Las citas que siguen han sido obtenidas del libro “La verdad de lo que le ocurrió a la Iglesia Católica después del segundo Concilio Vaticano” escrito por los hermanos: “Dimond, Miguel y Pedro, ambos OSB”. A ellos corresponde el merito de la localización de esas citas.
Mi tarea se ha reducido a su presentación y a redactar algunos de los comentarios. Puede observarse por el lector informado que las citas del Vaticano II corresponden mayoritaria y fielmente a la doctrina del Modernismo.
El Modernismo es una herejía con la que la secta satánica, Masonería, pretendía modificar la Doctrina Católica, lo que finalmente ha conseguido, gracias al Concilio Vaticano II.
Contra el Modernismo casi todos los Papas que lo han sido durante la primera mitad del siglo XX, se han pronunciado, en especial San Pio X, quien en 1910 estableció el juramento antimodernista, que debían realizar todo el clero de la Iglesia Católica. Fue precisamente San Pablo VI (canonizado el 14-X-2018 por Francisco I), el Papa que promulgó los diversos documentos del Concilio Vaticano II, quien suprimió ese juramento, sin duda para que las cláusulas de ese Concilio se asimilasen más fácilmente.
San Pablo VI fue también el Papa que abrió las puertas del Concilio para que los principales teólogos modernistas, y por ello marginados por Pío XII, accediesen a las aulas del Concilio, en calidad de peritos desde donde ejercieron su maléfica influencia, que se plasmó en las Constituciones y decretos de ese Concilio. Me refiero a los De Lubac, Danielou, Congar, Rahner, Ratzinger, etc. De Lubac junto con von Balthasar y Ratzinger y otros fundaron una de las más importantes revistas del modernismo: “Communio”.
Son esenciales al modernismo las ideas siguientes: Todo evoluciona, lo que implica que no hay Dogmas permanentes. Nuestro espíritu crea el mundo espiritual que nos rodea. La Iglesia Católica es una más entre las existentes o desaparecidas. La Iglesia Católica no ha sido fundada por el Dios, Único y Verdadero. El hombre es Cristo. La Santísima Virgen María no es la Madre de Dios.
Para comodidad del posible lector he duplicado en algunos casos las citas para evitarle tener que memorizarlas o que localizarlas.
En este artículo se incluyen solamente las decisiones tomadas por el Concilio. No se incluyen las decisiones tomadas contra la Doctrina de la Iglesia por los Papas continuadores de este desastre.
No siempre cada desviación está incluida en todos los apartados a los que pertenece. Si hay suficientes pruebas de determinada desviación no incluyo nuevas.
1º ES NECESARIO ACEPTAR LAS NORMAS Y DOGMAS DE LA IGLESIA CATÓLICA
PARA SALVARSE
Papa San Gregorio Magno: (540-604)
“La Santa Iglesia universal enseña que no es posible adorar verdaderamente a Dios excepto en ella…”.
Papa Inocencio III, Eius exemplo, 18 de diciembre de 1208:
“De corazón creemos y con la boca confesamos una sola Iglesia, no de herejes, sino la Santa, Romana, Católica y Apostólica, fuera de la cual creemos que nadie se salva”.
Papa Bonifacio VIII, Unam Sanctam, 18 de noviembre de 1302:
“Por apremio de la fe, estamos obligados a creer y mantener que hay una sola y Santa Iglesia Católica y la misma Apostólica, y nosotros firmemente lo creemos y simplemente lo confesamos, y fuera de ella no hay salvación ni perdón de los pecados, como quiera que el Esposo clama en los cantares: ‘Una sola es mi paloma, una sola es mi perfecta’”.
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, Cantate Domino, 1441, ex cathedra:
“La Santa Iglesia Romana cree firmemente, profesa y enseña que aquéllos que no están en el seno de la Iglesia Católica, no solamente los paganos, sino también los judíos o herejes y cismáticos, jamás compartirán la vida eterna, e irán irremediablemente al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles, a no ser que se hayan unido a la Iglesia antes de morir…”. …………………… “A cuantos sienten de modo diverso y contrario, la sacrosanta iglesia Romana los condena, reprueba y anatematiza y proclama que son ajenos al cuerpo de Cristo que es la Iglesia”.
Papa León XII, Ubi Primum, # 14, 5 de mayo de 1824:
“Es imposible que el Dios sumamente veraz, que es la Verdad misma, suprema, el más sabio proveedor y premiador de los hombres buenos, apruebe todas las sectas que profesan falsas enseñanzas que a menudo son incompatibles entre sí y contradictorias, y confiera la salvación eterna a sus miembros… porque por fe divina profesamos un Señor, una fe, un bautismo… Por eso confesamos que no hay salvación fuera de la Iglesia”.
Papa Gregorio XVI, Summo iugiter studio, # 6, 27 de mayo de 1832:
“Por lo tanto, ellos deben ser instruidos en la verdadera adoración de Dios, que es única a la religión católica”.
Papa León XIII, Satis cognitum, # 5, 29 de junio de 1896:
“Quien se separa de la Iglesia para unirse a una esposa adúltera, renuncia a las promesas hechas a la Iglesia. Quien abandona a la Iglesia de Cristo no logrará las recompensas de Cristo”.
…………………. # 9 “Tal ha sido constantemente la costumbre de la Iglesia, apoyada por el juicio unánime de los santos padres, que siempre han mirado como excluido de la comunión católica y fuera de la iglesia a cualquiera que se separe en lo más mínimo de la doctrina enseñada por el magisterio auténtico”.
Papa San Pío X, Editae saepe, # 29, 26 de mayo de 1910:
“Solo la Iglesia posee, junto con su magisterio, el poder de gobernar y de santificar a la sociedad humana. Por sus ministros y siervos (cada uno en su destino y oficio), Ella confiere sobre la humanidad los medios apropiados y necesarios para la salvación”.
