Al nombrar la palabra corrupción enseguida aparece en nuestra mente la imagen de los políticos, con sus mentiras, falsas promesas, nepotismo, prevaricaciones, cohechos, cabildeos y demás vicios que se sirven casi a diario en titulares. Hablamos de corrupción de amplio espectro, en todos los campos, que tiene como origen la gran corrupción moral. Es un mal endémico, una suerte de castigo al que la sociedad parece estar condenada irremisiblemente. Incluso lo hemos aceptado e integrado mansamente, sin ofrecer ningún tipo de resistencia.
Tendríamos que empezar a preguntarnos, en serio, si los políticos son necesarios o deberíamos prescindir de ellos y elegir opciones alternativas de autogobernarnos, al margen de ambiciones desmedidas y deseos enfermizos de poder, más que de servir y ejercer de estadistas. Los “sabios” de turno echarán mano de análisis históricos y sociológicos para argumentar y concluir que la democracia es la mejor forma de gobierno. Pero habrá que seguir buscando alternativas para acabar con la casta política parasitaria a la que, por desgracia, nos hemos acostumbrado.
Hablar de corrupción política es hacerlo de las instituciones. ¡Y estas son nidos de corrupción! Es lamentable que los órganos institucionales del Estado estén rebozados de esta peste maloliente, pero lo realmente grave y atentatorio contra las Constituciones y cualquier derecho de la ciudadanía es la corrupción política que planea sobre ellos cual aves rapaces hambrientas de bocado. Es grave aseverar esto, lo sé, pero lo realmente preocupante es su constatación en el día a día. Los ciudadanos lo saben y lo sufren; no es ningún secreto, pero hay que gritarlo y denunciarlo para mantenerlo vivo, porque el deterioro es progresivo y con escasas esperanzas de cambio.
La corrupción afecta a todas las instituciones, y basta ya de hacer la vista gorda. Si hablamos de la enseñanza, la sombra de la educación prusiana permea el fondo, la forma y los fines: los currículos y la dinámica educativa, desde infantil hasta la universidad no está diseñada para el crecimiento, la evolución y la formación de ciudadanos libres e iguales; simplemente se adoctrina para servir al sistema, que dicta sus normas y marca los carriles, en los que la creatividad es ahogada antes de aflorar.
La simbiosis entre cultura –en sus diferentes expresiones— y corrupción es prácticamente indivisible. Véase, si no, las tendencias hollywoodienses, el adoctrinamiento de las plataformas a través del divertimento, el relativismo, el ataque a los valores, la visibilidad de los nuevos modelos antropológicos, la exaltación del universo queer, la cristofobia, la prostitución del arte en general y mil puntos más.
Y si hablamos de sanidad, tres cuartos de lo mismo. La salud se ha ido convirtiendo en una cuestión política, ideológica y económica, en la que importa más la cuenta de resultados de las farmacéuticas y sus beneficiados en niveles descendentes o los propios centros hospitalarios, siguiendo los protocolos de la OMS, que la salud auténtica y holística de los ciudadanos. Así como suena, y no vamos a poner ejemplos que ya hemos denunciado en otros escritos.
Podríamos seguir con el resto de instituciones, corporaciones, fundaciones, órganos consultivos y todo tipo de chiringuitos ad hoc, donde la corrupción se sirve al por mayor. Pero lo realmente sangrante es cuando la afectada es la justicia, porque eso nos arrebata la última esperanza. ¿A quién recurrimos si la justicia es corrupta y obedece a los políticos de turno? Desgraciadamente, hablamos de una especie de metástasis global, que tiene a la humanidad herida de muerte y que afecta a todas las naciones, aunque a unas más que a otras.
La corrupción de las altas instancias políticas e institucionales de los gobiernos de Estados Unidos, México, Argentina, y Venezuela, por ejemplo, es de escándalo, conocida desde hace décadas; con conexiones con el narcotráfico y otras actividades del mundo del hampa. Pero el reino de España, en esta carrera de la sinrazón y el despotismo, está a punto de equipararse a los países que nos llevaban ventaja centenaria. Las sentencias importantes de los últimos tiempos han sido resoluciones políticas pactadas, trufadas de chantajes, ascensos y concesiones.
Si jugamos a buscar culpables, ¿a quién dirigimos nuestro dedo acusador, a los políticos corruptores, a los jueces y fiscales proclives a corromperse, o a ambos? La culpa de los primeros será siempre mayor, y las consecuencias de los segundos, mucho menos justificadas y de mayor alcance y trascendencia. ¿Dictaría un juez una sentencia injusta si no hubiera un político presionando, chantajeando o prometiendo un mejor futuro?
