Se trata de dos eventos olvidados por la sociedad española y a veces ignorados, pero los familiares y amigos de las víctimas nunca han olvidado lo que perdieron en dos días concretos de horror terrorista. Son dos atentados muy graves de ETA que tuvieron lugar en torno a una fecha crucial en la historia reciente de España: 23 de diciembre de 1973, fecha del magnicidio de Carrero Blanco. Pero vamos a empezar por el primero que queremos comentar.
Nos situamos en 1973, meses antes de ese magnicidio, cuando tres jóvenes gallegos se disponen a viajar a Francia para ver una película que estaba prohibida en España. Tres jóvenes originarios de Galicia, pero establecidos en Guipúzcoa, donde se ganaban la vida honradamente y de forma normal. Tres currantes que decidieron pasar una tarde de sábado en el sur de Francia, viendo una película censurada en España y por muchos conocida: El último tango en París.
Lo que no sabían por entonces estos jóvenes era que ése también sería su último viaje y su última juerga, pues después de la película tuvieron la desgracia de cruzarse con miembros de ETA en un bar donde pararon a tomar unas copas.
Los terroristas estaban por todas partes en la zona del País Vasco francés
Por aquel entonces, como reconocen con desparpajo los propios integrantes de ETA de ese momento, los terroristas estaban por todas partes en la zona del País Vasco francés. Eran los cowboys del lugar, haciendo apología de sus crímenes de forma pública y chulesca, ya que la policía francesa no hacía nada al respecto por orden de sus políticos. Y se llamaban a sí mismos refugiados, para confundir mejor a la opinión pública internacional, puesto que así se hacían pasar por parte de una comunidad más grande de españoles y vascos, en concreto, que se marchaban de España por su desacuerdo con el régimen o por cualquier otra razón.
Un caldo de cultivo en el que se encontraron inmersos tres jóvenes gallegos que pararon en un bar, elegido al azar en el camino hacia casa, sin saber que varios etarras estaban allí. Ellos también con bastante alcohol encima. Y lo que vino a continuación fue una pelea entre los dos grupos de la que los gallegos salieron muy mal parados. No hay que olvidar que los etarras siempre han actuado en una superioridad abrumadora y no es descartable que fueran linchados por una jauría humana.
La cuestión es que uno de los gallegos ya parece ser que fue liquidado en la propia pelea, debido a los golpes brutales que recibieron y que acabaron con el cráneo roto de uno de ellos. Es entonces cuando se produce la huida de los demás, según la versión más probable, siendo luego interceptados por sus agresores a mano armada. Todo esto ante la pasividad absoluta de las autoridades francesas, que son las verdaderas responsables de la masacre que se estaba produciendo en España gracias a su santuario francés.
Era mentira que fueran policías y los etarras no lo pensarían realmente
Lo que sigue a continuación es la historia de una huida hacia adelante, pues los terroristas no tardarían en darse cuenta de que no eran policías, que ha sido siempre el falaz argumento para justificar la barbaridad que hicieron con los tres gallegos. Y es que no tiene ningún sentido que pensaran tal cosa, pues unos policías de paisano no se embarcan en una pelea tabernera sin armas a mano para defenderse. Así y todo, los terroristas no dudaron en torturarlos, como mínimo a los dos supervivientes del primer choque. Y no dudaron en confesar más tarde a Lobo, el infiltrado que más daño ha hecho a los etarras, cosas tan duras como ésta:
¿Te acuerdas de cuando Tomás Pérez Revilla le sacaba los ojos a los gallegos, cómo chillaban los cabrones?
Estas declaraciones tan maravillosas son de un desgraciado etarra apodado Peixoto, pero no es el único que reconoce saber cosas e incluso haber estado presente, como mínimo, cuando mataron a estos jóvenes. Otro etarra apodado el Ruso, que hasta hace poco vivía en el sur de Francia, reconoció en una carta que envió a su joven novia de entonces lo siguiente:
Habrás leído en el periódico que hemos matado a unos jóvenes gallegos que no tenían nada que ver, pero te aseguro que nosotros sólo les hemos dado una paliza.
Como poco, lo que está afirmando este personaje es que un segundo grupo de etarras se ocupó de terminar lo que iniciaron los primeros en la pelea tabernera: es decir, cerrarles la boca a los supervivientes, porque ya parece ser que uno de ellos iba prácticamente cadáver. Y esta es la teoría que yo más creo, pues no me cuadra que los confundieran con policías por lo que he comentado a continuación. Más bien quisieron cerrar un cabo suelto que no les interesaba, pues las autoridades francesas les permitían hacer cualquier cosa no fuera a montar follones graves en su santuario francés.
¿Te acuerdas de cuando Tomás Pérez Revilla le sacaba los ojos a los gallegos, cómo chillaban los cabrones?
