Sé que mi forma de escribir o decir las cosas, no gusta a casi nadie.  Menos mal que es a casi nadie.

Pero ya que los medios de comunicación en nómina de los distintos gobiernos en el poder o de los que van a optar al poder, se callan como bellacos ante la realidad, alguien debe tirarse a la plaza y enfrentarse a los miuras políticos con  grandes y retorcidos cuernos incluidos.

Empiezo por Baleares. Un juez y un fiscal sentados en el banquillo para defenderse de la petición de 100 años de cárcel, mientras sus compañeros de fiscalía, que tal vez tienen mucho que esconder, se adhieren a las acusaciones para seguir viviendo ¡y de qué forma! como hasta ahora. 

Por eso no creo en la justicia que impera en España y mucho menos en la de Baleares que, a juzgar por lo que he venido viendo y viviendo a lo largo de muchos años, seguirá habiendo sentencias que se convengan en el ascensor que da a la sala de juicios, pero siempre favoreciendo a los verdaderos delincuentes que tengan arraigo familiar y perjudicando al hijo de la “Antonia”.

Por otra parte, como prueba de lo anterior y para desprestigio del PSOE, Griñán ha eludido la cárcel, al menos por los cinco primeros años, porque el Sistema corrupto de este país, así lo ha decidido.

PP y VOX se quieren en lo íntimo, pero se odian en lo público. Quienes no conozcan a estos vividores de la política, que recurran a las hemerotecas y sabrán por qué tan malos son los unos como los otros. (Prefiero no hablar de Feijoo y Abascal)

En lo ayuntamientos ya están gobernando los más mentirosos del mercado; por cierto, puestos por las personas que aun creen en la “Alicia del país de  las mil maravillas”.

Los alcaldes y concejales en los distintos gobiernos se han subido el sueldo y para muestra, los del gobierno PP-VOX-ASI de Llucmajor (Baleares) o los del Ayuntamiento de Torrelodones que, además, han colocado a siete cargos de confianza, pero como los de este Ayuntamiento y los del otro (PP y VOX) son “de los míos” (que dirían los pone palanganas) bien subidos que están.

El 23 de julio son las elecciones y yo me pregunto ¿a quién tengo que votar, a la corrupción o quedarme en casa?

Claro que, alternativa no tengo mucha, por tanto, me iré a la playa.

Por cierto, ¿alguien piensa que los que han entrado o entren a gobernar van a cambiar algo? Sinceramente creo que sí. Cambiarán los asientos de unos por los otros.

En fin, siga trabajando con 40º grados al sol que pronto vendrán a pagarle su esfuerzo con unas palmaditas en las espaldas y de paso, a pedirle el voto.

¡Qué país!

 

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