCIEDAD DE PERSONAS LIBRES. PIENSA POR TI MISMO

    Juan Fco. González.

  2. Es una pena,que los psicólogos no sepan de medicina o que los médicos no sepan de psicología.

    Por qué si nosotros fuésemos médicos o psicólogos hablaríamos sobre el incremento de mortandad en playas y piscinas,para al menos…informar a la gente vacunada,sólo unos pocos se atreven:
    https://t.me/laquintacolumna/32573

    También muere gente en los conciertos multitudinarios que se celebran también en España:

    La mayoría de estos asistentes al conciertos están en un estado de excitación, con aumento de la frecuencia cardíaca y adrenalina creciente.

    Esa adrenalina creciente es el catalizador que convierte una miocarditis inducida por la vacuna COVID-19 en una miocarditis lesionada por el corazón en una arritmia cardíaca repentina que conduce al colapso y la muerte súbita.

    Lamentablemente, los asistentes al concierto vacunados contra el COVID-19 probablemente no sean conscientes de este riesgo.

    Otro factor que debe considerarse es la radiación 5G y otras radiaciones inalámbricas en estos eventos, interactuando con el óxido de grafeno en cada uno de los asistentes al concierto vacunados.

    Miles de personas, cada una con un teléfono, más una o varias señales de Bluetooth introducidas por ellas, torres celulares y fuentes de radiación inalámbricas de los lugares, todo se suma a un entorno con cantidades masivas de radiación inalámbrica.

    Cuando el óxido de grafeno interactúa con la radiación inalámbrica, esto sucede:se activa y se mueve( y dentro de las venas forma microcoagulos).

    Quién nos va a ayudar a sobrellevar las enfermedades y muertes de nuestros familiares y vecinos?,psicólogos que hablan de política,psicólogos que quieren ser periodistas?.

    Como dice el refrán,zapatero…a tus zapatos.

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