Rompiendo la sana costumbre de no seguir por televisión el aburrido y pesado recuento de votos de las elecciones, el domingo 28 de mayo, cambié de actitud, seguramente porque confiaba en irme a la cama tras contemplar satisfecho la derrota de Sánchez, que es lo que deseábamos fervientemente la mayoría de los españoles.
Cuando alcancé el grado de certidumbre suficiente, no apuré hasta el final y me retiré a dormir. Al día siguiente indagué para enterarme de cómo había encajado el resultado el plagiador Sánchez. Al parecer, este traidor, no se dignó felicitar al partido ganador, lo que no hace más que confirmar que es un antidemócrata, hipócrita y despreciable sujeto. No quedó aquí su reacción pues a la mañana siguiente (día 29), sin ajustarse (como es su costumbre) a la legalidad, disolvió las Cámaras y convocó elecciones para el 23 de julio, fecha nada casual en la que media España está de vacaciones.
Naturalmente no hizo autocrítica y echó la culpa del resultado a los demás. Un asco infinito recorrió mi cuerpo al ver en qué manos hemos estado desde hace cinco años. Pero el asco no tardó en asociarse con el miedo al escuchar lo que este malvado decía sobre Vox y el PP, el día 31, ante sus diputados y senadores a los que convocó para que le rindieran una mendicante pleitesía. En esa reunión, en la que estos lacayos babeaban y aplaudían como lo hacen a sus líderes en Cuba, Venezuela o Rusia, puso en su sucia boca las acciones que, según él, iban a emprender los dos partidos constitucionalistas.
Acciones que en realidad Sánchez ha puesto en práctica mientras ha gobernado y podría seguir haciendo si -por desgracia- volviera a gobernar. Una vez digerida la indignación y el miedo iniciales, no así el asco que es más resistente, hoy día 1 de junio, después de reflexionar y haber leído y oído a unos y a otros, me inunda la esperanza.
Estoy seguro de que a Sánchez le ha llegado la muerte como político. Tratará de hacer lo de siempre pero ahora muchos de los suyos (sobre todo los que se han quedado sin empleo) le darán la espalda. Otro dato importante: al parecer no ha logrado engañar a los jóvenes. Y por último, ya hay una fuerte conjura patriótica para votar, al precio que sea, en las próximas generales.
¿Hay algún mecanismo legal para que podamos EXIGIR la evaluación neuropsiquiátrica de esta COSA, y declarar nulas todas las mierdas que nos ha colado?
Allá por el 2017 ya me dediqué a vocear por algunos foros que este sujeto era un psicópata de libro. Nací con el don de detectar ojos de psicópata. Ahora sé que en aquel momento casi todo el mundo me tomó por pirada pero hoy en día “psicópata” es la palabra que le acompaña masivamente cada vez que los no borregos se refieren a él, pues mucha gente ha comprendido que esa es su ‘peculiaridad’. Es un psicópata de libro.
Aparte de quejarnos y locutar la actualidad como un maldito partido de fútbol, tenemos que proponer y trabajar en progreso. VERDADERO progreso. ¿No aman tanto “la ciencia”? Pues bien, la ciencia puede detectar a los psicópatas. Empujemos para que NUNCA MAIS los psicópatas entren en política a arrastrar nuestro destino. Que sea una prueba ineludible para optar a elecciones, por supuesto en un sistema sin sufragio universal.
Aviso a navegantes (tomad buena nota y la fecha en la que lo escribo):
Para las próximas elecciones generales en España, el SISTEMA utilizará su ECUALIZADOR ELECTORAL para propiciar “La Gran Coalición”, entre el PP (socialdemócrata) y el PSOE (socialismo comunista). Ambos comparten el mismo programa electoral (Agenda 2030, Cambio climático antropogénico, Violencia de género…). A VOX le dejarán con un buen número de diputados (unos 45), en una simulación ecualizada de democracia (lo cierto es que recibirán el doble, pero no se los van a dar). El argumento será la necesidad de afrontar en una gran coalición esta situación extremadamente difícil por la que atraviesa la economía española. Y todos los poderes fácticos (las grandes empresas, la Banca, los grandes medios de manipulación de masas) aplaudirán la decisión. Y los españoles, otra vez exprimidos.
¡NO VOTES! Sé libre.
Hispanos, Resistencia.
Desengáñese, los globalistas quitan y ponen a nuestros políticos de acuerdo con otros criterios como ser ciegamente a ellos (mediante pactos masónicos y de otra clase) y les importa un bledo todo lo demás, por ejemplo, la demencia senil de Biden; y cuanto mejor actores y más totalitarios sean, mejor. Un psicópata narcisista como el de aquí les viene como anillo al dedo.
ciegamente obedientes
No estoy tan seguro de que Sánchez haya muerto porque sigue siendo el niño mimado de Pucherazos Soros-Indra, la empresa que dice sumar, opacamente, los votos y decide el resultado. Sí, elecciones Transparentes ha demostrado que desde el año 2001 las juntas electorales provinciales no hacen el escrutinio general de los votos (suma de los votos de cada partido, acta a acta) por orden superior ya que eso ocurre en todas las provincias. El viernes pasado pudieron comprobar que volvió a repetirse esta aberrante farsa política en la al ciudadano se le privó de su derecho legal de fiscalizar la veracidad de los supuestos resultados. Todos los líderes de los partidos parlamentarios están en el ajo, incluido el de Abascal.
Aquí tienen un botón de muestra del viernes pasado en Toledo https://www.youtube.com/watch?v=OhRJN50FTAY