Mi desprecio por el lenguaje y las estrategias de los políticos del régimen español viene de muy lejos. Como anécdota, diré que ubico su inicio oficial aquel día que un coche electoral del PSOE nos regaló unas pegatinas a los críos que estábamos despellejándonos las rodillas, jugando a la pelota, a la comba y a policías y ladrones en las calles de un humilde barrio obrero. Tenía yo diez años, muy a principios de los 80, acepté la pegatina con un “gracias”, y mi pensamiento instantáneo fue, más o menos, que hacía falta ser buitre y absurdo para ir a hacerles la pelota a unos niños que estaban lejísimos de poder votar (esa es la perspectiva del tiempo a los diez años), y que desde luego teníamos cosas más interesantes que hacer que ir a contagiar entusiasmo de marca a nuestros padres, si era eso lo que calculaban que haríamos, en un terreno que nos resultaba ajeno y aburrido. Que ya sabrían ellos –nuestros padres- si tenían que votar y el qué, desde luego por motivos mucho más profundos, cultos y trascendentes que la posesión de una pegatina. Y que no iban a conseguir crearme una simpatía para mi vida adulta a partir de una pegatina bastante fea e inoportuna. Quién me iba a decir entonces que mi destino como española era vivir un régimen que consiste en “jugar” a diario a policías con ladrones, eso sí, sin jolgorio ni endorfinas, con nosotros pillados a perpetuidad, y financiando carísimo y constante márketing y merchandising.
El único activismo político que practico es la vigilancia, señalamiento, burla y destape de las triquiñuelas verbales y conceptuales de los políticos dizque profesionales, y su ejército oculto de ingenieros sociales y profesionales de la manipulación. Sus embaucamientos, sus mentiras, su perversión de las palabras, sus fraudes semánticos y sus contradicciones. Los campeones absolutos en este terreno de la manipulación lingüística y psicológica son los partidos que se hacen llamar “de izquierdas”, en sangrante estafa con disfraz anacrónico.
La gente
Aunque en general hace tiempo que se les desgastó y agotó el repertorio, y siguen en bucle infinito con sus “ultraderechas” y sus “fascismos”, sus “alertas contra el auge de”, sus recortes de Rajoy (recordemos que ellos no recortan, ellos disminuyen inversión) y su Prestige, y su Valle de los Caídos, todavía de vez en cuando brota una ocurrencia nueva, actualizada. La última, llamar “trumpistas” a todo grupo de personas que protagonicen algún tipo de manifestación popular contra el desgobierno y sus satélites. Los partidos de la estafa izquierdista siempre se han autoproclamado representantes y valedores de “la gente”, “del pueblo” en indefinida abstracción. Pero, tal y como sabíamos, gente es quien ellos deciden. Por ejemplo esa gente que “tomará las calles” si algún día vence “la ultraderecha”, como amenazó la ministra de Trabajo Fijo Discontinuo (perla de manipulación) hace un tiempo. También son “la gente” todas esas bandas entrenadas para la guerrilla urbana que han quemado Barcelona en dos ocasiones (sentencia del paripé del prusés, y supuesta condena de rapero rabioso), los catalanistas con su “derecho a decidir” asaltar el Parlament, o las hordas que a la señal de Pablo Iglesias y compañía intentaron deshacer “en las calles” los resultados electorales de Andalucía en 2018, etc.
Los trumpistas
En otra categoría, predestinada a convertirse con el inestimable trabajo de los medios de masas, los activistas de redes y las granjas de trolls y bots coordinados con los grupos políticos hegemónicos, en algo repudiable, están, desde ahora en España, los “trumpistas”.