DESVIACIONES DEL CONCILIO VATICANO II
Vaticano II, Unitatis redintegratio, # 3:
“Por consiguiente, aunque creamos que las Iglesias y comunidades separadas tienen sus defectos, no están desprovistas de sentido y de valor en el misterio de la salvación, porque el Espíritu de Cristo no ha rehusado servirse de ellas como medios de salvación, cuya virtud deriva de la misma plenitud de la gracia y de la verdad que se confió a la Iglesia”.
Vaticano II, Unitatis redintegratio, # 3:
“… puesto que quienes creen en Cristo y recibieron el bautismo debidamente, quedan constituidos en alguna comunión, aunque no sea perfecta, con la Iglesia Católica. Efectivamente, por causa de las varias discrepancias existentes entre ellos y la Iglesia Católica, ya en cuanto a la doctrina, y a veces también en cuanto a la disciplina, ya en lo relativo a la estructura de la Iglesia, se interponen a la plena comunión eclesiástica no pocos obstáculos, a veces muy graves, que el movimiento ecumenista trata de superar. Sin embargo, justificados por la fe en el bautismo, quedan incorporados a Cristo y, por tanto, reciben el nombre de cristianos con todo derecho y justamente son reconocidos como hermanos en el Señor por los hijos de la Iglesia Católica”
Vaticano II, Lumen gentium, # 15:
“La Iglesia se reconoce unida por muchas razones con quienes, estando bautizados, se honran con el nombre de cristianos, pero no profesan la fe en su totalidad o no guardan la unidad de comunión bajo el sucesor de Pedro”……. “Pues hay muchos que honran la Sagrada Escritura como norma de fe y vida, muestran un sincero celo religioso… están sellados con el bautismo… y además aceptan y reciben otros sacramentos en sus propias Iglesias o comunidades eclesiásticas”.
Vaticano II, Lumen gentium, # 16:
“Pero el designio de salvación abarca también a los que reconocen al Creador, entre los cuales están en primer lugar los musulmanes, que, confesando adherirse a la fe de abraham, adoran con nosotros a un dios único, misericordioso, que juzgará a los hombres en el día postrero”.
¡Esto es blasfemia! ¡Los católicos adoran a Jesucristo y a la Santísima Trinidad, los musulmanes no!
Vaticano II, Lumen gentium, # 16:
“Y la divina Providencia tampoco niega los auxilios necesarios para la salvación a quienes sin culpa no han llegado todavía a un conocimiento expreso de Dios y se esfuerzan en llevar una vida recta, no sin la gracia de Dios”.
Vaticano II, Nostra aetate, # 2:
“En el budismo, según sus varias formas, se reconoce la insuficiencia radical de este mundo mudable y se enseña el camino por el que los hombres, con espíritu devoto y confiado, pueden adquirir el estado de perfecta liberación o la suprema iluminación, por sus propios esfuerzos apoyados con el auxilio superior”.
Vaticano II, Nostra aetate, # 2:
“Así, en el hinduismo, los hombres investigan el misterio divino y lo expresan mediante la inagotable fecundidad de los mitos y con los penetrantes esfuerzos de la filosofía, y buscan la liberación de las angustias de nuestra condición mediante las modalidades de la vida ascética, a través de profunda meditación, o bien buscando refugio en Dios con amor y confianza”.
2º TODAS LAS RELIGIONES DISTINTAS A LA CATÓLICA SON FALSAS Y SIRVEN
A SATANÁS
Papa Eugenio IV, Concilio de Basilea, sesión 19, 7 de septiembre de 1434:
“… hay esperanza de que muchos de los de la abominable secta de Mahoma se convertirán a la fe católica”.
Papa León X, Concilio V de Letrán, sesión 8, 19 de diciembre de 1513:
“Y puesto que la verdad no puede contradecir a la verdad, definimos que toda afirmación contraria a la verdad iluminada de la fe es totalmente falsa y prohibimos estrictamente se permita enseñar de otra manera. Decretamos que todos aquellos que adhieren a afirmaciones erróneas de este tipo, sembrando de esta manera herejías que están totalmente condenadas, deben evitarse en todo sentido y ser castigados como herejes detestables y odiosos e infieles que están socavando la fe católica”.
Papa Pío IX, Qui pluribus, # 15, 9 de noviembre de 1846:
“Tal es el sistema perverso y opuesto a la luz natural de la razón que propugna la indiferencia en materia de religión, con el cual estos inveterados enemigos de la religión, quitando todo discrimen entre la virtud y el vicio, entre la verdad y el error, entre la honestidad y vileza, aseguran que en cualquier religión se puede conseguir la salvación eterna, como si alguna vez pudieran entrar en consorcio la justicia con la iniquidad, la luz con las tinieblas, Cristo con Belial”
Papa León XIII, Ad extremas, # 1, 24 de junio de 1893:
“Nuestros pensamientos se dirigen, en primer lugar, al bienaventurado Apóstol Tomás, que con razón es llamado el fundador de la predicación del Evangelio a los hindúes. Después, está San Francisco Javier… A través de su extraordinaria perseverancia, convirtió a cientos de miles de hindúes de los mitos y viles supersticiones de los brahmanes a la verdadera religión. Tras las huellas de este hombre santo siguieron numerosos sacerdotes… ellos son los continuadores de estos nobles esfuerzos; no obstante, en las vastas extensiones de la tierra, muchos están todavía privados de la verdad, aprisionados miserablemente en las tinieblas de la superstición”.
