El domingo día veintitrés de julio de 2023 se celebraron nuevas elecciones generales para elegir a los parlamentarios que tienen que designar al nuevo presidente del Gobierno. Los datos son los que siguen a continuación:
Hace unas semanas yo escribía que todo el mundo estaba nervioso, unos porque ven que aún se pueden ahogar, aunque estén muy cerca de la orilla, y otros porque están con el agua al cuello y son conscientes que podrían convertirse en cadáveres políticos a muy corto plazo.
Bien, pues estas elecciones las ha ganado el Partido Popular, pero ha llegado exhausto y moribundo a la orilla, descompuesto y con rumbo perdido, de tal forma que ha quedado invalidado para desempeñar el alto puesto al que estaba destinado el ganador.
Él y solamente él ha sido el culpable de su amarga victoria, por su dejadez y pasotismo en la segunda parte de la carrera, por querer ocupar el centrismo político fracasado en todas las nomenclaturas y formas, y por sentirse avergonzado de quien debería haber sido su compañero natural de aventuras, hablando claro a los ciudadanos y haciéndoles comprender que VOX no es peor que el comunismo, el anti constitucionalismo, el independentismo, los inmigrantes ilegales que no se incardinan ni piensan hacerlo nunca en la sociedad europea, y el objetivo final de destrucción de la nación española de todos ellos.
El Sr. Feijóo podrá decir que ha ganado las elecciones; verdad. Pero va a obtener el mismo premio que el que gana la carrera de sacos de un pueblo perdido en la estepa rusa, nada.
La única remota opción es pactar con UPN, CC, VOX y el PNV, lo que significaría la muerte lenta de BBVA por ser el objetivo de los independentistas vascos de derecha, aquellos que recogían las nueces de los árboles que (a)batían otros, para un futuro banco nacional vasco en una tercera república, que algo tienen que hacer para no quedarse en minoría cuando llegue el momento, porque cada vez están más relegados en el País Vasco por Bildu.
Pero no creo que eso pueda llevarse a cabo porque VOX está en contra de cualquier tema que afecta a la desintegración de España como nación, y eso no le interesa, por ningún concepto, a los peneuvistas.
¿Va a costarle el puesto a Feijóo? ¿Van a asumir una definición ideológica y un gobierno en la sombra que haga verdadera oposición política y proponga soluciones alternativas al Gobierno o va a permanecer haciendo el estatuario como hasta ahora?
Las elecciones de este domingo las ha perdido Pedro Sánchez pero las han ganado “los rojos”, que es el término guerracivilista que él empleó como fin de su campaña electoral, que agrupa a ultraizquierdistas comunistas, independentistas, subvencionados perpetuos y beneficiarios de retorcimiento de la ley para que con solo su palabra se pueda condenar a quién ellos/as indiquen, y que junto al partido del fugado Puigdemont, puedan formar Gobierno en el que se comprometa y/o lleve a efecto la independencia del País Vasco y Cataluña, que no se esconden y que sus palabras indican claramente una única dirección, salvo interpretación farisaica mentirosa; en citas textuales, Arnaldo Otegi ya ha dicho que hay que “entender que no se pueden parar los procesos independentistas … ¿Alguien cree que eso se para con el Código Penal? Se parará una vez, pero no va a ser así siempre” … reconociendo que va a Madrid “de manera provisional” hasta que pueda conseguir la independencia de Euskal Herría. Y Oriol Junqueras promete “referéndums de autodeterminación simultáneos en Cataluña y el País Vasco … A su lado hemos derogado la sedición, y estamos convencidos de que a la independencia y a la república llegaremos con el ejercicio del derecho a la autodeterminación, con un referéndum. El próximo, lo haremos a la vez”. Y para ir preparando el terreno, Pedro Sánchez retira a todos los agentes del CNI de esas dos comunidades autónomas.
Para ello subirán impuestos de todo tipo, aumentarán la Deuda Pública porque el “dinero público no es de nadie”, quitarán las armas a la policía para que cualquier “piquete” pueda hacerles cara y pegarles, seremos protagonistas principales de lo peor de la Agenda 2030 para los ciudadanos, derribando presas y pantanos, convirtiendo en secarrales nuestros campos de agricultura, dando dinero a quienes no piensan trabajar en toda su vida, a costa de nuestros ancianos, para los que no habrá residencias suficientes ni atenciones sanitarias de las que ya disfrutan en otros países de nuestro entorno en enfermedades graves.
Democráticamente, hay que felicitar al PSOE que, una vez más, ha dejado en evidencia a todos los analistas demoscópicos de este país, demostrando que son más listos que todos ellos y que existe un síndrome de Estocolmo con el que, aunque nos lleve de nuevo a la ruina económica, la gente vota socialismo.
VOX ha sido el gran perdedor de estas elecciones, porque no solamente ha tenido que hacer una campaña electoral contra la izquierda, que siempre han estado de acuerdo entre ellos, sino que ha sido atacado por el propio Partido Popular, porque ni Feijóo ni sus derechohabientes políticos han querido verse perjudicados en su carrera en el globalismo, en el que ha pasado desapercibido que ningún rey, presidente de gobierno, políticos de primera fila y financieros importantes, en todo el mundo, han fallecido por el coronavirus.
