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Aclaro que me considero Católico practicante y guiado por un  solo mandamiento que no es otro que el amor a Dios, tratando de vivirlo y ejecutarlo a través del amor a mi prójimo.

En este escrito voy a denunciar, según mis conocimientos y mi punto de vista la Carta de Compromiso, así la titulan, de las J.M.J. en Lisboa.

Para hacer comprensible mi exposición. A continuación expongo mis conocimientos sobre la situación de la comunidad mundial: 

1. Sabemos que en Wuhan en noviembre de 2019 se pusieron en marcha antenas de telefonía 5G. Por ello sabemos que las muertes no fueron causadas por el virus SARS COV-2 ni sus absurdas olas y variantes porque nadie ha conseguido demostrar su existencia, al no conseguir su aislamiento. Resulta evidente por ello, que: Si un ser no es, no existe.

Esta verdad era conocida por la Organización Mundial de la Salud), (OMS). Baste para demostrarlo el hecho de que los protocolos que hizo aplicar a nivel mundial eran los mas dañinos posibles: Uso del Paracetamol que hoy sabemos agota la existencia de glutatión que es al menos una de las defensas del organismo contra las radiaciones,  y también la ausencia de autopsias que habrían encontrado, como sucedió después, mecanismos de defensa contra la enfermedad.

1.  No obstante lo verdaderamente grave es que el falso virus fue la escusa para introducir en la sangre, usando el pánico en la población, un inyectable que contiene oxido de grafeno, entre otras sustancias que: son visibles al microscopio, no figuran en la composición y cuyos efectos más conocidos son coagulación sanguínea, problemas con el corazón y los pulmones, creación o desarrollo de tumores, así como efectos sobre el sistema nervioso y posiblemente de control mental, que han disparado la mortandad en el mundo.
2.  Las propias farmacéuticas, todos los partidos políticos parlamentarios, todas las instituciones sanitarias, médicas, sociales, científicas, medios de comunicación de prensa,radio y televisión, niegan la existencia de grafeno en los inyectables.  Insisto se ve al microscopio y su presencia está caracterizada mediante espectroscopia micro Raman. 

Y lo que resulta TERRIBLE, ningún juez en España se ha atrevido a solicitar un simple análisis de una vacuna para confirmar o no la presencia de esta sustancia, a pesar de ser mas de cuatrocientas denuncias las presentadas en los juzgados. 

Manifestado todo lo anterior, me encuentro con la oficialidad de mi propia iglesia, ya no solo haciendo oídos sordos al clamor incesante de las muertes producidas por un inyectable genocida sino que además va a prestar un servicio impagable a sus ejecutores que no son otros que los promotores del conocido como Nuevo Orden Mundial junto con su Agenda 2030. Élite económica y algo mas…, que tiene la pretensión de crear un Gobierno mundial, con leyes únicas prescindiendo de las identidades nacionales, y que en sus “Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) presenta 17 objetivos que harían desternillarse de risa hasta aquellos que un día se creyeron las maravillas obreras comunistas.

Pues bien, todo parece indicar que también domina la parte “institucional” de la Iglesia católica y la fuerza incontestable de los hechos, así lo manifiestan:

• Silencio total ante la verdad científicamente probada del veneno físico y sicológico denominado grafeno, contenido en las falsas vacunas.
• Adopción del perverso lenguaje establecido a través de volátiles vocablos como “sustentabilidad” y “sostenibilidad”,  base de la Agenda 2030, y en nombre de los cuales se establecen principios idílicos que ocultan realidades atroces algunas de las cuales ya estamos viviendo y otras se dejan entrever. 

Para confirmar la aparente acritud del título del escrito solo es necesario visitar la página web: 

https://www.lisboa2023.org/es/compromisos-sustentabilidad