Quienes manifiestan su rechazo al sistema electoral y su miríada de indicios de fraude, son trumpistas. Los ganaderos a los que pretenden arruinar con plandemias ad hoc basadas en tests, tal cual se hizo con el rebaño humano y como se ha hecho en Argentina para destruir su industria aviar, son trumpistas como los he visto etiquetar hoy mismo por el clásico pijoprogre ‘influencer’. Quienes proclaman su oposición firme al colonialismo de las corporaciones, la tecnodictadura y su pseudociencia corrupta, son trumpistas. Los agricultores que alertan a viva voz de su inminente ruina y la trampa mortal alimentaria tejida contra los españoles, trumpistas. Quienes gritan “que te vote Txapote”, trumpistas. Quienes protestan por la asfixia fiscal, el precio de los alimentos, la energía, el combustible y los suministros (donde no verán ustedes nunca a “la gente”), trumpistas. Quienes denuncian las fumigaciones, trumpistas. Quienes se quejan del incremento imparable de la criminalidad, trumpistas. Etc.
Decía el nervioso y nada imaginativo agente Sánchez que hay que mirar a otros países para entender las situaciones. Se refiere a mirar a EEUU, a Trump y a los “trumpistas”, que no son otra cosa más que la aplastante mayoría indignada de los norteamericanos, y mirar sus teatrillos como el del Capitolio, donde una masa preparada por Trump sirvió para el montaje hollywoodiense del “asalto”, replicado después por los mismos guionistas en Brasil. Los que prestamos atención de la buena a lo que se cuece en otros sitios, sin fiarnos ni un pelo de Trump, su ‘warp speed” y su convocatoria-trampa en Washington, hemos podido ver infinidad de vídeos de actores de crisis, reporteros de la CNN y ‘antifas’ localizados disfrazados de MAGAs, y la más que dudosa escena del disparo a la exmilitar a cámara muy lenta. Pero ya sabemos que cuando alguien como Sánchez o el resto de la secta invita a mirar algo, se refiere a que lo mires y veas lo que él y sus mass media te ordenen.
Donde no hemos visto al agente Sánchez, ni a la agente Ribera, ni a la agente Montero, ni a ninguno, decir que miremos para entender la situación, es hacia el sur. Un país que está construyendo, financiadas por nosotros, las infraestructuras, la agricultura, ganadería, pesca, energía “no verde” e industria que aquí se están demoliendo y desmantelando, que se está armando hasta los dientes también con generosas transferencias monetarias de nuestros desgobernantes, que ha cultivado un ánimo expansionista , ultranacionalista y revanchista, con un porcentaje alto de fervor religioso, profundamente machista y opuesto a nuestra política chulísima, inclusiva, feminista, resiliente y sostenible donde los ríos fluyen sin obstáculos. No, ahí no miren. Y no objeten nada a que sigan “huyendo del hambre” una porción de sus habitantes. No me sean trumpistas, fascistas, ultraderechistas, xenófobos, racistas y reaccionarios.
El SISTEMA está trabajando ya en “La Gran Coalición”.
Todo es teatro, pura farsa, pan y circo. El ecualizador electoral de Indra pondrá las cosas al servicio de la élite oscura.
¡NO VOTES y sé libre!
Hispanos, Resistencia.
No veo tan claro que no votar equivale a ser libre cuando el enemigo te acorrala con tratados plandémicos (inyecdciones obligatorias) y monedas personales digitales rothschildianas. Lo italianos al menos han logrado enlentecer el proceso involutivo con la Meloni. Aún no he podido descartar que la gran campaña abstencionista de la derecha, que incrementará con toda certeza los parlamentarios de ultraizquierda (Pucherazos Soros-Indra aparte), no sea otra jugada del enemigo
Nosotros apollamos el movimiento MAGA de Donald Trump al 100%,es nuestro líder y le queremos,la repercusión de su Presidencia en los EEUU marcaría un cambio en todas las economías también en la española,y otros cambios significativos en ámbitos sociales especialmente la lucha contra la corrupción y contra la trata de menores.
Aquí en España le han dado 40.000 millones a un Flamante Ministerio regalado para enchufar a la mujer del comunista P.Iglesias…llamado de igualdad,dinero que han utilizado para promover la corrupción de menores en toda España,para instruir con pronografia en los colegios a los niños o para labarles el cerebro y que se mutilen y hormonen de por vida.
Mientras tanto una mujer tras poner 52 DENUNCIAS a la policía por acoso y maltrato de su expareja ha sido finalmente asesinada por el denunciado,será esto la igualdad?.
