Me aventuro con esta afirmación al alto riesgo, ya no solo a equivocarme si no también a los comentarios adversos; es lógico, pues aparte del largo recorrido que aún le queda a esta legislatura, sobre todo teniendo en cuenta las encuestas adversas al sanchismo, el aseverar lo que ocurrirá, sobre todo a la causa, es mucho más aventurado que prever el clima a tan largo plazo.

Lo que, si pretendo, y estos son hechos reales y pretéritos, al menos son los que he hallado, es el por qué perdieron el poder los presidentes del gobierno que en la actual democracia han sido y, basándome en esos datos, lo perderá el que actualmente gobierna y el que le suceda, si llega otro a sustituirle. Prescindiré en este enfoque a los presidentes Suarez y Calvo Sotelo, por dos motivos; uno porque su Partido hace muchos años que ha dejado de serlo, y dos; porque la lucha, desde hace años en España, por el poder, está entablada entre el PP y PS.

Veremos los distintos parámetros económicos que presentaban el inicio y final de cada mandato, que no legislatura, presidencial, así como otras circunstancias que motivaron su caída. 

Felipe González, que tuvo e hico muchas actuaciones satisfactorias desde el Gobierno, su permanencia durante bastante tiempo en el poder, le llevó a creer que podía hacer lo que le viniera en gana, que La Moncloa la había ganado por oposición y no le echaban.

A mi modo de ver, la causa, o motivos que le llevaron a perder las elecciones en 1.996, fue el descontento de la población por la crisis económica, los enfrentamientos internos del Partido, casos de corrupción, como el Caso Guerra, Caso Roldan, Filesa, Malesa y Taine Sport; sin olvidarnos del saqueo de los fondos reservados, con los que el Ministerio del Interior, cuyos titulares eran por entonces, los señores Barrionuevo y Corcuera, a parte del latrocinio del dinero, se permitieron regalar abrigos de pieles y joyas a las mujeres de altos cargos políticos. Tampoco nos podemos olvidar de la alta tasa de desempleo, la devaluación de la moneda, acumulada del 13% y recortes en las prestaciones por desempleo, aumentando el tiempo preciso para devengarlas.

Insisto; González perdió las elecciones en Mayo de 1.996, fundamentalmente, por la crisis económica y por la falta de empleo, que no deja de ser un dato económico, además de social.

Cuando tomó el poder, en Octubre de 1.982, los desempleados eran 1.967.267 y cuando lo perdió fueron 2.267.851. El PIB pasó del 3,8 al 2,7. La deuda pública del 42,5 al 65,6. El déficit público, que estaba en el – 4,2 lo dejó en el – 5,3. 

Con estos números, añadidos a las demás causas, podemos decir que difícilmente podría seguir ostentando el poder; como así ocurrió.

Felipe González De Octubre de 1.982 A Mayo de 1.996
Paro (%)                     16,1               22,1
Crecimiento del PIB (%)               3,8                 2,7
Deuda Pública (% del PIB)             42,5               65,6
Déficit Público (%)               –  4,2               – 5,3
Gasto Público sobre el % del PIB              44,3               42,9

                    Parámetros económicos durante la etapa de Felipe González.

Como podemos observar, durante el período de gobierno de Felipe González, todos los parámetros económicos empeoraron, salvo el gasto público sobre el PIB, que mejoró un 1,4 sobre el mismo, en tantos por ciento.

Al anterior presidente le sucedió José Mª. Aznar, del que podemos decir como cogió al país, en términos económicos, y como lo dejó; pero no el o los motivos por los que dejó de presentarse a un próximo mandato, dado que fijó como duración del mismo, dos legislaturas, cosa que cumplió. Lo transmito para que pueda verse la gestión de los recursos económicos. 

Si es cierto que las próximas las perdería, como las perdió Rajoy, a la vista del terrible atentado que sacudió la Estación de Atocha, Santa Eugenia y el Pozo, que, tan pronto como se produjeron, hizo exclamar a José Blanco, vicepresidente del PS: “Hemos ganado las elecciones”. Pero el motivo o causa no fue la gestión económica.