Papa Pío XI, Mortalium animos, # 2, 6 enero de 1928:
“… la falsa opinión de los que piensan que todas las religiones son, con poca diferencia, buenas y laudables… Cuantos sustentan esta opinión, no sólo yerran y se engañan, sino también rechazan la verdadera religión, adulterando su concepto esencial”.
DESVIACIONES DEL CONCILIO VATICANO II
Vaticano II, Unitatis redintegratio, # 3:
“Por consiguiente, aunque creamos que las Iglesias y comunidades separadas tienen sus defectos, no están desprovistas de sentido y de valor en el misterio de la salvación, porque el Espíritu de Cristo no ha rehusado servirse de ellas como medios de salvación, cuya virtud deriva de la misma plenitud de la gracia y de la verdad que se confió a la Iglesia”.
Esta herejía es un rechazo al dogma “fuera de la Iglesia Católica no hay salvación”.
Vaticano II, Lumen gentium, # 15:
“La Iglesia se reconoce unida por muchas razones con quienes, estando bautizados, se honran con el nombre de cristianos, pero no profesan la fe en su totalidad o no guardan la unidad de comunión bajo el sucesor de Pedro”.
Vaticano II, Lumen gentium, # 16:
“Y la divina Providencia tampoco niega los auxilios necesarios para la salvación a quienes sin culpa no han llegado todavía a un conocimiento expreso de Dios y se esfuerzan en llevar una vida recta, no sin la gracia de Dios”.
Vaticano II, Lumen gentium, # 16:
“Pero el designio de salvación abarca también a los que reconocen al Creador, entre los cuales están en primer lugar los musulmanes, que, confesando adherirse a la fe de Abraham, adoran con nosotros a un dios único, misericordioso, que juzgará a los hombres en el día postrero”.
¡Esto es blasfemia! Los católicos adoran a Jesucristo y a la Santísima Trinidad; ¡los musulmanes no!
Vaticano II, Nostra aetate, # 2:
“En el budismo, según sus varias formas, se reconoce la insuficiencia radical de este mundo mudable y se enseña el camino por el que los hombres, con espíritu devoto y confiado, pueden adquirir el estado de perfecta liberación o la suprema iluminación, por sus propios esfuerzos apoyados con el auxilio superior”.
Vaticano II, Nostra aetate, # 2:
“Así, en el hinduismo, los hombres investigan el misterio divino y lo expresan mediante la inagotable fecundidad de los mitos y con los penetrantes esfuerzos de la filosofía, y buscan la liberación de las angustias de nuestra condición mediante las modalidades de la vida ascética, a través de profunda meditación, o bien buscando refugio en Dios con amor y confianza”.
3º EL HOMBRE NO ES CRISTO.
La idea de que Dios se ha unido a cada hombre en la encarnación es falsa y herética. No hay unión entre Cristo y cada hombre como resultado de la encarnación.
Todo en la Iglesia Católica se dirige a unir a la humanidad con Jesucristo. Esto se realiza mediante la fe y el bautismo. Si la unión entre “toda” la humanidad y Jesucristo ocurrió en la encarnación, entonces la Iglesia no tiene ningún valor. Lo mismo habría que decir de la crucifixión, de la resurrección, de los siete sacramentos, etc., ya que todos ellos no tendrían importancia dada la unión de la humanidad con Jesucristo.
En este sistema, la crucifixión de Cristo, por la cual el mundo fue realmente redimido y se le da la oportunidad para salvarse, se convierte, en cambio, en un simple signo de la unión entre Cristo y cada hombre, ya que ella existe y ha existido desde la encarnación. La redención, entonces, no tiene valor salvífico. Se puede ver que con este sistema toda la doctrina católica es lanzada a la basura.
Esta doctrina ha sido repetida y ampliada en innumerables ocasiones por San Juan Pablo II.
DESVIACIONES DEL CONCILIO VATICANO II
Vaticano II, Gaudium et spes, # 12:
“Creyentes y no creyentes están generalmente de acuerdo en este punto: todos los bienes de la tierra deben ordenarse en función del hombre, centro y cima de todos ellos”.
Esto es blasfemia. Si todas las cosas sobre la tierra deben estar relacionadas al hombre como su centro y cima, esto significa que todo debe ser medido por la ley del hombre y no por la ley de Dios. Esto significa que el hombre, para todas las intenciones y propósitos es, en realidad, Dios; todo debe estar relacionado con él. El hombre ha sido puesto en el lugar de Dios.
Vaticano II, Gaudium et spes, # 22:
“El Hijo de Dios, con su encarnación se ha unido, en cierto modo, con todo hombre. Trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre”.
4º LA IGLESIA CATOLICA ES UNICA Y PERFECTA.
Papa Inocencio III, Eius exemplo, 18 de diciembre de 1208:
“De corazón creemos y con la boca confesamos una sola Iglesia, no de herejes, sino la Santa, Romana, Católica y Apostólica, fuera de la cual creemos que nadie se salva”.
Papa Bonifacio VIII, Unam Sanctam, 18 de noviembre de 1302:
“Por apremio de la fe, estamos obligados a creer y mantener que hay una sola y Santa Iglesia Católica y la misma Apostólica, y nosotros firmemente lo creemos y simplemente lo confesamos, y fuera de ella no hay salvación ni perdón de los pecados, como quiera que el Esposo clama en los cantares: ‘Una sola es mi paloma, una sola es mi perfecta’”.
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, Cantate Domino, 1441, ex cathedra:
“La Santa Iglesia Romana cree firmemente, profesa y enseña que aquéllos que no están en el seno de la Iglesia Católica, no solamente los paganos, sino también los judíos o herejes y cismáticos, jamás compartirán la vida eterna, e irán irremediablemente al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles, a no ser que se hayan unido a la Iglesia antes de morir…”. …………………… “A cuantos sienten de modo diverso y contrario, la sacrosanta iglesia Romana los condena, reprueba y anatematiza y proclama que son ajenos al cuerpo de Cristo que es la Iglesia”.
