Los españoles de bien que eran adultos en el franquismo, siempre contaron maravillas de aquella época, y sino maravillas nada criticable más allá de los conflictos socioeconómicos que toda sociedad – de ayer, hoy y mañana – tiene. Los españoles de mal que eran adultos en el franquismo, siempre contaron pestes de aquella época. Los españoles, tanto de bien o de mal, que nacimos en “democracia” crecimos bajo el yugo de los anteriores españoles de mal, y así nos va ahora y lo que te rondaré morena.

Este artículo se centra en infantes y púberes, de antes y ahora. 

En los ochenta, los niños de mi generación no estábamos a la ventana de Satán, no porque no quisiéramos, sino porque no existía dicha ventana que son las nuevas tecnologías, con internet y las redes sociales como sumos sacerdotes negros. A lo más que aspirábamos por entonces, en cuestiones sexuales y de identidad ídem, era a 2 cosas:

1/ chistes de este tipo: Una señora va por la calle, gritando: “¡mis tetas, mis tetas!”, que es el nombre de su perro, que se le ha perdido. Le pregunta a un señor: “Perdone, ¿ha visto a “mis tetas”? Y este le contesta: “No, pero me gustaría verlas”.

2/ Siempre había algún amanerado en el barrio o alguna marimacho que eran objeto de cierta burla velada, pero no de discriminación ni – muchísimo menos – acoso o agresión alguna. Estaban plenamente integrados y hasta mejor tratados que el resto, porque eran “los raritos” y no se ocultaban, sino que ostentaban su condición diferente a la norma general. De hecho, los amanerados solían integrarse en grupos de chicas y las marimachos en los de chicos.

Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

Eterna soflama del protagonista del buen libro de Unamuno “San Manuel Bueno, mártir”, un cura católico que había perdido la fe. Ahora podemos decir algo así: “humanidad, ¿por qué me has abandonado?”.

Llevan décadas destrozando a infantes y púberes, poco a poco, cual ventana de Overton o rana cocida a fuego muy lento. En nuestra gloriosa época sin móviles, ordenadores ni putatele (sólo había 2 canales y, salvo la infausta “La bola de cristal” a los niños y adolescentes nos dejaban en paz). Y en el colegio se enseñaba, no se adoctrinaba, pese a que los programas curriculares fueran el inicio de la apertura de la ventana y de la cocción de la rana… ¡pero ni siquiera nos hablaban de la España decimonónica, imaginaos del franquismo! Por lo menos en mi colegio y en el instituto no se tocó nunca esta época. Pero los que ya peinaban canas siempre añoraban los años de franquismo o los odiaban, pero todos tenían los mismos valores (grosso modo)  en cuanto a la educación y protección de los menores y al cariño hacia la patria común. 

El odio es más fuerte que el amor.

Es por esto que los odiadores del anterior Régimen crearon el actual. Y salió lo peor de todos ellos, eso que España creyó exterminar en 1939. Pero qué va, estaba hibernando gracias a la complacencia y pueril confianza del Régimen franquista y la efectividad de la democracia como régimen dictatorial con piel de cordero. Y de los polvos del 78, estos lodos actuales. 

No hace falta que relate la total y absoluta destrucción de los menores de edad, la pederastia legitimada, el secuestro sistemático de menores, su prostitución, elo tráfico de órganos, el destrozo de los advenedizos trans-tornados y etc. Está todo en el BOE y en cualquier massmierda, redes sociales y centros de educación. No ocultan nada, sino que se vanaglorian y jactan de ello… mientras cada vez nos odian más, su odio empieza a dar pavor y sus peores efectos los veremos en los próximos 3 lustros, cuando todos estos menores adoctrinados, robotizados y psíquicamente destrozados, sean adultos y nosotros seamos cada vez más mayores, muchos incluso ancianos dependientes de ellos. Una broma la barbarie y crímenes de lesa humanidad de la PLANdemia, comparado con lo que viene… si no damos un duro y definitivo golpe en la mesa, hoy mismo, para revertir la situación y que Espena sucumba por completo bajo la antigua España, el país con más y mejor historia del mundo, cuna de civilización y concordia en medio mundo.  Y aunque esta barbarie sea a nivel occidental… ¿por qué no volver a la autarquía del primer Franquismo?

Os muestro un antiguo – y breve – vídeo mío sobre “El odio”. Para quien guste.

 

5 Comentarios

  1. El amor es un sentimiento, es decir, se siente. El odio es un pensamiento, es decir, se piensa. Esa es la prueba de que pertenecen a ámbitos distintos, a niveles distintos, y no pueden, por tanto, ser opuestos (Lo de abajo no puede oponerse a lo de arriba, no pueden “chocar”). El odio puede ocultar el amor pero no lo puede eliminar. El amor, en cambio, elimina todo odio.

  2. Sí, pero… En mi opinión, y espero que no se me enfade nadie, lo que está germinando ahora es mucho peor que lo que se creyó erradicar en 1939. Es mucho peor que cualquier comunismo, cualquier nacional-socialismo y cualquier dictadura que haya existido antes sobre la faz de este mundo. ¿Por qué? Porque las supera a todas con creces en cuanto a “calidad” y en cuanto a “cantidad”.

