La venganza de la mujer pantera

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Allá por los años 1944, se recreaba una película con el nombre arriba señalado, es más anteriormente, se recrearon apodos parecidos, como la maldición de la mujer pantera, o el regreso de la mujer pantera, para mí, es más digestivo de tragar, el de la venganza de la mujer pantera. 

Siempre sabemos y se dice que la venganza es un placer de devolver el mal que se ha hecho y que, esta venganza seguirá siendo válida, mientras crezca la hierba y corra el agua. Lo mismo que, es de agradecer los apoyos recibidos que vengar las ofensas. Según Gonzalo Ugidos, la venganza es un traje unixes, a lo que yo le añado, máxime ahora que estamos con esto de la igualdad en el hombre con la mujer o viceversa, como trigénero, el cual se caracteriza por la inestabilidad de un individuo como masculino, femenino y un tercer género determinado por la circunstancia que presenta el contexto en el que el individuo se encuentre. Aquí una buena muestra para ver los nombrecitos que habría que buscar en la IA. Puesto que la inteligencia artificial me da la impresión que es unixes. Además, no tiene sexo por demostrar si es hembra o mujer, o vaya usted a saber y entender. 

Me supongo que hemos entrado en materia para conocer mejor la venganza de la mujer pantera. A lo largo de la historia y lo trifásico del asunto, nos vemos en una disyuntiva en donde vemos  una corriente de personalidades cuaternarias, es decir, tiempo habrá para dilucidar sobre el hombre. En este caso, por ahora, tenemos en la historia a hembras, todas ellas bravas y atrevidas en todos sus acontecimientos vividos, eso sí, como si fuesen la mujer del título de la cinta, se vieron en situaciones algunas de ellas en su venganza particular.

La asesina francesa de principios de siglo, Henriette Raynouard, la segadora de penes Lorena Bobbit o la actualísima Valérie Trierweiler, cuyo mérito en este campo es haber convertido su desquite contra el presidente francés, François Hollande, en un bestseller. Como otras tantas, nacidas hembras, Lucrecia Borgia que después de sus grandes y animadas virtudes con tintes novelescos, al parecer, no se conoce mucho su identidad. Era rubia y frágil y desangelada, según se dice, era una celebridad, donde merecían  sus delicadas manos y la presencia de su porte, algo engañoso. Murió muy joven después de haber nacido su octavo hijo.

Me limito a reproducir las palabras que dice Isidro García en este periódico: La Yoly, imitando a su querido sicofante, ha reproducido el monstruo, pero en feminazi. Humildemente no conocía el vocablo sicofante. He ojeado en el chivato diccionario español además de sicofante, las palabras: acusador, judas, traidor, impostor y acusica.  Pues mira por donde me  gusta el nombre de la Yoly porque lo veo más feminazi, como más radical y peyorativo de la palabra, bien, esta señora tuvo la gallardía de darle el nombre de Sumar a su fraccionado y  dividido partido en el Matadero de Madrid el 31 de mayo en un acto público.   

“La seductora manejando al endiosado con arrumacos de mercader bolivariano” como muy bien dice Isidro García. La venganza de la mujer pantera, asemejándola a este Yoli de desecho, referente a lo política, me retrotrae a la venganza de la mujer pantera, donde ha afilado sus garras abatiendo y dejando a su feroz enemiga fuera de pugilato en Podemos, sin embargo, no se ha dado cuenta que aún hay más políticos que se ha dejado atrás en ser los primeros de las listas. El remedio de la venganza de la mujer pantera, ha llegado en forma de liquidación  de verano, de la  llamada Yoly de Sumar, donde ha empezado a restar. 

Hablando de restar, faltan dos semanas para el inicio de la campaña electoral resulta ahora que a este partido no le salen las cuentas para costear los actos. Según dice ECD, esta aglomeración de partidos, “llamados ahora Sumar no tiene suficiente dinero para financiar la campaña de las elecciones” con todo esto admite la dificultad que está teniendo para llegar a los fondos mínimos para financiarla”. Como se puede apreciar, no es lo mismo Sumar que restar. ¿entienden? Visto lo visto, se podría llamar esta calificación nueva, la de la maldición de la mujer pantera, otra peli de los años 1950. Cuando se mezcla ignorancia y soberbia obtienes una dosis de mediocridad. Pues eso.