Cuando accedió a La Moncloa, en Mayo de 1.996, los desempleados eran 2.267.851; es decir, el 22,1% del PIB; cuando dejó de ser presidente, bajaron a 2.181.000, el 10,5. El PIB, que estaba en 2,7, lo subió hasta el 3,2. La deuda pública pasó del 65,6 al 45,3. El déficit público, que estaba en -5,3 del PIB, lo dejó en – 0,04. El gasto público sobre el PIB, que se encontró cuando accedió a la presidencia, del 42,9 lo bajó al 38,7.

José Mª. Aznar De Mayo de 1.996 A Mayo de 2.004
Paro (%)                     22,1               10,5
Crecimiento del PIB (%)               2,7                 3,2
Deuda Pública (% del PIB)             65,6               45,3
Déficit Público (%)               –  5,3               –  0,04
Gasto Público sobre el % del PIB              42,9                 38,7

                    Parámetros económicos durante la etapa de José Mª. Aznar.

No perdió el PP las elecciones de 2.004 por su mala gestión económica si no por el atentado del 11 M, que ya he citado, cuando las encuestas le eran favorables; por lo que Mariano Rajoy tendría que esperar a ganarlas en Diciembre de 2.011, como también las de 2.016, como luego veremos.

Rodríguez Zapatero, que gobernó durante dos legislaturas, accedió al poder, bajo las circunstancias del terrorífico atentado del 11 de Marzo de ese año. Dicha ascensión se produjo cuando el número de desempleados era de 2.181.000 personas, el 10,5%; cuando lo dejó fue de 4.422.239, el 22,6%. El PIB, que era del 3,2, bajo al – 1. La deuda pública, que se encontró, era de 45,3, la dejó en el 69,5. El déficit público sobre el tanto por ciento del PIB, pasó del 0,04 al 9,6. Y, por último, el gasto público, que se encontraba en el 38,7, lo incrementó hasta el 45,8.

Fue el peor período de gestión económica desde Felipe González hasta el día de hoy, a salvo los datos que ofrezca la gestión de Pedro Sánchez a esta fecha o a la finalización de su mandato, que se encuentra a la espera de lo que se produzca en las elecciones de finales del año 2.023.

Con el hundimiento de la economía, al poco tiempo, 300.000 españoles y no españoles, se quedaron sin vivienda por no poder pagarla. Esto se agravó con los recortes en salud y educación; se cierran centros de salud y escuelas que funcionan en barracones.

Zapatero sabía muy bien que las próximas elecciones las perdería, ya que se produjo la crisis económica. Cuando surgió la debacle financiera mundial, en España explotó la burbuja inmobiliaria. Se vio como un millón de personas más se quedaron sin empleo en cosa de dos años, que se sumaron al fuerte paro que ya había en España; por lo que se retiró de la próxima contienda, y el PS designó como candidato a Alfredo Pérez Rubalcaba, que significaba enviarlo al matadero político, como así ocurrió; perdiendo las elecciones ante Mariano Rajoy, por mayoría absoluta.

La crisis del PS no solo llegó a afectarle en las elecciones generales, ya que en Mayo del mismo año, fue sustituido por una avalancha conservadora desde los Ayuntamientos a la mayoría de las Comunidades Autónomas.

José L. Rodríguez Zapatero. De Mayo de 2.004 A Diciembre de 2.011
Paro (%)                     10,5               22,6
Crecimiento del PIB (%)               3,2
  • 1
Deuda Pública (% del PIB)             45,3               69,5
Déficit Público (%)               –  0,04               –  9,6
Gasto Público sobre el % del PIB              38,7                 45,8

                    Parámetros económicos durante la etapa de José L. Rodríguez Zapatero.