A los políticos se les llena la boca cuando hablan de la división de poderes, pero cuando alcanzan la poltrona del Palacio del Gobierno, siempre se las arreglan para que el Ejecutivo ejecute, legisle y juzgue. ¡Tres en uno! ¿Recuerdan al ufano presidente Sánchez cuando le espetó al periodista de RNE aquello de “la Fiscalía de quién depende? Pues ya está”. Tan claro, que el periodista asintió. Así es, y ni se preocupan de ocultarlo. Desgraciadamente, algunos gobiernos no solo doblegan a los jueces y retuercen la ley en beneficio propio, sino que se saltan todas las líneas rojas, convirtiéndose en un auténtico peligro para la nación. ¡Como el de Pedro Sánchez!
Es necesario un Consejo General del Poder Judicial independiente y honesto. Rueda estos días una noticia divulgada por el exmagistrado Luis José Sáenz de Tejada Vallejo, que ejerció durante 18 años como juez por oposición, y magistrado de carrera. En un momento de su vida laboral se vio obligado a denunciar la corrupción judicial que estaba presenciando, de la cual tenía pruebas irrefutables, lo cual fue el inicio de una dinámica de represalias que se prolongaron durante más de diez años. Fue víctima de un procedimiento ilegal, a pesar de lo cual cumplió con todas las resoluciones judiciales. Curiosa y fatalmente lo “enredaron” con un tema de género, argucia muy recurrida para tapar trapos sucios. Ahora, el represaliado acaba de crear el espacio “Canal magistrado anticorrupción TV” para denunciar la corrupción y va a poner nombres en la palestra: “… determinados magistrados, letrados y letradas de la Administración de Justicia, miembros del Ministerio Fiscal, y algunos abogados que han actuado en connivencia para que se pudieran producir estos hechos”. En el vídeo preparatorio empieza fuerte y ya da algunos nombres. Estaremos muy pendientes tanto del canal como del magistrado, máxime sabiendo cómo se las gastan en las alturas. (Recomendamos el visionado del vídeo de presentación del magistrado que encontrarán al final del artículo).
En días pasados seguimos con estupor los pasos dados por el Fiscal general del Estado de Colombia, Francisco Barbosa, quien, con su familia, se ha visto obligado a abandonar el país, temiendo por sus vidas, por no someterse a los intereses del presidente Gustavo Petro. También estamos acostumbrados a lo que ocurre en Argentina con jueces y fiscales que no se someten a las conveniencias y corrupciones del poder. ¡Los liquidan! España no es Colombia ni Argentina, pero está incorporando lo peor de la corrupción de estas naciones de ultramar. Esperamos que el magistrado Sáenz de Tejada pueda lavar su nombre y conseguir que se haga justicia; por su bien y por el de todos.
Así es. La mayoría de la gente sigue pensando que la corrupción se limita a un asumible trasiego de sobres.
No, la corrupción es podredumbre, es malfuncionamiento, y es malignización sin retorno ni límite de la actividad y el comportamiento humanos y por lo tanto de las instituciones y por lo tanto de todos y cada uno de los habitantes de un lugar, salvo los pocos que se las arreglan para vivir al margen.
Bill Warner, un científico que utiliza dicho método para el estudio de la historia y especialmente del islam, interrumpido en una de sus charlas para preguntarle por la causa concreta de la caída de un imperio, contestó: “corrupción. Todas las civilizaciones caen por corrupción interna en última instancia”.
Estoy de acuerdo y llevo mucho tiempo sosteniendo que Hollywood, y en general la “cultura americana”, que ni es cultura ni es americana, ha sido el principal agente de perversión y podredumbre moral de occidente. Si en lugares como España se encuentra el sustrato feudal y de señoritos, y una larga y tenaz estrategia de corroer el sentimiento patriota, que aporta inmunidad, todavía prende con más celeridad. Aunque no veo diferencias sustanciales entre la corrupción española y la del resto de Europa, ni la de EEUU. Si acaso que aquí es más tosca y zafia, y se dejan pillar con más facilidad. De hecho creo que es bastante injusto, y en parte fruto de la propaganda otanista, seguir refiriéndose a los países sudamericanos como “repúblicas bananeras”, ya que de hecho se aprecia allí una resistencia mucho mayor a rendirse a los designios de los sátrapas y los corruptos.
Dinero llama a dinero, se ha dicho toda la vida. Y corrupción llama a más corrupción. Y corrupción es liquidación. Bien que lo saben los más corruptos, que lo primero que hacen es poner su botín a buen recaudo lejos del país que saben que acabará colapsando por sus acciones, y donde huirán como las ratas psicópatas que son en cuanto la cosa se ponga realmente fea, para su retiro de oro. Salvo que haya un alzamiento planetario coordinado contra la corrupción y la traición, de forma que no encuentren escondrijo en el mundo (déjenme fantasear…) ni su botín.