Papa León XII, Ubi Primum, # 14, 5 de mayo de 1824:
“Es imposible que el Dios sumamente veraz, que es la Verdad misma, suprema, el más sabio proveedor y premiador de los hombres buenos, apruebe todas las sectas que profesan falsas enseñanzas que a menudo son incompatibles entre sí y contradictorias, y confiera la salvación eterna a sus miembros… porque por fe divina profesamos un Señor, una fe, un bautismo… Por eso confesamos que no hay salvación fuera de la Iglesia”.
Papa Gregorio XVI, Summo iugiter studio, # 6, 27 de mayo de 1832:
“Por lo tanto, ellos deben ser instruidos en la verdadera adoración de Dios, que es única a la religión católica”.
Papa León XIII, Satis cognitum, # 5, 29 de junio de 1896:
“quien se separa de la iglesia para unirse a una esposa adúltera, renuncia a las promesas hechas a la iglesia. Quien abandona a la iglesia de Cristo no logrará las recompensas de Cristo”. # 9: “Tal ha sido constantemente la costumbre de la iglesia, apoyada por el juicio unánime de los santos padres, que siempre han mirado como excluido de la comunión católica y fuera de la iglesia a cualquiera que se separe en lo más mínimo de la doctrina enseñada por el magisterio auténtico”.
DESVIACIONES DEL CONCILIO VATICANO II
Unitatis Redintegratio # 1:
“Casi todos, sin embargo, aunque de modo diverso, “suspiran” por una Iglesia de Dios única y visible, que sea verdaderamente universal y enviada a todo el mundo, para que el mundo se convierta al Evangelio y se salve para gloria de Dios”.
¡Esto es blasfemia! La gente anhelará la verdadera Iglesia Católica si no existe.
Vaticano II, Unitatis redintegratio, # 3:
“… puesto que quienes creen en Cristo y recibieron el bautismo debidamente, quedan constituidos en alguna comunión, aunque no sea perfecta, con la Iglesia Católica”. …….. “Sin embargo, justificados por la fe en el bautismo, quedan incorporados a Cristo y, por tanto, reciben el nombre de cristianos con todo derecho y justamente son reconocidos como hermanos en el Señor por los hijos de la Iglesia Católica”.
Vaticano II, Unitatis redintegratio, # 3:
“Es más: de entre el conjunto de elementos o bienes con que la Iglesia se edifica y vive, algunos, o mejor, muchísimos y muy importantes pueden encontrarse fuera del recinto visible de la Iglesia Católica: la Palabra de Dios escrita, la vida de la gracia, la fe, la esperanza y la caridad, y algunos dones interiores del Espíritu Santo y elementos visibles: todo esto que proviene de Cristo y a Él conduce, pertenece por Derecho a la única Iglesia de Cristo”.
Se deduce que coexisten la Iglesia Católica y otra iglesia a la que se llama Iglesia de Cristo.
Vaticano II, Unitatis redintegratio, # 3:
“… pero en tiempos sucesivos surgieron discrepancias mayores, separándose de la plena comunión de la Iglesia no pocas comunidades, a veces no sin responsabilidad de ambas partes, pero los que ahora nacen y se nutren de la fe de Jesucristo dentro de esas comunidades no pueden ser tenidos como responsables del pecado de la separación, y la Iglesia Católica los abraza con fraterno respeto y amor”.
¡No se puede acusar a ningún protestante de ser un hereje!
Vaticano II, Unitatis redintegratio, # 3:
“Por consiguiente, aunque creamos que las Iglesias y comunidades separadas tienen sus defectos, no están desprovistas de sentido y de valor en el misterio de la salvación, porque el Espíritu de Cristo no ha rehusado servirse de ellas como medios de salvación, cuya virtud deriva de la misma plenitud de la gracia y de la verdad que se confió a la Iglesia”.
Esta herejía constituye un rechazo al dogma fuera de la Iglesia Católica no hay salvación.
Vaticano II, Unitatis redintegratio, # 4:
“Sin embargo, las divisiones de los cristianos impiden que la Iglesia lleve a efecto “su propia plenitud de catolicidad” en aquellos hijos que, estando verdaderamente incorporados a ella por el bautismo, están, sin embargo, separados de su plena comunión. Más aún, a la misma Iglesia le resulta muy difícil expresar, bajo todos los aspectos, en la realidad misma de la vida, “la plenitud de la catolicidad”.
Verse afectada la plenitud de catolicidad por las divisiones de esas sectas no tendría sentido, a menos que se sostuviera que esas sectas forman parte de la Iglesia de Cristo.
Vaticano II, Unitatis redintegratio, # 4:
“Por otra parte, es necesario que los católicos, con gozo, reconozcan y aprecien en su valor los tesoros verdaderamente cristianos que, procedentes del patrimonio común, se encuentran en nuestros hermanos separados. Es justo y saludable reconocer las riquezas de Cristo y las virtudes en la vida de quienes dan testimonio de Cristo y, a veces, hasta el derramamiento de su sangre…”.
Vaticano II, Unitatis redintegratio, # 13
“Nuestra atención se fija en las dos categorías principales de escisiones que afectan a la túnica inconsútil de Cristo. Las primeras tuvieron lugar en el Oriente, a resultas de las declaraciones dogmáticas de los concilios de Éfeso y de Calcedonia, y en tiempos posteriores por la ruptura de la comunidad eclesiástica entre los patriarcas orientales y la Sede romana… # 15 Todos conocen con cuánto amor los cristianos orientales celebran el culto litúrgico… Consiguientemente, por la celebración de la eucaristía del Señor en cada una de estas “Iglesias”, se edifica y crece “la Iglesia de Dios”, y por la concelebración se manifiesta la comunión entre ellas”.