Rajoy solo perdió las elecciones de Marzo de 2.004, por los motivos ya expuestos; ganó las del 20 de Noviembre de 2.016, además de las de 2.011, como queda señalado. Rajoy optó por no aceptar el encargo de formar gobierno por no contar con los apoyos suficientes para ello, y, ante el malestar de la ejecutiva federal del PS por no acceder Sánchez a la abstención en la investidura de aquél; el uno de Octubre de 2.016, tras un intenso debate en el Comité Federal, Sánchez dimite como Secretario General del Partido.

Tres semanas después, el Comité Federal acordó abstenerse en la segunda votación de la investidura de Rajoy, consciente que, ante nuevas elecciones, el PS seguiría perdiendo votos y escaños; aquél, juró su cargo el 31 de Octubre de 2.016, convirtiéndose en el sexto presidente del gobierno de España.

Mariano Rajoy  De Diciembre de 2.011 A Junio de 2.018
Paro (%)                     22,6               14,5
Crecimiento del PIB (%)
  • 1
3
Deuda Pública (% del PIB)             69,5               99,50
Déficit Público (%)               –  9,6               –  3,1
Gasto Público sobre el % del PIB              45,8                 41

                    Parámetros económicos durante la etapa de Mariano Rajoy.

El uno de Julio de 2.018 salió adelante una moción de censura contra Mariano Rajoy, promovida por Pedro Sánchez, que había vuelto a ganar la elección a Secretario General del PS, con unos acuerdos previos con Podemos, PNV, Bildu, ERC y otros pequeños grupúsculos, a veces de un solo miembro; cuyos resultados estamos viendo a lo largo de estos más de tres años, que, entre otros, se manifiestan con el acercamiento de presos asesinos etarras a Vascongadas, que en la práctica es una libertad encubierta, e indulto a los presos golpistas separatistas catalanes, y a la espera de otros acuerdos pendientes que de momento desconocemos, pero que se verán si los españoles no lo remediamos en las próximas elecciones de 2.023.

Una vez instalado Pedro Sánchez en el poder, y si bien es cierto que la economía se ve seriamente alterada por circunstancias como la pandemia del COVID-19 y la guerra de Rusia contra Ucrania a la que, con suma frecuencia, los socialistas le echan la culpa de todos los males; por todos es conocido que, por ejemplo, la alta inflación ya se había manifestado en nuestro país con anterioridad al conflicto bélico, y con las circunstancias del mismo, la está haciendo intolerable, convirtiendo este momento en la mayor crisis económica de nuestra democracia.

Aclarado este punto; estamos viviendo una incertidumbre económica que se manifiesta por la alta inflación y el poco acierto de las medidas políticas para combatirla; lo que nos puede acercar a una rece

sión técnica, que se produce cuando el PIB registra dos trimestres consecutivos de caídas. Teniendo en cuenta lo que está debilitada nuestra economía, que nuestro país continúa a la cola de Europa en la recuperación y el Banco de España cree que el PIB no alcanzará los niveles de antes de la pandemia hasta finales del año que viene.

Desde que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa, el gasto público, algo que les encanta a los socialistas, se elevó del 41,3% al 50,6%, lo que supone 124.740 millones de euros, con respecto al año 2.017, último gobierno del PP; gasto que a la larga habrá que financiar con deuda, ya que los ingresos no darán para mantenerlo. Al contrario de lo que el gobierno publica, y muchos ciudadanos creen, Pedro Sánchez no está repartiendo recursos para gastos sociales, si no lo que en realidad reparte es deuda. Esta deuda, y sus correspondientes intereses, tendrá que pagarla Feijóo, si llega al poder, mediante la contribución y sacrificio de los ciudadanos, bien a base de recortes, en inflación, en crisis, o en todo a la vez. Disparado el déficit estructural, se ponen en peligro las pensiones, los salarios de los funcionarios y el bienestar de la ciudadanía. Lo que gasta, aumentando deuda, Sánchez, lo tendremos que pagar cuando sean otros los que gobiernen, y a lo largo de muchos años.