Quizás usted es seguidor del hijo de Joe Biden llamado Hunter Biden,en cuyas miles de fotografías de su ladtop,se aprecian todo tipo de abusos sexuales a menores de edad,incluso a niñas raptadas y prostituidas,o tomando fentanilo en forma de rack,quizás a usted le parezca esto mejor o más progresista…pero a los demás no.
Todos los dictadores fascistas (de derecha y de izquierda) proclaman actuar en pro del interés general (y se arrogan el derecho de definir, de concretar, en qué consiste el interés general). Siempre mienten y embaucan para quitar libertades y entregar la economía a la banca usurera
El último párrafo de este artículo se comprende bastante mejor leyendo lo que dice la carta de Albert Pike a Mazzini (illuminati de rango 33 en 1871) sobre la Tercera Guerra
Lo de Sánchez es constante proyección psicológica, porque él es el trampista, tramposo, embustero.
En los ultimos meses imita la gestualidad de Biden; con las manos, con una sonrisa que pretende ser fotogénica y tan falsa como la de Biden, pero que le sale con cara de tonto, cada día más cara de tonto. Sánchez simplemente es “mentira”, así que todas las lindezas que dedique a quienes no tragamos sus embustes, nos traen sin cuidado. Hace poco dijo en una homilía a sus compadres de partido y poltrona que existían los negacionistas, y que incluso él conocía a algunos, pero no habló de los miles de muertos ni de los lisiados por sus “vacunas” (decía a los españoles en sus alós presidente : “Vacunarse”, “vacunarse”, y “vacunarse”). Sánchez es un ser despreciable.
Los médicos han sido incentivados financieramente para vacunar a los niños durante mucho tiempo. En 2016, Blue Cross Blue Shield pagó a los pediatras un bono de $400 por cada paciente que completara 10 vacunas antes de cumplir dos años, siempre que el 63% de sus pacientes estuvieran completamente vacunados.
También existen “incentivos para clientes y familias”. En 2015, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos Comunitarios recomendó aumentar las tasas de vacunación al otorgar recompensas de incentivos pequeñas y económicas a los pacientes.
El soborno también es parte del curso cuando se trata de mandatos de vacunas. Pfizer pagó sumas no reveladas a grupos de fachada que abogaban por mandatos de inyección COVID, ocultando así su conflicto de intereses.
Si bien la falsa pandemia de COVID-19 promovió muchos objetivos globalistas, inadvertidamente hundió las tasas de vacunación infantil. Para volver a encarrilar las tasas de vacunación infantil, una alianza mundial ha lanzado la iniciativa “The Big Catch-Up”. Se promociona como el mayor esfuerzo de inmunización infantil de la historia.
En abril de 2023, informé cómo los proveedores de atención primaria en los Estados Unidos fueron sobornados con programas de incentivos para obligar a los pacientes a recibir la vacuna tóxica COVID. Dado que no había responsabilidad por negligencia médica, los médicos se beneficiaron mientras los pacientes arriesgaban sus vidas como participantes en un experimento médico sin precedentes, todo mientras se les mentía sobre la seguridad y efectividad de estas inyecciones.
Aún más atroz, una vez que la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos autorizó la vacuna COVID para niños, también se extendieron incentivos de vacunación similares a los pediatras. Como se detalla en un boletín 1 de proveedores de Anthem Blue Cross and BlueShield Medicaid con fecha de julio de 2022, los médicos recibieron $50 por cada paciente de Medicaid de 6 meses o más, que recibió la inyección experimental.Los pediatras están incentivados financieramente para vacunar.
Que baja la natalidad en España?…pues aprobamos el aborto o feticidio,ponemos la ley trans y les mutilamos,y les inyectamos a los niños vacunas tóxicas.Luego hacemos demagogia de cómo ‘incentivar la natalidad’,regalando pañales?,quizás un kit de asfixia asistida con mascarillas y PCR.
Y si ya no queda nadie con vida?,pues quedan los animales…inventamos una enfermedad y vacunamos a todos los animales con vacunas con grafeno.
Se trata de hacer negocio,de poseer mucho dinero,ya no hay política solo una mafia organizada.