Vaticano II, Lumen gentium, # 15:
“La Iglesia se reconoce unida por muchas razones con quienes, estando bautizados, se honran con el nombre de cristianos, pero no profesan la fe en su totalidad o no guardan la unidad de comunión bajo el sucesor de Pedro”.
Resumen. El Concilio Vaticano II mantiene la tesis de que coexisten de un lado la Iglesia Católica y de otro una Iglesia a la que llama Iglesia de Dios o Iglesia de Cristo, que incluye a la Iglesia Católica además de otras.
5º SOLO EXISTEN MÁRTIRES EN LA IGLESIA CATÓLICA
Papa Pelagio II, epístola 2 Dilectionis vestrae, 585:
“No pueden permanecer con Dios los que no quisieron estar unánimes en la Iglesia. Aun cuando ardieren entregados a las llamas de la hoguera; aun cuando arrojados a las fieras den su vida, no será aquélla la corona de la fe, sino el castigo de la perfidia; ni muerte gloriosa [de virtud religiosa], sino perdición desesperada. Ese tal puede ser muerto; coronado, no puede serlo…”.
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, Cantate Domino, sesión 11, 4 de febrero de 1442:
“… Y que nadie, por más limosnas que hiciere, aun cuando derramare su sangre por el nombre de Cristo, puede salvarse, si no permaneciere en el seno y unidad de la Iglesia”.
La Iglesia Católica enseña dogmáticamente que no hay mártires cristianos fuera de la Iglesia:
DESVIACIONES DEL CONCILIO VATICANO II
Vaticano II, Unitatis redintegratio, # 4:
“Por otra parte, es necesario que los católicos, con gozo, reconozcan y aprecien en su valor los tesoros verdaderamente cristianos que, procedentes del patrimonio común, se encuentran en nuestros hermanos separados. Es justo y saludable reconocer las riquezas de Cristo y las virtudes en la vida de quienes dan testimonio de Cristo y, a veces, hasta el derramamiento de su sangre…”.
Vaticano II, Orientalium ecclesiarum, # 30:
“Pidan también al Espíritu Santo Paráclito a fin de que Él derrame plenitud de fortaleza y de consuelo en tantos cristianos, perseguidos y oprimidos, de cualquier Iglesia que sean, que en medio del dolor y del sufrimiento valientemente confiesan el nombre de Cristo”.
6º LOS SACRAMENTOS SOLO PUEDEN RECIBIRLOS LOS CATÓLICOS.
Papa Pío VIII, Traditi humilitati, # 4, 24 de mayo de 1829:
“Jerónimo solía decirlo de esta manera: quien comiere el cordero fuera de esta casa perecerá, así como aquellos que durante el diluvio no se encontraron con Noé en el arca”.
Papa Gregorio XVI, Commissum divinitus, # 11, 17 de mayo de 1835:
“… quien quiera se atreviese a apartarse de la compañía de Pedro, ha de saber que está privado del divino misterio. Quienquiera, añade San Jerónimo, que comiere el cordero fuera de esta casa es un profano…”.
Papa Pío IX, Amantissimus, # 3, 8 de abril de 1862:
“… el que comiere del Cordero y no es un miembro de la Iglesia, ha profanado”.
DESVIACIONES DEL CONCILIO VATICANO II
Vaticano II, Orientalium ecclesiarum, # 27:
“Teniendo en cuenta los principios ya dichos, pueden administrarse los sacramentos de la penitencia, eucaristía y unción de los enfermos a los orientales que de buena fe viven separados de la Iglesia Católica, con tal que los pidan espontáneamente y estén bien preparados”.
Vaticano II, Orientalium ecclesiarum, # 28:
“Supuestos esos mismos principios, se permite la comunicación en las funciones, cosas y lugares sagrados entre los católicos y los hermanos separados orientales…”.
7º NO DEBE HABER LIBERTAD DE CULTOS. EL ESTADO DEBE DE SER DE CONFESIÓN CATÓLICA
Papa Gregorio XVI, Mirari vos, # 15, 15 de agosto de 1832:
“Debemos también tratar en este lugar de la libertad de imprenta, nunca suficientemente condenada, si por tal se entiende el derecho de dar a la luz pública toda clase de escritos; libertad, por muchos deseada y promovida. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar qué monstruos de doctrina, o mejor dicho, qué sinnúmero de errores nos rodea, diseminándose por todas partes, en innumerables libros, folletos y artículos que, si son insignificantes por su extensión, no lo son ciertamente por la malicia que encierran”.
Papa Pío IX, Quanta Cura y Syllabus de errores, 8 de diciembre de 1864, # 55:
“La Iglesia ha de separarse del Estado y el Estado de la Iglesia”. – Condenado “
Papa Pío IX, Quanta Cura y Syllabus de errores, 8 de diciembre de 1864, # 77:
“En nuestra edad no conviene ya que la religión católica sea tenida como la única religión del Estado, con exclusión de cualquiera otros cultos”. – Condenado.
Papa Pío IX, Quanta Cura Syllabus de errores, 8 de diciembre de 1864, # 78:
“De ahí que laudablemente se ha provisto por ley en algunas regiones católicas que los hombres que allá inmigran puedan públicamente ejercer su propio culto cualquiera que fuere”. – Condenado.