En cuanto a la deuda pública, en Agosto próximo pasado, ha crecido 4.444 millones de euros respecto al mes anterior, situándose en cerca del billón y medio de euros, concretamente   1.491.447.000, lo que supone el 117,68% del PIB. Cada ciudadano, sea de a pie o motorizado, tiene una deuda con Hacienda, de 31.443 €.

Con referencia al crecimiento del PIB, el Banco de España, OCDE y S&P, estiman que no pasará este año más allá del 4,1%, muy lejos de las estimaciones optimistas iniciales del gobierno. El Banco de España calcula dicho crecimiento en el 2,1% para el año 2.023, bajando de este modo la euforia del Gobierno.

Según el Banco Santander, y otros analistas económicos en parecidos términos, se calcula que al final del año, la inflación no baje del 8,8%, con lo que el gasto público se disparará teniendo en cuenta la subida de las pensiones y salarios públicos.

En lo que se refiere al desempleo, Bankinter estima que a finales de este año rozará el 13%. En Septiembre fue del 12,7%. Hay que tener en cuenta que este Gobierno, con la triquiñuela de la reforma laboral, no contabilizan como parados, aunque lo sean, los contratados fijos discontinuos, con lo que, a día de hoy, los desempleados rondarían los 3.400.000. Por otra parte, hay que mencionar el “milagro” laboral de Sánchez: Desde que llegó a La Moncloa hasta Julio del año en curso, se crearon 276.000 nuevos empleos públicos.

Otro punto a tener en cuenta es la presión fiscal que, aunque el gobierno se afana en decir que es de las más bajas de Europa, con un 38,8% del PIB, está por encima de países como el Reino Unido, Irlanda, Polonia, Rumanía o Portugal. Por otra parte, es fácil comprender que no es lo mismo ejercer una presión fiscal del 38,8% sobre un sueldo o pensión de 1.200 €, que el 41% sobre uno de 2.200 €, como es fácil comprobar.

Estimo que Pedro Sánchez, al igual que le ocurrió a Zapatero, perderá las elecciones por su gestión económica, pero no solo; creo que los ciudadanos recordaremos sus pactos con Bildu y acercamiento masivo de presos etarras a las Vascongadas; todos recordaremos el indulto a los golpistas catalanes; todos recordaremos su “insomnio” y “cogobernanza” con la extrema izquierda; todos recordaremos su acercamiento a Marruecos, enemistándonos con Argelia, y traición al pueblo saharaui; todos recordaremos su asalto al Poder Judicial. Estos casos y muchos más, coadyuvarán a que los ciudadanos tengamos memoria, ya no a la hora de las elecciones generales, si no en las locales y autonómicas.

Ante esta realidad, que se puede esperar de un hipotético gobierno de Feijóo para sacar al país en el encallamiento en que se encuentra, y con perspectivas de empeorar según los analistas económicos. 

Entiendo que deberá racionalizar el gasto y dirigirlo más al sector productivo que al inútil y burocrático del Estado. Por supuesto tendrá que suprimir cuatro o cinco ministerios de cupo y toda la burocracia y gasto que conllevan y que fueron impuestos por Podemos a Pedro Sánchez. Tendrá que eliminar un sin número de chiringuitos creados ad hoc y que pululan por determinados ministerios abarrotados de “asesores”. Por último, y como dijo en cierta ocasión Arzallus, tendrá que eliminar la “grasa” de la Administración Pública, aunque Arzallus se refería a otro sujeto.

Otra decisión a tomar, y así lo viene exponiendo Feijóo, es la bajada selectiva de impuestos y de forma razonada para reactivar el consumo interno y por tanco la economía. Tendrá que llevar a cabo reformas con el fin de incentivar la actividad económica, dado que nuestra economía tiene necesidad de llevar a cabo reformas estructurales.

