Para dar testimonio y en homenaje a las Víctimas de la Vacunación Covid, afectados y familiares de fallecidos se reunirán a lo largo de la jornada en plazas públicas de 22 países.

La cita en Valencia será a partir de las 19h en la Plaza de la Reina

Los afectados por las vacunas del covid-19 están llamados a participar del “Día V”, una primera jornada internacional dedicada al reconocimiento de las víctimas de efectos adversos de las inoculaciones.

Y es que el silencio atronador impuesto por medios de comunicación, políticos y compañías farmacéuticas sobre los efectos adversos y la sobremortalidad inexplicada asociada a las inoculaciones experimentales, condena doblemente a los afectados.

Porque merecen visibilidad, reconocimiento, asistencia, atención y solidaridad, afectados organizados en 22 países llaman a que las autoridades lleven a cabo las investigaciones pertinentes y a parar definitivamente las campañas de inoculación.

Llaman también a que los medios de comunicación informen verazmente sobre las cifras reales y los hechos, sobre los conflictos de interés que han llevado a manipular a la opinión pública, sobre la verdad de una tecnología experimental que jamás había demostrado ni eficacia ni seguridad. Tampoco ahora.

Y por último, llaman a que se haga justicia con el mayor fraude sanitario al que se ha enfrentado la humanidad en la historia. La coacción para aplicar masivamente un producto fallido, pasando por encima de los Derechos Humanos, no debe volver a repetirse.

La idea de esta iniciativa es juntarse en plazas -en Valencia será la plaza de la Reina a las 19h- portando una V como enseña en la solapa, y dar testimonio público de los casos de efectos adversos, negados y silenciados sistemáticamente y de los que nadie se hace responsable.

Toda la información se puede encontrar en www.AfectadosPorLasVacunas.com

7 Comentarios

  1. Me parece muy bien que se hagan estas concentraciones pero si la gente hubiera escuchado… Espero que los responsables acaben en un tribunal, concretamente cuerpos de seguridad,medicos, politicos, farmaceuticas y todos aquellos secuaces que lo han permitido incluyendo jueces.

    • El único tribunal en el que podrían acabar sería el presidido por Dios en el Juicio Final. Sólo por pensar en ello merece la pena creer.
      Un saludo y ¡Arriba España Siempre!

  2. La vacuna no “es un producto fallido”, el oxido de grafeno de las vacunas esta provocando el efecto deseado, enfermedad, muerte y neuromodulación. El covid es una estafa para imponer una dictadura. Los medios de comunicación oficiales sueltan bulos, no pueden informar de nada. Las “estadisticas” oficiales son falsas, no sabemos cuantos habitantes hay en España ahora pero un informe estadounidense dice que para 2.025 tienen que haber 25 millones, gobierno y empleados públicos seguirán diciendo que hay 47 millones de habitantes.

  3. Silencio sepulcral en los medios acerca de las vacunas, pero los canallas de las televisiones sistémicas te ponen un anuncio diciendo que una de cada dos personas tendrán cáncer en su vida, cuando hace poco era una de cada diez. Pero no explican por qué .

  4. No son vacunas porque no inmunizan de nada, eso es lo primero que hay que decir que no se les ha vacunado se les ha intoxicado.

  5. El Diestro siempre negativo con los Puyazos Nanografenados Transgenizadores, no ve mas alla, la parte positiva,,, que es mucha, Las Funerarias se van a forrar, asi como Cardiologos, Cancerologos, Repentinologos,,,,,por no hablar de que que el gasto en las Pensiones bajara muchisimo.

    Se podrian añadir la bajada del paro, facilidad en aparcar y buscar vivienda, ausencia de colas y listas de espera,,,,,,todo muy sostenible, como ordena la AG2030 a la que tanta aficion tienen nuestras queridas autoridades y clase politica,