Papa Pío IX, Quanta cura, # 3-6, 8 de diciembre de 1864, ex cathedra:
“y con esta idea de la gobernación social, absolutamente falsa, no dudan en consagrar aquella opinión errónea, en extremo perniciosa para la iglesia católica y la salud de las almas, llamada por Gregorio XVI, nuestro predecesor, de feliz memoria., “locura”, esto es, que ‘la libertad de conciencias y de cultos es un derecho propio de cada hombre, que todo estado bien constituido debe proclamar y garantizar como ley fundamental, y que los ciudadanos tienen derecho a la plena libertad de manifestar sus ideas con la máxima publicidad ―ya de palabra, ya por escrito, ya en otro modo cualquiera―, sin que autoridad civil ni eclesiástica alguna puedan reprimirla en ninguna forma’. al sostener afirmación tan temeraria no piensan ni consideran que con ello predican la libertad de perdición. … por lo tanto, todas y cada una de las perversas opiniones y doctrinas determinadamente especificadas en esta carta, con nuestra autoridad apostólica las reprobamos, proscribimos y condenamos; y queremos y mandamos que todas ellas sean tenidas por los hijos de la iglesia como reprobadas, proscritas y condenadas”.
Papa León XIII, Inmortale Dei, # 34, 1 de noviembre de 1885:
“Así, Gregorio XVI, en la encíclica Mirari vos, del 15 de agosto de 1832, condenó con gran autoridad doctrinal los principios que ya entonces se iban divulgando, esto es, el indiferentismo religioso, la libertad absoluta de cultos y de conciencia, la libertad de imprenta y la legitimidad del derecho de rebelión”. # 36: “Es, por otra parte, costumbre de la Iglesia, vigilar con mucho cuidado para que nadie sea forzado a abrazar la fe católica contra su voluntad, porque, como observa acertadamente San Agustín, ‘el hombre no puede creer más que de buena voluntad’”.
Papa León XIII, Libertas, # 42, 20 de junio de 1888:
“De lo dicho se sigue que no es lícito de ninguna manera pedir, defender, conceder la libertad de pensamiento, de prensa, de enseñanza, ni tampoco la de cultos, como otros tantos derechos correspondientes al hombre por naturaleza”.
Papa San Pío X, Vehementer Nos, 11 de febrero de 1906:
“Nos, en virtud de la suprema autoridad que Dios nos ha conferido, condenamos y reprobamos la ley promulgada que separa al Estado francés de la Iglesia; y esto en virtud de las causas que hemos expuesto anteriormente, por ser altamente injuriosa para Dios, de quien reniega oficialmente, sentando el principio de que la República no reconoce culto alguno religioso”.
DESVIACIONES DEL CONCILIO VATICANO II
Vaticano II, Dignitatis humanae, # 2:
“Este Concilio Vaticano declara que la persona humana tiene derecho a la libertad religiosa. Esta libertad consiste en que todos los hombres han de estar inmunes de coacción, tanto por parte de individuos como de grupos sociales y de cualquier potestad humana, y esto de tal manera que, en materia religiosa, ni se obligue a nadie a obrar contra su conciencia, ni se le impida que actúe conforme a ella en privado y en público, sólo o asociado con otros, dentro de los límites debidos. … Este derecho de la persona humana a la libertad religiosa ha de ser reconocido en el ordenamiento jurídico de la sociedad, de tal manera que llegue a convertirse en un derecho civil”.
Vaticano II, Dignitatis humanae, # 2:
“Por lo cual, el derecho a esta inmunidad, permanece también en aquellos que no cumplen la obligación de buscar la verdad y de adherirse a ella, y su ejercicio, con tal de que se guarde el justo orden público, no puede ser impedido”.
¡Lo sorprendente es que Benedicto XVI reconoce lo de más arriba!
Benedicto XVI, Principios de la Teología Católica, 1982, p. 381:
“Si se busca un diagnóstico global del texto [del documento del Vaticano II Gaudium et spes], se podría decir que (en conexión con los textos sobre la libertad religiosa y sobre las religiones del mundo) es una revisión del Syllabus de Pío IX, una especie de contra-Syllabus. …
Vaticano II, Dignitatis humanae, # 3:
“Por consiguiente, la autoridad civil, cuyo fin propio es velar por el bien común temporal, debe reconocer y favorecer la vida religiosa de los ciudadanos; pero excede su competencia si pretende dirigir o impedir los actos religiosos”. # 4: “Las comunidades religiosas tienen también el derecho de que no se les impida la enseñanza y la profesión pública, de palabra y por escrito, de su fe”.
8º DIOS ES COGNOSCIBLE POR LA RAZÓN NATURAL.
San Pablo Romanos, 1, 19-21:
“En efecto, lo cognoscible de Dios es manifiesto entre ellos, pues Dios se los manifestó; porque desde la creación del mundo, lo invisible de Dios, su eterno poder y divinidad, son conocidos mediante las obras. De manera que son inexcusables, por cuanto, conociendo a Dios, no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se entontecieron en sus razonamientos, viniendo a obscurecerse su insensato corazón”.
Papa Pío IX, Primer Concilio Vaticano, sesión 3, sobre la revelación, can. 1:
“Si alguno dijere que Dios vivo y verdadero, creador y Señor nuestro, no puede ser conocido con certeza por la luz natural de la razón humana por medio de las cosas que han sido hechas, sea anatema”.
Papa Pío IX, Primer Concilio Vaticano, sesión 3, sobre la creación, canon 1:
“Si alguno negare al solo Dios verdadero creador y señor de las cosas visibles e invisibles, sea anatema”.
DESVIACIONES DEL CONCILIO VATICANO II
Vaticano II, Lumen gentium, # 16:
“Y la divina Providencia tampoco niega los auxilios necesarios para la salvación a quienes sin culpa no han llegado todavía a un conocimiento expreso de Dios y se esfuerzan en llevar una vida recta, no sin la gracia de Dios”.
