En primavera es muy difícil ver gangas y oportunidades en los grandes comercios y si se me apura muchísimo menos en la entrada del periplo primaveral. Los comercios ven que sus tiendas no necesitan estas ventas colocarlas en sus escaparates mucho más baratas para sus clientes ya que los comercios y el márquetin adquirido en este tiempo lo tienen más que estudiado.

Siempre y antes de unas elecciones los partidos políticos abren la veda y oportunidades. Esto no es nuevo para nadie. Hace tiempo que pronostique cuando se iniciaba la formación de Podemos, se veía venir la postura Iñigo Errejón, se aventuraba que estos dos, me refiero a Iglesias y a Errejón no tardarían mucho tiempo en lo que hizo este último, el actual presidente Más País con la embaucadora Manuela Carmena. Dos gallos, Iglesias y Errejón en un mismo gallinero se vaticinaban, lo que ocurrió en aquel año, creo recordar que fue en el 2019, cuando se unió a Manuela Carmena, en Más Madrid. 

Una vez más se abre la veda a las gangas y oportunidades. Los partidos políticos  son así de belicosos, conflictivos, aunque después, lo vemos en todas las elecciones, estas formaciones de mismo nivel de engreimientos y vanidad, se separan y créanme, para después unir fuerzas amontonando los votos unos de los otros como si se tratara de una comuna. Incluso lo hemos visto en este gobierno comunista social, donde lo presiden comunistas y PS, cuyas diferencias son mínimas, juntando sus votos para regir un gobierno. Aquí no importa para nada las peloteras y rencillas de Errejón y de Iglesias. Donde el primero dijo en su salida de Podemos y en manuscrito de su libro, diciendo que con su salida de Podemos” se convirtió en una espiral de mierda” y “” se me jorobó el estómago y me levantaba con arcadas los días de ejecutiva”. Como se puede observar, más o menos, lo mismo que las frases que soltaban Sánchez con su “amigo” Pablo Iglesias. Ya ven, los gallos en un mismo corral hay que tener cuidado, mucho cuidado. 

Se oye, por los mentideros de Madrid y valga esta frase muy conocida que, la señora Macarena Olona, otrora de VOX, podría- al parecer, se está gestionando-con Sumar de Yolanda Diaz. En este mismo periódico del Diestro, exponía un día 3 de febrero 2022, un título sobre esta, “La nueva pasarela”

Siempre he dicho que todos los partidos son iguales. Lo estamos viendo ahora que, estamos en primicias de unas elecciones. Aquí se puede decir que los extremos se tocan. Aquí se observa que Macarena Olona sigue su oscuro alineamiento-si se llega-con coquetería la que se ciñe a otra cursi de la izquierda radical. No sé si sería, lo creo muy prematuro para las municipales, pero se podrían juntar para las generales estas dos plataformas, el olfato de la Yolanda olfatea de o lindo y la otra, por lo que se ve, no le queda otra que, arrimarse en esta nueva pasarela, a la hembra de blanco, como si estuviéramos en la semana blanca de los grandes comercios. 

Queda abierta la veda a las gangas y a las oportunidades. Las rebajas de los partidos se asemejan las mismas que las de los comercios, aquí en este caso, se observa como dos puntos de vista, una de derechas-creo que lo fue- con otra que ha visto el cielo abierto, la de la izquierda radical, se buscan una a la otra que, de ser así, dos plataformas más que tiene la izquierda. Divide y vencerás. Sobre la clase política, de todos, ya la conocemos, lo que no conocemos es la poca vergüenza de toda la política que tenemos con los   diputados y los amigos de senadores. De seguir así, después de las próximas elecciones veremos quitarse esta izquierda la cara de lobos hambrientos de hambre, aunque ya esté rellenitos de tantas infecciones adquiridas en estos años. A quien con mierda trasiega, algún olor se le pega. Pues eso.

 

2 Comentarios

  1. La democracia no puede darse por sentada, ni en España ni en ninguna parte por sí sola. Lo estamos comprobando con el recorte de libertades, la corrupción y los fraudes que están imponiendo las políticas de izquierda socialista, que ya han empezado a destrozar la democracia. Lo vemos con claridad con los interminables procedimientos legales para impugnar los resultados de elecciones más que dudosas, la erosión de la confianza ciudadana en las instituciones y la cancelación pública de las opiniones conservadoras.

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