Esclavos

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La gran depresión de 1929 se produjo por una serie de burbujas financieras asociadas a un precio irreal de las acciones bursátiles en un entorno altamente inflacionario. Dado que los Rothschild son los dueños de la Reserva Federal norteamericana y el resto de los bancos centrales del planeta, así como del Banco Mundial, sito en suiza, el FMI y todas las entidades financieras que existen, su política siempre ha sido la misma: operar mediante el dinero deuda; los fondos que reciben los Estados en forma de compra de bonos y de deuda pública van asociados a una ganancia o interés; es así como han logrado manipular la economía de todos los países. Es de suponer que, como amos del dólar y del dinero que corre por nuestras manos, no sufren crisis como nosotros y se permiten el lujo de hacer quebrar países, bancos y crear problemas como la gran depresión, la cual estuvo planificada y calculada como manera de conducir al mundo a la ansiada segunda guerra mundial, gracias a la cual EEUU logró por fin su poderío por su moneda y las distintas políticas sobre aquélla. En otras palabras, los Estados funcionan con dinero prestado y ello les genera deudas y miseria creciente. La gran pregunta reside hasta qué punto un Estado puede ser soberano en estas condiciones esclavistas y si son Estados.

La crisis del 29 fue un desfase intencionado, una falta de regulación y una puesta en práctica de los principios de Adam Smith, según los cuales la economía se regularía por sí sola, lo cual la llevó al desastre y acabó arruinando a todos los bancos centrales del planeta. En 1933 se aprueba el Security Act y un año más tarde, 1934, aparece la International Exchange Commission, cuyo fin era facilitar y asegurar el buen funcionamiento de las inversiones, evitando el fraude y el engaño, así como cracks como el ocurrido antes de la segunda guerra mundial. ¿Y quiénes estaban registrados en este organismo? Todos los países del planeta y compañías de dichas naciones. Si los gobiernos, para ser funcionales, requieren de financiación y esos fondos llegan en forma de préstamos o dinero que no le pertenece al supuesto Estado, mucho menos a los ciudadanos o a los bancos que los invierten para generar más dinero, volvemos a la misma interrogante. ¿Son países? ¿España es una nación? ¿El Banco Central Europeo es autónomo o es dependiente de los Rothschild y de la Reserva Federal? 

Si echamos un vistazo a la página de la International Exchange Commission (https://www.sec.gov/enforce/public-alerts/fictitious-regulators/international-exchange-commission), financiado por el Congreso de los EEUU y organismo privado, cuando buscamos las empresas que lo forman, aparece la República del Perú, y otras muchas compañías. No es descabellado pensar que varias ideas muy surrealistas: primero, que lo que creemos que son países son corporaciones económicas que la International Exchange Commission controla, junto al FMI y el resto de la entidades financieras; segundo que, si no son países, los que llamamos presidentes de gobierno son gestores y que la ruta económica ya está marcada, asegurándose este organismo un esclavismo total a cambio de que los Estados cedan todo su control a los Rothschild; tercero, que si son corporaciones y no países, los ciudadanos no somos sujetos de derecho, sino simplemente mercancía productiva y que los tenemos en la medida en que lo que ofrecemos les interese a esas entidades financieras que están llevando a España a la quiebra; cuarto, que como mercadería, los humanos no tenemos derechos, estamos sometidos a sus regulaciones, somos presos del dinero deuda que nos llega o no en función de si ellos deciden o no (supongamos que quieren hacer un reseteo y muchos ciudadanos sobramos, por lo que nos han de quitar del medio, por ejemplo…) y, cinco, si no tenemos derechos y nos los otorgan del mismo modo que los retiran porque dichas corporaciones son dependientes de este organismo y de sus normas, entonces, todo es mentira y nos han tomado el pelo desde siempre. Usted no es un ciudadano, usted es una pieza productiva del puzle del dinero que ellos controlan, menos que un esclavo de la época romana pues ellos, los que controlan todo el sistema económico, no dependen de usted; es más, si se muere a ellos les da lo mismo y ahora buscan reducir precisamente la población para su mundo, donde gobernará la inteligencia artificial y ellos tomarán las decisiones bajo algoritmos, los que está detrás de toda la agenda 2030.

De este modo, si desde 1934 los países pasaron a ser corporaciones, con la excusa de evitar un crack financiero, que ellos provocaron, del mismo modo que harán con el sistema financiero actual, porque así lo marca el ciclo económico, en la actualidad, en un periodo de cambio de ciclo largo, iniciado tras el acuerdo de Breton Brood, ante el elevado nivel de deuda, los que se llaman Estados, que no lo son, están hipotecados en sus organismos, leyes e instituciones. Así, lo que señalan las constituciones y sus derechos, esos de los que tanto se nos llena la boca al hablar de libertad y respeto a nuestra dignidad, para ellos no valen absolutamente nada. Una corporación no puede tener sujetos con derecho al respeto, sino piezas que pueden ser útiles o no, en función de la conveniencia. Pueden ordenar que nos mate con una vacuna envenenada, como han hecho y quieren seguir haciendo, convertir a los países en dictaduras en las que la libertad no existe y sólo es posible obedecer al sátrapa para seguir viviendo, someternos a todas las medidas que ellos quieran, porque reciben órdenes de élites oscuras y con pensamiento diabólico y eliminarnos cuándo deseen. Somos, en definitiva, piezas que ni tan siquiera somos operativas. La International Exchange Commision sirvió para imponer con un golpe de mano la dictadura global, bajo la excusa de las deudas de los países, supuestamente soberanos, tras el crack de 29 con los EEUU.

Por lo tanto, olvidáos de que sois sujetos de derecho (los esclavos de la antigüedad tenían más valor que nosotros), menos creáis que vivís en una democracia (es un engaño más para bobos, para que penséis que estáis en un mundo con reglas de convivencia) y, por supuesto, al ser seres vivos, la vida es lo que menos les interesa, razón por la que las normas sirven para crear la matrix de la sociedad postmoderna, ilusionar, esclavizar de manera indirecta y tramposa, retirar derechos, condicionar de manera completamente inhumana (como se haría con un experimento con animales) y, por último, existe una salida dentro del sistema en el que practicamos el ingenuo buenismo.

No, desde siempre hemos vivido en un engaño en el que el ser humano se ha visto, no sólo burlado, sino pisoteado, torturado y matado vilmente por sujetos invisibles que controlan la economía mundial y los gobiernos son sus gestores, puestos a dedos en la CFR, organismo de las élites satánicas, creado en 1921 para elegir a los dirigentes y presidentes de las distintas corporaciones como España, Francia, Alemania y todas las restantes, los cuales hacen cumplir órdenes y han sido elegidos como se seleccione un alto cargo de una gran empresa: ha de tener gran capacidad de decisión, de frialdad, de obediencia ciega, de liderazgo y de control de todas las situaciones que se generen (muchas de ellas ya previstas, como el descontento social). 

Es este sistema de corte esclavista y diabólico la clave para entender entonces la política y el modo en el que ésta nos afecta a todos porque ellos, los partidos políticos, son instrumentos de sumisión y de engaño de la gran farsa de la democracia. El día en el que España se convierta en la dictadura más infernal que nadie pueda imaginarse, se entenderá la verdadera naturaleza de la política y de lo que llamamos falsamente países, será más auténtico y real y, en ese supuesto nos quedarán dos opciones: o luchamos con uñas y dientes por nuestra dignidad humana o nos dejamos asesinar por ellos.