9º LAS HEREJÍAS EXCLUYEN DE LA IGLESIA CATÓLICA Y DE LA SALVACIÓN
Primer Concilio de Constantinopla, 381, can. 1:
“… anatematizar toda herejía, y en particular la de los eunomianos o anomeos, la de los arrianos o eudoxianos, y la de los semiarrianos o pneumatómacos, la de los sabelinos, marcelianos, la de los fotinianos y la de los apolinaristas”.
Papa San Celestino I, Concilio de Éfeso, 431:
“… recuerden que los seguidores de todas las herejías extraen de la Escritura inspirada la razón de sus errores, y que todos los herejes corrompen las verdaderas expresiones del Espíritu Santo con sus propias mentes malvadas y atraen sobre sus cabezas una llama inextinguible”.
Papa Pelagio II, epístola 1, Quod ad dilectionem, 585:
“Y si alguno sugiere, o cree, o bien osa enseñar contra esta fe, sepa que está condenado y anatematizado según la sentencia de esos mismos Padres”.
Papa San León IX, In terra pax hominibus, 2 de septiembre de 1053, al “Padre” de la Ortodoxia Oriental, Miguel Cerulario, cap. 7:
“La Santa Iglesia edificada sobre la piedra, esto es, sobre Cristo, y sobre Pedro o Cefas, el hijo de Jonás, que antes se llamaba Simón, porque en modo alguno había de ser vencida por las puertas del infierno, es decir, por las disputas de los herejes, que seducen a los vanos para su ruina”.
Papa Inocencio III, Cuarto Concilio Lateranense, 1215, constitución 3, sobre los herejes:
“Nos excomulgamos y anatematizamos toda herejía que se eleva en contra de esta fe santa, ortodoxa y católica que hemos expuesto anteriormente. Nos condenamos a todos los herejes, cualesquiera que sean los nombres por los que se hagan pasar. En verdad, ellos tienen diferentes caras, pero sus colas están unidas entre sí en la medida en que son similares en su orgullo”.
Papa León XII, Ubi Primum, # 14, 5 de mayo de 1824:
“Es imposible que el Dios sumamente veraz, que es la Verdad misma, suprema, el más sabio proveedor y premiador de los hombres buenos, apruebe todas las sectas que profesan falsas enseñanzas que a menudo son incompatibles entre sí y contradictorias, y confiera la salvación eterna a sus miembros… porque por fe divina profesamos un Señor, una fe, un bautismo… Por eso confesamos que no hay salvación fuera de la Iglesia”.
DESVIACIONES DEL CONCILIO VATICANO II
Vaticano II, Unitatis redintegratio, # 3:
“Es más: de entre el conjunto de elementos o bienes con que la Iglesia se edifica y vive, algunos, o mejor, muchísimos y muy importantes pueden encontrarse fuera del recinto visible de la Iglesia Católica: la Palabra de Dios escrita, la vida de la gracia, la fe, la esperanza y la caridad, y algunos dones interiores del Espíritu Santo y elementos visibles: todo esto que proviene de Cristo y a Él conduce, pertenece por Derecho a la única Iglesia de Cristo”.
Vaticano II, Unitatis redintegratio, # 3:
“Por consiguiente, aunque creamos que las Iglesias y comunidades separadas tienen sus defectos, no están desprovistas de sentido y de valor en el misterio de la salvación, porque el Espíritu de Cristo no ha rehusado servirse de ellas como medios de salvación, cuya virtud deriva de la misma plenitud de la gracia y de la verdad que se confió a la Iglesia”.
Esta herejías del Vaticano II es un rechazo al dogma fuera de la Iglesia Católica no hay salvación.
Vaticano II, Unitatis redintegratio, # 3:
“… pero en tiempos sucesivos surgieron discrepancias mayores, separándose de la plena comunión de la Iglesia no pocas comunidades, a veces no sin responsabilidad de ambas partes, pero los que ahora nacen y se nutren de la fe de Jesucristo dentro de esas comunidades no pueden ser tenidos como responsables del pecado de la separación, y la Iglesia Católica los abraza con fraterno respeto y amor”.
¡Ello significa que no se puede acusar a ningún protestante de ser un hereje!
Vaticano II, Unitatis redintegratio, # 4:
“Por otra parte, es necesario que los católicos, con gozo, reconozcan y aprecien en su valor los tesoros verdaderamente cristianos que, procedentes del patrimonio común, se encuentran en nuestros hermanos separados. Es justo y saludable reconocer las riquezas de Cristo y las virtudes en la vida de quienes dan testimonio de Cristo y, a veces, hasta el derramamiento de su sangre…”.
Vaticano II, Orientalium ecclesiarum, # 30:
“Pidan también al Espíritu Santo Paráclito a fin de que Él derrame plenitud de fortaleza y de consuelo en tantos cristianos, perseguidos y oprimidos, de cualquier Iglesia que sean, que en medio del dolor y del sufrimiento valientemente confiesan el nombre de Cristo”.
Vaticano II, Lumen gentium, # 15:
“La Iglesia se reconoce unida por muchas razones con quienes, estando bautizados, se honran con el nombre de cristianos, pero no profesan la fe en su totalidad o no guardan la unidad de comunión bajo el sucesor de Pedro”.
Por lo tanto existe otra Iglesia que incluye a la Iglesia Católica
Vaticano II, Lumen gentium, # 16:
“pero el designio de salvación abarca también a los que reconocen al creador, entre los cuales están en primer lugar los musulmanes, que, confesando adherirse a la fe de Abraham, adoran con nosotros a un dios único, misericordioso, que juzgará a los hombres en el día postrero”.