  6. Tengo la extraña sensación de llevar una diana pegada a la espalda. Deambulo por ahí con ese mismo escalofrío en la espalda de cuando era pequeña y transitaba a oscuras el largo pasillo de mi casa. Presiento como un francotirador apostado donde no puedo verlo, oculto en la sombra acecha mis pasos pendiente de una orden para disparar. Rehúyo los lugares que transita el hombre corriente (“Ve por los lugares que teme el hombre corriente”. Samurái Miyamoto Mushasi. “El libro de los 5 anillos”) huyendo de un destino que tal vez ya tengo marcado, y como un Truman despierto me aterra pensarlo. Médicos, hospitales, me inquietan y los evito, y tal vez eso sea lo que me mate. Los tentáculos ya se han extendido tanto, que han llegado hasta la “inocente e inocua” revisión médica – privada – de empresa (me preguntaron si estaba vacunada. Los mandé a cagar como era preceptivo. Quirón salud, por si a alguien le sirve para estar alerta y preparado). No sé si será sugestión, pero cada vez desarrollo más intolerancias a medicamentos. Ya solo admito paracetamol y de vez en cuando neproxeno, nada más. Todo tratamiento prolongado me sienta mal (Nolotil, enantyum), me descomponen el cuerpo de tal forma que me siento morir por encima de lo mal que pueda hacerme sentir la propia enfermedad (pleno proceso de expulsión de piedras del riñón). No sé cómo será el proceso en un envenenado, pero se me antoja que la sensación debe ser similar.
    He sentido en mi piel la misma angustia, lo mismo – creo – que debieron sentir perseguidos ocultos en zulos camuflados tras falsas paredes, tras inocentes armarios, en buhardillas sin acceso, en agujeros inmundos aterrados oyendo los pasos de los que llegaban para prenderle, contando los segundos y sintiendo alivio momentáneo al escucharlos alejarse, contando las horas hasta la próxima. Perseguidos, acechados, acosados, cercados, acorralados……. y eso no es vivir, eso no es normal en tiempos de paz. Por eso y solo por eso, sin más consideraciones médicas, científicas, de “bien común” etc etc, sé que tenemos razón y no estamos paranoicos. Sé que estamos en guerra, sé que nos la han declarado aunque no lo hayan hecho con declaración formal, a traición, sin avisar. Infames, cobardes, ventajistas y traicioneros. Aunque no sepa quién es el enemigo que me persigue, sé que estoy siendo perseguida. Oigo los ladridos de sus perros en la lejanía, no estoy loca, ya he sufrido su dentellada (Quirón salud), no son imaginaciones mías, aún me duele la encerrona, la sorpresa y la incredulidad, la constatación del tentáculo, mirar cara a cara a una de las cabezas de la hidra y sentirme “pillada”, sentir cómo se me helaba la sangre en mis venas, fue muy real.
    Lo que hemos padecido y seguimos padeciendo es la confirmación. Sus palabras pueden no decirlo, pero sus hechos lo confirman y les delatan: no es normal ser tratado como enemigo en tiempos de paz, esto es una guerra, no declarada pero real. No te caen bombas pero tienes que ponerte a cubierto, ocultarte, invisibilizarte, jugar al gato y al ratón, evitar situaciones (y personas. Mi jefa que cree que estoy vacunada porque vino justo a vernos el día anterior a la cita y le dijimos que sí íbamos a acudir. Ese mismo día se prohibió Astrazeneca en Europa y no fui. Ella está convencida de que sí y por eso no pregunta, pero sabemos por una compañera que vino nueva, que la obligó con la amenaza de despido) para evitar el peligro, eludir conversaciones, cambiar de tema, desviar la atención, es angustioso (y esto ya dura más que la guerra civil). Sus soldados no visten de kaki, visten de blanco pero matan igual. No van armados de fusiles, van armados de jeringuillas que matan más lento (o no) y disimulan así su letalidad. No hay un campo de batalla donde dirimir un vencedor, porque toda la faz de la tierra es su campo de batalla.

    No hay dónde esconderse, no hay dónde huir, solo queda dar batalla y morir con honor.

    25 millones para el 2025 es la mitad más/menos y no deja de entrar gente “invitada” sin invitación, no cuadra. Alguien sobra y creo que soy yo (60), somos los que vamos ya camino de pedir, de costar más que de aportar, los que ya no podemos seguir siendo explotados, los que no podemos trabajar hasta la muerte, no sería “estético”, tienen que ser sin parecer y ya tienen esclavos sustitutos, mejor la inyección letal y “acaban con nuestro sufrimiento”, pero que no parezca lo que es, “que parezca un accidente” esto es una democracia. Maquiavelo hoy escribiría el Best Seller de su vida y sería tachado de conspiranoico.
    He escapado esta vez y de milagro (la tentación y la duda estuvo ahí, lo reconozco), pero el cerco se estrecha, siento su aliento fétido en mi nuca. Me siento vigilada, controlada, monitoreada como decís ahora. Me siento como un pobre mortal observado por dioses en su olimpo, manejando a su antojo el escenario que habito y sus circunstancias, mientras todopoderosos juegan y se ríen de la tregua, el receso, el respiro que te dan para que te confíes y el próximo golpe te duela y desconcierte más por inesperado.

    Sé que vivo en el suburbio, no me engaña el espejismo del parque temático. Sé que aquí el peligro acecha en cada esquina, no sé qué me matará, pero sé que la posibilidad existe y es alta. Tal vez sea idiota si el destino va a ser el mismo, pero prefiero “obligar” a mi asesino a descubrirse, que dejarlo que me mate y se vaya de rositas, me insulte encima, y le diga a todo el mundo que no me obligó a abalanzarme sobre su cuchillo.

    “Toda su vida, las ovejas le tienen miedo al lobo, pero luego son devoradas por el pastor”.
    (Proverbio africano)

    Perdonadme, pero es que está calma tensa, está espera, esta simulación de “normalidad”, no augura nada bueno. Estoy esperando con angustia ese momento de la verdad, ese momento en el que den la orden para la ofensiva final. Martillea mi mente a todas horas aquella frase de nuestros mayores en los entierros: “no somos nadie” y adquiere toda su dimensión, por fin la he entendido, he entendido su humildad y aceptación de la fatalidad con esa resignación tan heroica, y mi admiración hacia ellos crece día a día, aunque no se lo pueda decir pues ya no me queda ninguno, gracias a Dios. No temo por mí, ya no, me la trufa lo que me pase a estas alturas de mi vida. Ya he hecho todo lo trascendental que quería y podía hacer desde mi limitada capacidad, temo por ellos, por mi obra, por mis hijos. Por eso ni puedo ni quiero irme sin ver este delirio caer y arrastrar al abismo con él toda su mierda y a todos sus mierdas. Esto es una lucha a muerte y yo ya he renunciado a salvar a mis familiares y a mí misma incluso, pero mis hijos son otra cosa, mis hijos son sagrados y por ellos mato, y no es retórica. Se lo debo.

    Perdonadme ¡por favor!. Tengo que verbalizar está angustia que siento o me volveré loca. Por detrás y a la chita callando están implementando todas las herramientas para hacer “legal” su tiranía genocida (BOE). No me leáis en todo caso y en paz. Mejor leer el BOE.

    Hasta otra y gracias por vuestra compañía y vuestra paciencia.

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