Es por ello que personajes tan asquerosos como el apodado el Cabra, uno de los fundadores de esa banda de forajidos, así como el resto de los involucrados directamente en la fechoría, insisten en que probablemente eran policías de paisano, o como mínimo dejan caer esa posibilidad. En cualquier caso, como deja claro cuando se le pregunta por el tema, tampoco le importaba nada el tema, cómo no, porque no los gallegos no eran de su ralea. Pero es ridículo plantearse que agentes infiltrados van a entrar en las provocaciones de los terroristas a los que tienen que combatir. Es propio de delincuentes organizados, como los etarras, el intentar confundir al personal con embustes de todo tipo.
La lista de confesiones no acaba aquí. Otro de los etarras de aquella época, que ahora mismo regenta una galería de arte, reconocía a los periodistas de antena 3 que él contaría cosas si fuera para algo serio e imparcial. Y estaban hablando precisamente del tema de los gallegos. Por lo tanto, está diciendo que tal vez sí sabe cosas, pero que un muro de silencio mafioso le impide hablar de ninguna manera.
El lugar de enterramiento más probable, según el documental de antena 3, es una finca que perteneció a uno de los fundadores de Herri Batasuna. Un tal Telesforo Monzón. Y la versión más probable del todo lo que ocurrió, en mi opinión, es la que sigue.
Los etarras gozaban de una inmunidad total en su santuario francés
Los etarras gozaban de una inmunidad total en su santuario francés, pero no era un apoyo sin condiciones. Las autoridades galas les tenían completamente prohibido montar follones en las lujosas y turísticas Biarritz, Bayona o San Juan de Luz. Precisamente, fue la labor del BVE y el GAL, entre otros grupos violentos antiterroristas, los que forzaron a Francia a colaborar con España por medio de acciones de terror que espantaban el turismo. Así es la vida y ésa es la realidad.
Por lo tanto, la desproporcionada reacción de los etarras ante la aparición de los gallegos en el bar, con un duelo de cánticos regionales, hizo saltar las alarmas de la dirección de la banda terrorista en su propia base. Una pelea tabernaria que había acabado fatal para los gallegos, tal vez con uno de ellos ya prácticamente muerto, la cabeza rota por un botellazo que le propinaron estos salvajes.
Un grupo de etarras más jóvenes, entre los que seguramente figuraba el apodado Ruso, había ha roto una de las pocas normas realmente sagradas para estos hijos de perra y sus jefes del gobierno francés: montar un auténtico pollo en una de las zonas más turísticas y estratégicas para el país, frontera además con un país que consideraban todos como enemigo. Y eso no se podía consentir.
Mucho menos, como era lógico, sabiendo que la policía española iba a investigar el asunto a saco, lo que implicaba un auténtico escándalo al otro lado de la frontera. Pero ETA no se podía permitir semejante campaña en contra, ellos que iban de salvadores del trabajador. ¿Cómo podía salir a la luz que se habían cargado a un pobre currante gallego a golpes, en la plena impunidad del santuario francés? Incluso es probable que las propias autoridades francesas les ordenasen en que tapasen a toda velocidad el asunto, antes de que todo el mundo se enterase.
Ahí sería cuando entraría en acción el segundo grupo de etarras, más veteranos y crueles
Y ahí sería cuando entraría en acción el segundo grupo de etarras, más veteranos y crueles, para rematar la faena que empezaron los más jóvenes en una simple pelea. Ya sea en el parking del bar donde ocurrieron los hechos, ya sea en la carretera de vuelta a España, los interceptaron y se los llevaron a punta de pistola a un sitio seguro. Seguramente, un caserío parecido al que indica Antena 3, en el cual llevarían a cabo uno de sus famosos procesos de interrogatorio sin torturas. Tal vez para descartar que no eran realmente policías, tal vez para tener un móvil mínimamente creíble para lo que iban ya a hacer de todas formas: matarlos y enterrarlos de mala manera, como si con eso se fuera a ocultar todo el problema. Y hay que recordar siempre que uno de esos asquerosos, el llamado Peixoto, se jactaría ante lobo de la barbaridad que hicieron.
¿Te acuerdas de cuando Tomás Pérez Revilla (en la foto, con la chapela) le sacaba los ojos a los gallegos, cómo chillaban los cabrones?
Por lo tanto, tenemos ya los nombres de dos de los asesinos, siendo uno de ellos el que probablemente ostente el récord de sadismo de esos hijos de perra. Estamos hablando del asesino en serie llamado Tomás Pérez Revilla, un auténtico chequista salvaje, con licencia para matar concedida por las autoridades francesas. Él fue quien lideró el asesinato con torturas brutales, pero hubo mucha más gente involucrada en el proceso que va desde la pelea hasta en el momento en que los hacen desaparecer.
