Los datos oficiales de las bajas en campaña de la Legión Española están recogidos en el libro «100 años de la Legión» publicado recientemente por el Ministerio de Defensa (2020, pp. 612) con un total de 9.722 muertos y 1.063 desaparecidos.

Sin embargo, la citada cuenta tiene desajustes administrativos y ausencias manifiestas, así como probablemente algunas incorrecciones.

Los desaparecidos en combate.

Se considerada desaparecido al “combatiente del que se desconoce su paradero después de una acción de guerra”. La casuística de esta consideración se debe, generalmente, a no poder documentar su falta a filas por muerto en combate y no recuperado su cuerpo, caído prisionero, evacuado precipitadamente a retaguardia o desertado.

Pero, la situación administrativa de desaparecido es temporal, porque pasado un tiempo prudencial sin noticias fidedignas, se le tiene quedar por muerto civilmente, mediante el correspondiente expediente informativo, y a los efectos económicos legales para sus deudos. Aunque, a veces, haya que rectificar, como fue el caso de los prisioneros de la División Azul que, dados por muertos, fueron repatriados a partir del año 1954. Las informaciones de que algunos soldados españoles estaban vivos llegaron por medio de prisioneros alemanes e italianos liberados, pero nuestros compatriotas tardaron más en ser puestos en libertad y aún hubo que confirmar datos.

Es, por tanto, un anacronismo seguir considerando desaparecidos a los legionarios de las campañas de Marruecos (285), Revolución de Asturias (1), Guerra Civil (776), y la de Ifni–Sahara (1), con un total de 1.063. Deben de estar actualmente reconocidos como muertos sin menoscabo del honor militar.

Faltan los muertos en el Frente del Este con la División Azul y Legión Azul.

Es bien conocido que la “División Española de voluntarios para luchar contra el comunismo” no fue una unidad orgánica del Ejército español, dado su carácter temporal, el que se formó para una misión (luchar contra el comunismo) en una zona específica (URSS) y que se nutrió exclusivamente de voluntarios.

Se estiman que unos 2.000 legionarios (cuadros de mando y tropa) se alistaron en la División Azul, a pesar de las restricciones para evitar que el Protectorado de Marruecos se viera desguarnecido de combatientes selectos, ante las serias amenazas de la Segunda Guerra Mundial. Indudablemente los enrolados lo hicieron para ser fieles el espíritu de acudir al fuego del Credo de la Legión: “La Legión, desde el hombre solo hasta la Legión entera, acudirá siempre a donde oiga fuego, de día de noche, siempre, siempre, aunque no tenga orden para ello”.

El tributo de sangre de la Legión en esta campaña del Frente del Este fue de 171 muertos, que se deben de añadir al cómputo general. No hacerlo sería una incongruencia y un agravio comparativo con los que se han contabilizado formando parte de agrupamientos tácticos temporales en operaciones exteriores: Bosnia i Herzegovina…

En consecuencia y para ser justos, en teoría, el número total de muertos de la Legión en campaña se deben de contabilizar en: 10.956.

No obstante, se debería hacer un recuento general, mediante el cruce y contraste de datos personales y de operaciones (circunstancias vitales: nombres, padres, nacimientos, unidades, fallecimientos, etc.) porque la experiencia demuestra errores en las transcripciones y que, en casos de desaparecidos, después aparecieron en hospitales de retaguardia o prisioneros (como ya se ha comentado).

Se ha tratado de verificar las bajas mortales de la Legión, con la mayor exactitud posible, para lo que hay que analizar sus circunstancias vitales. Pero, hasta la fecha, ha sido inviable por las dificultades burocráticas, de toda índole, para acceder a los correspondientes expedientes personales.

Las condecoraciones.

De la misma forma también se deben contabilizar la medalla militar individual del capitán Gerardo Oroquieta Arbiol, procedente del 2º Tercio de la Legión, por la numantina defensa de su posición en la batalla de Krasny Bor, el 10 de febrero de 1943, en la que cayó prisionero, después de haber sido herido de gravedad dos veces.