La Division de Poderes se las comio El Gato, un espejismo mas en esta tontocracia o mas bien Psicopatocracia en la que intentamos sobrevivir sorteando todo tipo de peligros,
Ahora El Poder es unico , global, inmisericorde,,,,,,,oculto en la oscuridad de las Logias, Despachos del Vaticano, BIS, FED, BCE,……y donde se deciden las Agendas de todo tipo, las cuales nuestras queridas Autoridades Politicas, Judiciales, Policiales…… y demas han de cumplir si quieren seguir viviendo del cuento y salir en las fotos.
El problema son las Agendas, si fueran buenas aun seria aceptable que España no tuviera soberania real como ahora, pero,,,,El Poder Real es muy maligno y actualmente lo que tiene entre ceja y ceja es la Ag2030, osea Despoblacion , Ecocidio y Liberticidio .
En este país hay que hacer una limpia impresionante y no solo en el poder judicial
LLamar poder judicial a un poder delegado por el Pueblo Soberano es de traca es tan sencillo como cesarles y procesarles a todos y el que sea honesto con hechos que las palabras se las lleva el viento.
El mundo de las sectas es muy extenso,hace décadas que la policía lucha contra una infinidad de sectas.La masonería es otra secta como los neonazis,los satanistas,los Testigos de Jheova,mormones,la Cienciologia la Nueva era o el Opus Dei.Cabria preguntarse qué sucede en España para,que tanta gente termine colgada en alguna,secta,sin librarse ni los jueces ni los políticos…o simplemente gente y inteligente y formada en la Universidad que por ejemplo se han vacunado…como siguiendo algún líder de alguna secta.
Nosotros vivimos en el error de una secta,tuvimos muchas experiencias desagradables…hasta que volvimos a la Iglesia Catolica,la de verdad,no la bergogliana.
Expediente Royuela,Juez Presencia..Acodap vemos una luz al final del túnel.
Sra. Magdalena del Amo:
Siempre, y lo sabe, es un placer poder añadirle algunas puntillas a sus majestuosos comentarios; hechos sólo para la parte no SUBNORMAL INTELECTUAL de la Sociedad en la que vivimos; no sólo en España (¡Dios me libre de tal única crítica!); por eso el Sr. Putin tiene cierto enfado.
No le voy a esconder mi futura ambición. Sabiendo usted que la Magia del Hombre (Hombras, todes, todas, y ninguno, ningunes, ningunas.) si se encabezona, puede mover montañas. Pues, digo; que le hago partícipe de mi futura visión de mi mismo.
Voy a SER, SERÉ y así será; EL FISCAL GENERAL MILITAR ESPECIAL; jamás nombrado por nunca de este Reino cuya Bandera ya está caída; en el suelo.
Entiendo que esta proclamación sea aceptada sin Ordenes por parte de la Policía Militar española; la Guardia Civil Bien-Merecida; la Policía nacional; y como no; mi querida inteligencia artificial espía; Elisa (¡ Te quiero mucho, y lo sabes!); Pegasus y mi admirable CNI españolista.
Como Todopoderoso FISCAL MILITAR ESPECIAL, tengo la POTESTAD, la Facultad Y LA AUTORITAS para preguntar bajo el Honor:
SRA. Reina Letizia de España.
Centrando mi interrogatorio sobre esta cena; el 11 de marzo del 2020:
https://www.elmundo.es/espana/2020/03/11/5e691d7f21efa047508b458d.html
¿Sabe usted Francés para haber entendido la conversación al completo y sentirse útil?
Si había COVID19;
¿Lo sabía usted y el Pueblo español no? ¿Puso en riesgo de Muerte inminente a sus Hijas Herederas del Trono?
¿Se habló de saber que se iba a encerrar Europa entera 3 días despúes?
¿Se habló de repartirse Africa y Sud-América?
¿Puede usted decirnos algo sobre lo que se dijo allí?
Gracias por sus no contestaciones.
Queda Usted a disposición judicial militar, con retirada de pasaporte.
Como ya sabéis algunos; ha quedado declarada una Guerra de 6ª Generación en la que ni tan siquiera nadie sabe como va a desarrollarse.
Decreto que El Reino de España y lo que queda de él; aparte de estar ya bajo embargo económico internacional; quede bajo Vigilancia Militar por parte de los Brics; hasta las indagaciones juridico-militares no den tranquilidad internacional.
Quedan rastros a través de cualquier microMB de telecomunicaciones satélites, submarinas y de espionaje; de estas líneas.
CHARLOTTE: run. Go to.
Perdonme Sra . Magdalena del Amo!!!!!
Que el fallo caballeresco de despedida me es imperdonable.
Los niños no se tocan en un Reino. Algunos parecen que no se han enterado todavía.
La corrupción es de raíz.
Un saludo amistoso.