Hace mas de un año, me decidí a enviar mi primer articulo de opinión a un “medio de libre pensamiento” para ver si lo querían publicar, se titulaba “El café mas caro de la historia”, y trataba básicamente de cómo alguna gente había renunciado a sus derechos y dignidad por poder tomar el café al abrigo de un bar.

Tengo que reconocer que ver ese primer articulo publicado fue una válvula de escape para soltar la presión de los abusos que estaba sufriendo con aquel “pasaporte covid”, al mismo tiempo me hizo sentir que yo también podía contribuir a “abrir los ojos” de alguien, para que pudiera darse cuenta de la terrible manipulación a la que estamos sometidos.

Antes de ese momento yo también fui “creyente covidiano”, (aunque nunca fui ciego), por eso respeto a la gente que decidió confiar en el sistema e inoculase voluntariamente una sustancia “experimental y sin ninguna garantía”, pero lo que no respeto es que se dejasen robar su dignidad y fuesen alardeando de ese “pasaporte sanitario”, enseñando su DNI y datos médicos privados a cualquier camarero (incluso aunque no se lo pidiera), para que les sirviera un café, que después tendrían que pagar igualmente.

Conozco amigos y familiares que se inocularon varias dosis de “esas sustancias” y aparentemente no han tenido ningún efecto para su salud, pero el efecto psicológico de resignación y sumisión si que ha perdurado en la sociedad, todas “las medidas” que se imponen desde que llegó “el bicho” son “para jodernos”, y la sociedad permanece en un grado de “resignación” y “auto letargo” que yo en mas de medio siglo de vida, jamás había visto.

Al final el “bicho” se fue igual que llegó, sin saber como, (bueno en mi opinión solo se trataba de cambiar el reactivo de las pruebas diagnosticas y volver a llamar las cosas por su nombre: “gripe”).

Pero la semilla que sembró ese “bicho” llamado covid, nunca se ha ido, se llama “miedo”, se llama “incapacidad de reacción”, se llama “sumisión”, se llama “perdida de dignidad”, se llama “deshumanización”.

Ni siquiera se lo que me impulsa a escribir estos artículos y enviarlos de forma anónima a medios libres, donde puedes compartir tu opinión, pero si que es cierto que varias veces he pensado dejar de hacerlo y no perder mas tiempo compartiendo opiniones y pensamientos, (aunque a fecha de hoy no lo he conseguido), y como la vida me ha enseñado que no tengo que reprimir mis instintos, pues aquí sigo.

Ojala, algún día deje de sentir ese impulso de tener que escribir, porque significará que habrá regresado “la libertad que el bicho se llevó”, y aunque la manipulación de unos seres humanos sobre otros siempre va a existir, está no sea tan brutal como la actual y podamos evolucionar libremente a donde nos lleve el destino.

Un saludo para todos los “librepensadores” del mundo.

 

6 Comentarios

  1. Ese “bicho” se ha llevado muchas cosas, para empezar como ya he dicho en otras publicaciones se llevó nuestra propia existencia destruyendo familias y amistades, en definitiva, poniéndonos a prueba y sacando lo mejor de nosotros, pero también lo peor, muchos sufrimos amenazas, persecución en nuestros trabajos, se nos insultó de formas aberrantes, se habló literalmente de meternos en campos de concentración para exterminarnos.

    También se llevó muchas vidas por delante por la imposición de unos protocolos médicos desquiciados y fuera de lugar medicamente hablando y provocando un genocidio en masa, al día de hoy mucha gente todavía no se ha recuperado de las secuelas de aquellos protocolos médicos.

    Los políticos también utilizaron el “bicho” para imponer su agenda de control social por medio de Inéditas restricciones sociales nunca antes vistas: confinamientos ilegales, pasaportes de “vacunación”, una campaña aterrorizante en los medios de comunicación haciendo creer a la gente que prácticamente la humanidad iba a desaparecer.

    Pero se equivocaron los que planearon esta atrocidad, porque salió a la luz una gran cantidad de hombres y mujeres valientes sin temor a nada ni a nadie que marcaron la diferencia y les plantó cara, se nos llamó conspiranóicos, antivacunas, terraplanistas, pero se demostró que teníamos razón.
    Saludos a esta resistencia valiente.

  2. A mi ese bicho misterioso empecé a sospechar que no existía cuando todos los medios de comunicación e incluso cadenas musicales lo repetían noche y día, entonces noté algo que me hizo sospechar que no era verdad, luego cuando nos dejaron salir y fui por el Paseo marítimo Antonio Banderas en Málaga, dos cosas me llamaron a la atención, una que en el suelo tenían marcado por donde teníamos que ir para no cruzarnos con nuestros semejantes y la otra que habían instalado gran cantidad de desfibriladores, ya sabían lo que iba a producir esa inyección milagrosa. En ese año 2020 no vi a nadie caer por el paseo pero luego de haber envenenado a la gente con esa basura a la que llaman vacuna en el 2021 vi caer a más de una, pero la inyección no tiene nada que ver, estarían muy contentos o tristes o tal vez les diera un cambio climático, no se como hay quien pueda creer estas estupideces.

  3. Buen artículo. El bicho se llevó muchas cosas: relaciones familiares, de amigos, de compañeros de trabajo, de vecinos, etc
    Pero también nos trajo gente como nosotros, aprendimos a contactar y reunirnos y formar nuevos lazos de amistad, que estoy seguro son más honestos que los que se quedaron en este tortuoso camino. Ahora toca mantener la fortaleza porque la razón y la verdad siempre estuvieron de nuestra parte. Un saludo a todos los resistentes, especialmente a los que han dado la cara públicamente. Somos más en la retaguardia y cada uno dentro de sus posibilidades tiene que cumplir su misión.

Comments are closed.