Luego está la segunda parte del partido que pudiera querer jugar Feijóo. VOX ya ha mostrado su contundencia en la elección de los presidentes autonómicos de Extremadura y Murcia. ¿Qué pasaría si VOX deja caer a los alcaldes y presidentes autonómicos del Partido Popular a los que apoyan localmente y fuese el PSOE el nuevo poder político mayoritario en esos ámbitos?
Y SUMAR y su comunismo -no estoy seguro de que quienes han votado esta opción sepan qué es en realidad el comunismo- aun habiendo disminuido los escaños obtenidos por los partidos en esa coalición integrados, han salvado los muebles y es acompañante que, por número de diputados, exigirán al menos el 20% del Consejo de Ministros y de altos cargos en la próxima legislatura.
Entre los partidos periféricos -independentistas- Bildu ha pasado al PNV en el País Vasco, y en Cataluña ha ganado el PSOE, que es algo así como “votemos a Sánchez que con él vamos a conseguir lo que queramos” porque es una persona que está dispuesta a vender su alma al diablo con tal de mantenerse en el poder.
Con todo ello, estamos en manos de los enemigos de España y su descomposición como nación: Otegui, Urkullu, Junqueras, Puigdemont y Yolanda Díaz, reedición empeorada de esa amalgama que solivianta a las masas compradas a base de subvenciones, incluso con la posibilidad de que Felipe VI tuviera que irse a vivir con su padre cualquier día de estos, fotografía remembranza de los años treinta del siglo pasado.
Existe una tercera alternativa, y es que ni Feijóo ni Pedro Sánchez consigan formar Gobierno y haya que repetir las elecciones. Sería el momento ideal para que los dos grandes partidos políticos buscaran nuevo líder, más dialogantes en ambos casos, menos soberbios, más centrados en los problemas generales y no en los suyos particulares, sin mentiras en las que sustentarse, devolviéndonos la concordia y calidad democrática que tuvimos hasta que llegó el del peyote del infinito a ser presidente del gobierno.
Espero y confío que la nueva situación política española, que en realidad es continuación a la de los últimos cinco años, no conduzca al radicalismo de los independentistas ni que vuelvan etapas ahora silentes, que los sindicatos marxistas-comunistas no incendien la calle con huelgas y algaradas constantes, y que el partido socialista no colabore en un estado de desasosiego permanente y enfrentamiento endémico, en resumidas cuentas, que todos seamos conscientes que estamos en el año 2023 y no en aquellos que lamentó Antonio Machado: “Españolito que vienes / al mundo, te guarde Dios. / Una de las dos Españas / ha de helarte el corazón”.
Dejemos que la historia siga su curso y, por nuestra parte, es cortesía obligada otorgar la gracia para que el elegido organice sus ideas, forme nuevo Gobierno y tenga un plazo de cien días, margen concedido en todos los organigramas del mundo, para ver con quien, cómo, cuándo y qué es lo que va a hacer para el bien de España.
Secreto a voces: prohibido hablar de pucherazos porque los que mandan ocultamente no quieren que descubramos el pastel
Independientemente del habitual juego de trileros informatico , el ceporro de Feijoo cometio tres errores mas que graves que muestran la hediondez de su personalidad,.
1) Multazo a los Puras sangres
2) Obligacion de cambiar coches viejos por electricos
3) Preferir a los Sociolistos a VOX
Evidentemente este gallego garrapatero muy listo no parece, algo que parece malo, pero es requisito imprescindible , entre otros, como inmoralidad,ser chantajeable..,,etc para pertenecer a la Elite Politica.
La Derecha lo tiene fotut, el Gallego este impresentable liderando el PP y por otro lado VOX con el apestoso y amenazante Steegman en sus filas.
Yo suprimiria ya la Democracia , Parlamento, Senado,Autonomias,Monarquia,,,,total ¿ para que?, que se gobierne como hasta ahora desde Bruselas, Vaticano, City Londres y Washington DC sin intermediarios y asi nos ahorrabamos una pasta en mantener una cantidad enorme de parasitos aqui
Bienvenidos a las elecciones de la Antiespaña.
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Prohiben ir a votar llevando la bandera de España; pero si llevas la bandera LGTB… ¿Qué crees que pasará? Noticias nacional
https://invierte.biz/prohiben-ir-a-votar-llevando-la-bandera-de-espana-pero-si-llevas-la-bandera-lgtb-que-crees-que-pasara-noticias-nacional/
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La quinta columna lo demuestra,genocidio:
(2019) Participación: 24.507.715 – Abstención: 12.493.664
Total: 37.001.379
(2023) Participación: 21.288.484 – Abstención: 9.097.194
Total: 30.385.678
Diferencia entre 2019 y 2023: 6.615.701
¿¿DÓNDE ESTÁN ESOS 6.615.701 PERSONAS QUE FALTAN??
¿¿VACUNAS?? ¿¿GRAFENAZO??
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La democracia española, con un ejemplo de cómo se vota varias veces en la misma urna.
Vídeo: Villaroya, La Rioja, 23J.
https://t.me/Alviseperez/8036
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Todavía alguien se va a tomar en serio está panidolia de falsas elecciones?.Ganan los trileros.