Los que sean usuarios habituales de las redes sociales, sobre todo de Twitter, sabrán que desde siempre han existido los llamados trolls. Esas cuentas, muchas de ellas falsas, siempre han tenido un objetivo determinado en función a los tiempos que estuviéramos viviendo.
Uno de los ejemplos más claros lo pudimos ver tras el nacimiento de Podemos, con Pablo Iglesias a la cabeza. Twitter estaba llena de cuentas falsas que realizaban una enorme labor en beneficio de ese partido. Si eras crítico con el podemismo, te atacaban y si se trataba de dar difusión a cualquier intervención de quien por aquel entonces era su “amado líder” inundaban las redes sociales con mensajes casi idénticos.
Pasado el tiempo, la cosa sigue igual. Pero ahora esas cuentas se dedican a una labor mucho más agresiva puesto que su función es proteger al oficialismo no solo con el virus, también con la farsa climática y con las estelas de veneno que nos están soltando los aviones en los cielos de todas las ciudades de España.
Y lo hacen a pesar de las grandes evidencias. Porque el asunto de la farsemia climática es mucho más evidente que el de las vacunas venenosas y el virus inexistente. Para darse cuenta ahora de que lo que sucede no es normal, no hay más que mirar al cielo. Antes, con el asunto del virus y las inoculaciones era más complicado, había que mirar al microscopio y recurrir a grandes cantidades de material que, además, estaba censurado en las redes para comprobar que el virus no estaba ni aislado, ni purificado, ni secuenciado y en el caso de las vacunas, había que recurrir a lo que pudiera ver en el microscopio gente entendida e independiente.
Ahora, ya pasado el tiempo, no deja de sorprendernos que todavía haya gente que niegue la mayor cuando son tantos los engañados que están enfermando o muriendo. Y encima niegan la mayor teniendo, como tenemos, un documento oficial del Ministerio de Sanidad de julio de 2021 en el que se dice, entre otras cosas: “El Ministerio de Sanidad no dispone de cultivos de SARS-Cov-2 para ensayos, y no tiene un registro de los laboratorios con capacidad de cultivo y aislamiento para ensayos”.
Que no lo decimos nosotros, que lo han dicho ellos. Y esto es de julio de 2021. Anda que no ha habido tiempo para leerlo.
Detectar trolls con mucha precisión tampoco está al alcance de cualquiera.
Los retrasados hiperventilados del canal de telegram de Alvise me han acusado de “troll” y me han expulsado (y por supuesto he abandonado el grupo de inmediato) sólo por decir que eso de azuzar hordas contra los que se deciden a publicar los trapos sucios que saca él (por no citarlo) es una estrategia nefasta, y que ya habrá tiempo de reivindicaciones.
Pues nada, que se queden ahí con sus hooligans fronterizos mentales. Les va a ir de cojón.
En cuanto al tema, si hay un documento DEMOLEDOR contra la plandemia, fue aquél que publicó la OMS en septiembre u octubre de 2020 diciendo que las cifras de la covis (las oficiales, ya ni entramos en lo infladísimas que están, asesinatos en hospital incluidos, véase noticia en Alerta Digital sobre el enfermero holandés que coleccionaba fiambres covis “por compasión”) habían resultado muy inferiores a las del “modelo predictivo”.
Toda la puta borregada sometida a los “modelos predictivos” y el castillo de humo que se teje sobre él, y clamando que eso es ciencia y medicina.
No sé cómo gestionar tanto asco.
Que poco te queda criminal como al resto.
Sabéis que pasa?,que ni con palabras ni con buenas acciones,se consigue nada,ante este atajo de delincuentes sinvergüenzas.
Esta tía fue metida en un Ministerio y es responsable del genocidio de las vacunas,de la obligación de las mascarillas de haber torturado a los niños y de muchas cosas más.
Una vez que se llenan los bolsillos,las cesan y ponen a otras,o por si la gente se olvida de todo,o para no poder hecharles las culpas de nada.
Queda claro que no con la verdad,ni con las justicia se les puede hacer frente,habrá que pensar en otros métodos para meterles en la cárcel con cadena perpetua.
Qué asco de publicidad metéis masivamente en medio de la noticia. Es estresante leeros.
A quién corresponda.