No es el único crimen del que ETA se avergüenza, lo que llama la atención siendo un atajo de sinvergüenzas. También está la muerte y desaparición de dos terroristas famosos, Pertur y de Naparra, a los que hicieron evaporarse para siempre y cuyas muertes tampoco se han resuelto nunca ante un juez. No en vano se trataba de militantes terroristas con mucho peso en esa guerra sucia contra España y no quedaba bien, de cara a su galería, reconocer que los habían matado por asuntos internos entre ellos mismos.
Por eso se estableció ese pacto de mafiosos, ese pacto de silencio que dura hasta hoy, para que ni siquiera los cadáveres salgan a la luz nunca.
Todo ello ante el silencio cómplice de unas autoridades francesas, que son responsables
Y es difícil que salgan a la luz pues, como bien decía el investigador de Alcácer, Juan Ignacio Blanco, los cadáveres enterrados se quedan enterrados. Salvo algunos, claro, como los de esas pobres niñas de Alcácer o los de Lasa y Zabala, que oportunamente reaparecen para hacer uso político de los mismos.
En un primer momento, se enterraron en esa vieja casa que perteneció a Telesforo Monzón, pero a éste no le debió de gustar la idea de que sus traviesos amigos de la pistola se hubieran cargado a gente no justificable, de cara a su galería abertzale, que luego enterraron en su propiedad. Por lo tanto, según la tesis que plantean los del documental de Antena 3, el dirigente batasuno (católico, claro) habría dispuesto que se llevasen todo eso de allí. Y la casa terminó derruida, siendo vendida la finca, pero tal vez ya sin los cuerpos.
Entretanto, las familias de todas estas personas, desaparecidas por ETA en su inmaculado santuario francés, no han dejado en su búsqueda de la verdad. En su búsqueda de los cadáveres o lo que quede de ellos. Y ha habido muchos más casos de personas todo tipo que tuvieron la mala suerte de encontrarse con estos psicópatas, empezando por los propios compañeros de su asquerosa banda. Todo ello ante el silencio cómplice de unas autoridades francesas, que son responsables de todo lo que ocurrió en esos años y después.
Los sádicos asesinos sí han pagado, en parte, por estos crímenes horribles
Sin embargo, un adelanto del karma les ha llegado a algunos de estos desgraciados, responsables de tanto sufrimiento. El propio Tomás Pérez Revilla sufrió varios intentos de asesinato, por parte de los grupos de patriotas y mercenarios organizados que actuaban en el sur de Francia, siendo el último y definitivo un ataque con moto bomba que acabó con este torturador volando por los aires. Junto a él se encontraba otro personaje de este mundillo cruel a quien el destino golpeó de forma inmisericorde: tras sobrevivir a ese atentado con secuelas, para colmo, recibió transfusiones de sangre contaminada con el VIH y vive con esta enfermedad desde entonces.
También Peixoto tuvo un adelanto de la justicia terrenal cuando recibió disparos de una escopeta de postas, pero logró sobrevivir y llegar a una edad bastante avanzada, en la cual se atrevió a pedir a nuestro Estado que le abonasen una subvención como víctima del terrorismo de Estado. La penúltima afrenta de este desgraciado que fue rechazada por la justicia, pero su protector Estado francés se ocupó de darle el estatus de refugiado político. Dejando claro así que siempre fue un agente de ellos, aunque pocas dudas podían quedar al respecto después de toda una carrera de delitos amparados por ellos. Y es que es el estado francés el que tiene que dar las mayores explicaciones por todo el terrorismo de todo tipo que hemos sufrido en España durante décadas y no Amedo y Domínguez y otros, mercenarios y policías, pero también simplemente patriotas que dieron la cara por nosotros en el frente más complicado.
Héroes anónimos de una guerra que España nunca ha reconocido Y acabo con otra frase de otro de estos tunantes, apodado el Cabra:
No pocas veces se encontró a policías españoles, de vez en cuando, en las bajadas de marea, entre los blocaos de las playas. Y aparecían con pesos en los pies, como en las películas de mafiosos.
Héroes anónimos de una guerra que España nunca ha reconocido, pero que tampoco declaró nunca (fue Francia), y que la gente más abyecta del PP ha utilizado para machacar a Amedo y Domínguez y otros supervivientes de esta faena. Precisamente a esas personas que se sacrificaron por nuestro país en las condiciones más duras, las guerras sucias que nadie puede conocer, mientras que a otros sólo les ha preocupado hacer negocio con eso y otras cosas. Como decía nuestro espía español Cisne:
A muchos dirigentes de la Seguridad del Estado sólo les ha importado engordar sus presupuestos gracias al terrorismo, sin importarles cuántos policías, soldados y guardias civiles mueran por la Patria.
Miguel esta gentuza ya ha matado más que ETA si empezamos a sumar los crimenes de la mafia politica. mediatica, judicial resulta que ha matado más que la Banda Terrorista ya que ellos son Terroristas con todas las letras. 11M, leyes de genero, falsemia sumen vds y vean lo que son estos asesinos de mierda.