    Me explico: las dictaduras anteriores eran toscas, obvias, aplicaban la violencia de forma directa y evidente. La dictadura actual es un sistema depurado, perfeccionado, en el que el ciudadano cree que participa en una sociedad libre, donde él tiene capacidad de elección. Es más —y este es el mayor logro— el ciudadano está convencido de que todas las veces que ha pasado por el aro, amoldándose a lo mismo que hace el resto del rebaño (educación, trabajo, hipoteca, confinamiento, mascarilla, etc.), ha sido porque él lo ha elegido voluntariamente. Además, en las dictaduras anteriores, había una cabeza visible custodiada por una guardia pretoriana. Todo el mundo tenía claro contra quiénes había que luchar. En cambio, la dictadura actual es amorfa. Lo inunda todo pero no puedes poner la mano sobre ella. En lugar de líderes, tiene gestores que siempre se escudan en “protocolos”, en “expertos”, en “la Ciencia” (amén), en el “va en línea con la legislación de otros países europeos”, en el documento nosequé de la ONU, en la carta nosecuántos de la Institución supranacional tal y cual, etc.

    Todo esto en cuanto a la “calidad”. Y, respecto a la “cantidad”: las dictaduras anteriores podían llegar a oprimir, esclavizar y, en los casos más extremos, exterminar a decenas de millones de personas. La dictadura actual ya ejerce su poder sobre cientos de millones, y aspira a conseguir hacerlo sobre miles de millones: el total de la población mundial.

  3. Aquellos que disfrutamos el transcurrir de los años 1975-1989, nos damos cuenta de la enorme, brutal presión a que están siendo sometidas las nuevas generaciones.

    El trauma de mi infancia viene de aquellos años, aquel aciago día en el que dejaron de emitir la serie Mazinger Z para sustituirla por una “eco-serie sostenible” llamada Orzowei ( Me reservo la opinión de esta última ).

    Somos los chavales de los 80, supervivientes de una generación maltratada y zarandeada, las cobayas de un gran experimento sociológico y tecnológico.

    Franco representaba la era anterior, había muerto , la Guerra Civil era un capítulo sangriento, oscuro y que era necesario superar. Los nostálgicos que acudían aún a la tumba del Caudillo, no vivirían para siempre. Estaban asustados, se sentían incómodos por ese “invento impuesto ” que detesto de 1978, llamado democracia.
    Anhelaban que alguien como ese hombrecito enigmático que les había gobernado por nada más y nada menos 40 años, regresara reencarnado en alguien que llegara a ser tan digno de ostentar su cargo como el gallego Generalísimo , o simplemente que por un milagro resurgiera de la tumba, cual el título de una añeja película que se podía alquilar en VHS de la época del “destape”, titulada: Al tercer año resucitó… ¡No se os puede dejar solos! ,

    Y después de aquel extraño episodio del 23F, con las promesas incumplidas del tándem González-Guerra, y del intento de lobotomía juvenil de la Bola de Cristal y de la tan idealizada Movida Madrileña, Viguesa, o de donde sea… Nos adentramos en una era donde no conocimos más amor que el apego a las marcas, la apariencia y el postureo, hacia los aparatitos electrónicos que nos llevaron al nacimiento de las redes satánicas sociales de imperan en la sociedad actualidad.

    El autor de este artículo (Gracias por compartirlo y al El Diestro por publicarlo ) concluye con una pregunta desafiante para los de mi generación. Yo solo puedo responder que una buena dosis de autarquía siempre viene bien a un pais, es nuestra identidad, aquello que nos define ( Y que se puede cambiar , por supuesto , pero desde dentro ) el resto ,lo que queda, se lo dejo a los extranjeros, porque no podemos vivir aislados de nuestros vecinos.

  4. En los 80 utilizaron las únicas televisiones públicas españolas para expander el marxismo,desde que la comunista Lolo Rico tomó el poder,con programas marxistas como, la bola de cristal,y otros que realizó su degenerado hijo marxista-leninista cuando se casó con el Señor comunista,Alba,del banco mundial.Brujeria,Satanismo y pedofilia…incluso en la versión del barrio sésamo (barrio de Vallecas),contrataron a pederastas tan famosos como los del ‘cabaret-circo Tabano’ de Vallecas,un tal Juan Margallo.

    Entonces la cineasta criminal Pilar Miró (legalizó la masonería,la pornografía y las prácticas religiosas judías,el Talmud) y Lolo Rico destruyeron subliminalmente o con control mental ‘televisado’,la vida de varias generaciones de niños,que fueron abocados hacia las adicciones.

    El hermano de Solana dirigía programas de captación de menores en la radio,teléfono ‘partyline’,que enlazaban con una empresa holandesa en Zandvoortz,famosísimo caso de abuso a menores,en los que Toñi una de las niñas de Alcácer fue captada.

    Y en las televisiones autonómicas hicieron programas evidentemente pederastas como Babala en canal 9,de Babalu personaje literario y pacha pedófilo,son solo algunos ejemplos.

    Hoy en día con lo de los teléfonos móviles es como más a lo bestia,!,mucho más sofisticado.

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