Todas las guerras incluidas las actuales se realizan con violencia y muertes sobre personas y destrucción de la naturaleza.
Actualmente, la humanidad está inmersa en una guerra global frente a élites satánicas constituidas bajo la denominación de Nuevo Orden Mundial (NOM). En su nombre se someten: organismos internacionales, poderes ejecutivos, legislativos y judiciales de las naciones y en consecuencia las estructuras institucionales de los estados, el caso de la sanidad es con mucho el mas escandaloso.
Dada la situación, es preciso pensar en nuestra defensa de la libertad y dignidad individual y colectiva, disponiendo de nuestros valores personales como único medio de lucha.
Para los cristianos el principal valor proviene de que la persona humana, es una criatura que procede de un Dios de Amor. Así fue y es manifestado por su hijo Jesucristo con palabras, obras y su propia entrega para ser martirizado, como paso previo de su victoria y nuestra victoria sobre la muerte. En los evangelios se lee: ”Bienaventurados los mansos porque ellos heredarán la tierra”.
Merece la pena unas breves reflexiones sobre esta virtud humana que parece decisoria frente a nuestros problemas con el mundo:
- Las personas mansas no conocen la ofensa personal. No se les puede ofender, en la medida en que ante la ofensa, no se centran en ellas mismas, sino en la incredulidad o ignorancia de la persona que les agrede, les traiciona o les difama, que son formas graves de la ofensa. La mansedumbre extrema de Nuestro Señor se manifiesta en estas palabras dichas en la Cruz:”Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”.
- La mansedumbre es el antídoto para el miedo. No se valora el daño propio sino el bien a conseguir para los que lo sufren. Se puede afirmar por ello que la mansedumbre lleva acompañada la valentía como base espiritual, porque no prevalece el daño propio sino la defensa de nuestro prójimo. Así pues, la valentía es una clara muestra de mansedumbre.
- La firmeza acompaña siempre a los mansos en la medida en que no se les puede intimidar si ello supone una renuncia a la verdad espiritual del amor a Dios y al prójimo o a la defensa de su dignidad que sienten como propia.
- No se deja llevar por sus emociones ni reacciona sin control ante una situación. Así se dice que el manso tiene una gran fuerza interior que le permite poner su voluntad y sus reacciones bajo el control de un Dios-Amor con toda confianza. Vive con la expectativa de que siempre aprenderá algo de las experiencias que Dios ponga en su vida. Esta actitud protege su corazón de la amargura.
Algunas citas en la Biblia sobre la mansedumbre:
- El sabio de verdad es manso: Santiago 3.13.
- Nos ayuda a enfrentar el odio y la injusticia: Lucas. 6,27-31.
- Nos ayuda a permanecer firmes en situaciones difíciles: Eclesiastés 10,4.
Opongamos a las falsas vacunas del inexistente Sars-Cov-2 que con su nanotecnología pretenden la colonización de la mente humana, la virtud de la mansedumbre como “vacuna” regeneradora del espíritu.
Hay sabios mansos, y sabios guerreros, y cuando falta uno de los dos todo se va a freír espárragos y ya sólo queda el reino del sabio pérfido.
Quería decir el astuto pérfido.
La sabiduría siempre se inclina hacia el bien y la paz real.
La paz ya no es posible una vez realizado el daño.
Los Libros Sapienciales de la Biblia, dignos de ser estudiados, otra cosa es la Iglesia con sus turbios intereses e Historia,mas en estos tiempos donde El Vaticano es un Centro del Deep State y con Papa impulsor de la Ag2030 y mas peligroso que una piraña en un bide, ya saben “Despoblarse es un acto de amor
Eclesiastés, 3
1.Todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el cielo:
2.Su tiempo el nacer, y su tiempo el morir; su tiempo el plantar, y su tiempo el arrancar lo plantado.
3.Su tiempo el matar, y su tiempo el sanar; su tiempo el destruir, y su tiempo el edificar.
4.Su tiempo el llorar, y su tiempo el reír; su tiempo el lamentarse, y su tiempo el danzar.
5.Su tiempo el lanzar piedras, y su tiempo el recogerlas; su tiempo el abrazarse, y su tiempo el separarse.
6.Su tiempo el buscar, y su tiempo el perder; su tiempo el guardar, y su tiempo el tirar.
7.Su tiempo el rasgar, y su tiempo el coser; su tiempo el callar, y su tiempo el hablar.
8.Su tiempo el amar, y su tiempo el odiar; su tiempo la guerra, y su tiempo la paz.
“Para los cristianos el principal valor proviene de que la persona humana.”
¡Ese es el quid de la cuestión! La mayoría no sabe que el 10% de la población “humana” son psicópatas (en las Escuelas Iniciáticas les llamamos por su verdadera condición). Son Demonios al servicio de sus Amos. Esto explica, en parte, el porqué de lo que le sucede a la Humanidad desde hace milenios.
Por otro lado, matar Demonios no es pecado a los ojos de Dios Todopoderoso, ni genera Karma en nuestras Almas inmortales. Al contrario, el Universo lo agradece, pues es nuestra misión.
Resistencia consciente.