Tranquilos, que no cunda el pánico. Ese libro todavía no existe, pero, sin duda, serán las memorias y el pase a la historia de España de Pedro Sánchez, dentro del capítulo dedicado a la infamia de los traidores: el Conde don Julián, Fernando VII, Zapatero y Pedro Sánchez, con el número 1.
El libro al que me refiero, “Manual de corrupción y decadencia”, de don Juan Capdevila tiene el siguiente subtítulo: “Radiografía de las manipulaciones a que nos somete el Poder”, y fue publicado por la editorial La Gaya Ciencia, dentro de una colección llamada “Temas Candentes” en Barcelona, 1978.
Desconozco si hay reediciones posteriores, y es más, creo que la editorial ha desaparecido, y presumo que también el autor, pero es un libro preocupante, inquietante, que nos avisa del peligro que se nos viene encima, que ya está aquí: el totalitarismo, la toma por el poder de todos los resortes de la sociedad, y la transformación de las personas en meros esclavos, eso sí, con tarjetas de crédito, y encadenados por las deudas, y el miedo a perder lo poco que tenemos…
Como dice el autor, y estoy completamente de acuerdo: “…la Ilustración, en plena euforia racionalista, barrió con todo tipo de creencias, despreció las costumbres tachándolas de simples rutinas intrascendentes, y suprimió a Dios como última referencia al bien y al mal, a lo justo y a lo injusto, se abrieron las puertas al absolutismo de unos monarcas que creían poder reemplazar la ley de acuerdo con criterios de mayor actualidad. El racionalismo no fue la causa que originó el absolutismo; pero sí fue una condición necesaria… Pero para que el poder fuera absoluto se hizo necesario jubilar a Dios, después de varios siglos de leales servicios… Y así, a lo largo de los últimos doscientos años, se ha pasado de aquellos absolutismos a estos totalitarismos que hoy nos gobiernan”. (págs. 39 y 40).
Y en el epígrafe titulado “Sumisión y Resistencia”, págs. 286 a 296, que en realidad debería titularse Sumisión o Resistencia, nos augura un mañana, que ya es el hoy:
“1. Bajo capa democrática el poder va adquiriendo en todas partes, subrepticiamente, caracteres totalitarios. La masa, convertida en mayoría silenciosa, encaja todos los golpes sin pestañear.
- El ser humano va camino de ser un idiota robotizado. Manipulación, pasividad y conformismo se generalizan.
- Las máquinas, cada día más inteligentes, nos esclavizan. El hombre, desposeído de toda capacidad autonómica de acción, sacraliza el trabajo y las venera.
- La producción y venta de armas se ha convertido en imprescindible para el sistema. La amenaza de aniquilamiento planea sobre todos”.
Y usted que prefiere, ¿sumisión o resistencia…?
Yo he optado por la resistencia.
Y resistencia hasta la muerte.
Con la ayuda de Dios.
Claro, directo y contundente.
La pura verdad.
La razón complementa a la FE, pero ambas son necesarias.
No somos solo materia, sino también espíritu.
Y en el caso de España, nuestra Patria, más de cinco siglos de convivencia entre los unos y los otros…
Tenemos una extraña sensación como de haber despertado de un sueño…como una persona atropellada por un trailer que sobrevive y tras curarse intenta recordar lo que ha pasado.
Desde 2019 han pasado tantas barbaridades en España,cosas tan fuertes,experiencias tan al límite,que puede que mucha gente no se hayan recuperado del shock.
Están ahora intentando borrar nuestros recuerdos recientes,como si no hubiese pasado nada?,acaso no han provocado toda esta catástrofe para delinquir como si fuese el fin del mundo,para instalarse en el poder de forma perpetua?.
No señores esto no va a quedar así,los miembros del gobierno deben ser juzgados y condenados,también los jueces…Sanchez dimisión,tenemos que hecharles de una vez por todas,e impedir que jamás vuelvan a tocar el poder.
Que no crean que vamos a olvidar tan fácilmente tantísimo crimen.
Formidables reflexiones, Don Ramiro.
Y puede estar tranquilo, que no estará nunca solo en la trinchera.
La victoria ya está cerca, y está garantizada, porque el enemigo, que sólo tiene superioridad material, está en clara desventaja.
Suerte, vista y al toro.