¡Esto es blasfemia! Los católicos adoran a Jesucristo y a la Santísima Trinidad; ¡los musulmanes no!
Vaticano II, Nostra aetate, # 2:
“En el budismo, según sus varias formas, se reconoce la insuficiencia radical de este mundo mudable y se enseña el camino por el que los hombres, con espíritu devoto y confiado, pueden adquirir el estado de perfecta liberación o la suprema iluminación, por sus propios esfuerzos apoyados con el auxilio superior”.
Vaticano II, Nostra aetate, # 2:
“Así, en el hinduismo, los hombres investigan el misterio divino y lo expresan mediante la inagotable fecundidad de los mitos y con los penetrantes esfuerzos de la filosofía, y buscan la liberación de las angustias de nuestra condición mediante las modalidades de la vida ascética, a través de profunda meditación, o bien buscando refugio en Dios con amor y confianza”.
10º TODO EL COSMOS, INCLUIDO EL HOMBRE, HA SIDO CREADO PARA GLORIA
DE DIOS
DESVIACIONES DEL CONCILIO VATICANO II
Vaticano II, Gaudium et spes, # 12:
“Creyentes y no creyentes están generalmente de acuerdo en este punto: todos los bienes de la tierra deben ordenarse en función del hombre, centro y cima de todos ellos”
¡Esto es blasfemia! Esto significa que todo debe ser medido por la ley del hombre y no por la ley de Dios. Esto significa que el hombre, para todas las intenciones y propósitos es, en realidad, Dios.
Vaticano II, Gaudium et spes, # 26:
“Crece al mismo tiempo la conciencia de la excelsa dignidad de la persona humana, de su superioridad sobre las cosas y de sus derechos y deberes universales e inviolables”.
Todo lo que hace y dice la iglesia catolica se contradice a si misma como entidad espiritual, es presisamente la iglesia catolica la que a lo largo de los siglos fue infiltrada por satanas, Jesus de Nazaret no fundo ninguna iglesia, mas al contrario se mostro como amigo incondicional y lucho contra el sistema, su reino no esta en la tierra y no necesitamos nunca representantes de ningun dios
Qué atrevida es la ignorancia. Su pobre cerebro protestante tampoco puede dar para más
1º La Iglesia Católica a lo largo de los siglos fue infiltrada por Satanás (con mayúsculas)
2º Jesús de Nazaret no fundó ninguna iglesia
3º No necesitamos nunca representantes de ningún dios
¡Enhorabuena. Está Ud. hecho todo un filósofo
Masones malos IC buena, vaya tela da te estupideces que hay que ver y mas en este medio, yo pensaba que los articulistas del Diestro eran gente inteligente que cada uno en su nivel si sabian como funciona El Mundo, pero,,,,el Angel Boya este o es un ceporro de mucho cuidado o esta a sueldo en la mafieta jesuita.
A ver si nos enteramos de una vez, no hubo un tal Jesus que murio crucificado y al tercer dia resucito en un cuerpo glorioso omnipotente y omnisciente capaz de moverse tanto en lo tangible como en lo que no, esto es algo que supera incluso un relato de ciencia ficcion escrito por alguien con LSD hasta las trancas y harto de porros,
Cuidadin con las Religiones, estas estan al lado del Poder Real y concretamente El Cristianismo , Inquisiciones y quema de herejes aparte, si tiene algo de verdad es su relacion con las Escuelas de Misterios representando al cristo simbolicamnete como “el Iniciado” que traspaso la mayor Iniciacion adquiriendo prestaciones mas alla del hombre vulgar o no iniciado,
Para terminar recordemos lo que dijo el gran impulsor de la Ag2030, Paco “el Boludo” “VCNRse es un Acto de Amor” , manda eggs, no sabia que la Despoblacion y El Amor van de la mano, yo pensaba que era al reves
Desde el principio de los tiempos el ser humano ha tenido necesidad de vida espiritual a través de los cultos.La Ecclesia en su día,sirvió de lugar de encuentro entre tribus,entre vecinos,hasta entre enemigos…
Usted habla de la Iglesia Católica Apostólica Romana,la que adapto en Occidente el culto divino de la forma más perfecta habida,y siempre inspirada por el Espiritu Santo.
Los romanos adoptaron las representaciones patriarcales de los etruscos,es todo historia y evolución de los cultos.Fundaron las grandes cuatro religiones adaptadas a las razas y puntos cardinales.
San Pedro fue el primer representante de Dios en la tierra,el Primer Papa…
En resumen que aunque la Santa Iglesia Católica tenga la mejor base posible y sea la más cercana a la verdad,jamás se ha librado de infiltraciones,de muchos enemigos,de grandes herejes y de grandes escándalos.
Y precisamente y por culpa de S.Ignacio de Loyola que fundó ese movimiento jesuita al que todavía hoy en día se le rinde culto en la Universidad,fue el que inicio la maldita masonería y todo lo que ha venido después,desgracias y desdichas para la Iglesia,y grave corrupción para su clero.
Vemos el ejemplo en Bergoglio,un delincuente argentino ateo,metido a Papa por los demócratas estadounidenses,para destruir la Iglesia por dentro.
Y si queremos creer en la Iglesia más sencilla la de las apariciones marianas,todo indica que al final quedaran muy pocos creyentes,muy pocos católicos,como se suele decir,mejor pocos pero buenos.
Hasta mediados del siglo XX, los Jesuitas fueron uno de los más sólidos soportes de la Tradición en la Iglesia Católica.
Vincular el movimiento jesuítico con la fundación de la masonería en 1717 es algo que no aparece por ningún lado en la documentación conocida.
Si Ud. tiene acceso a información privilegiada, me callo.