Todo ello parece que sería lo acertado, pero estas mismas medidas, otras semejantes, o ambas, pueden que den al traste con el Gobierno al cabo de una legislatura.

La eliminación de personal innecesario, de chiringuitos inútiles, de dádivas sin sentido y con ánimo de compra de votos que hace el PS, como la de 400 € a los jóvenes que este año cumplan los 18 años, será motivo de protestas con el slogan de que llegan los recortes de la derecha, a lo que ayudará sin duda, la prensa apesebrada.

Por otra parte, si quisiera mantener el gasto social con la alegría que lo implantó y mantiene Sánchez, tendría que Hacienda recibir los 10.000 millones de recaudación extra, debido a la inflación. No toda la vida durará la guerra rusa-ucraniana, por lo que los carburantes y los precios de los alimentos bajarán, así como materiales y bienes de equipo. Solución: se tendrá que volver a subir el IVA a los tipos que tenían antes de la mencionada guerra y de la exagerada inflación.

Posiblemente, y en contra de lo declarado por el PP, como le sucedió a Rajoy, no solo habrá que bajar los impuestos, si no mantenerlos o subirlos, al menos hasta que la economía crezca, y por ende el PIB y sea rebajada la deuda pública. Todo ello creará un caldo de cultivo que, como siempre, el PS, su prensa afín y los Sindicatos, se encargarán de azuzar al personal para que llenen las calles de manifestaciones un día y otro también, sin olvidarnos de la convocatoria de huelgas. 

Lo dicho; Sánchez perderá las elecciones, posiblemente, por los mismos motivos que Zapatero, pero acentuados, y Feijóo por los que hicieron tambalear a Rajoy, si excluimos las acusaciones de corrupción.

        El arte de la Economía consiste en considerar los efectos más remotos de cualquier acto o política y no meramente sus consecuencias inmediatas; en calcular las repercusiones de tal política no sobre un grupo, sino sobre todos los sectores. (Henry Hazlitt)

 

8 Comentarios

  1. Los peperos , antes de recortes al pueblo, como siempre han arreglado la ruina sociata-separata, por eso la chusma vuelve una y otra vez al progre, a sabiendas de que son ruina, lo que tiene que hacer es reducir el tamaño del estado salvaje que tenemos, eliminar todos los chiringuitos de chupópteros que parasitan la economía y, no solo salimos adelante, nos convertimos en una potencia económica.
    Feijóo, aunque no eres muy listo pa gallego, hazlo y verás, pero eso si, hay que echarle huevos.

  2. P Sanchez esta ya mas quemado que el palo de un churrero, la Mafia Globalista que le ha puesto donde esta lo sabe y ya tienen preparado el recambio, el infumable de Feijoo, disitintos perros el mismo collar.

    PS ya lo dijo “Libertad es vacunar, vacunar, vacunar,,,· o lo que significa realmente · ·”Despoblar, despoblar, despoblar…”, el objetivo ya se cumplio, un pais hipotecado ad infinitum, ruinoso, fumigado liberticida,,,,,y en poco tiempo con pocos habitantes, hay que dejar tiempo al que la Spyke y el Nanografeno cumplan su funcion letal

    Ahora con Feijjo vendra la siguiente fase, veremos que pasa, pero imagino mas de lo mismo aunque bien es cierto que el PP siempre ha gestionado mejor la Economia que los inutiles de la Izquierda,

  3. Todas las reflexiones expuestas en el artículo están muy bien y son muy interesantes. El problema (siempre hay un pero) es que desde el 11M2004 en España NO HAY DEMOCRACIA. Lo que tenemos es un Sistema partidocrático manejado por los amos. De manera que todo lo demás es una absoluta pérdida de tiempo y de energía para que los monos con zapatos se entretengan, pensando que tienen el control de sus vidas.
    No cedas tu soberanía personal.
    No votes más en este Sistema corrupto, ineficiente e inhumano.
    Objetivo para las próximas elecciones: participaciones inferiores al 20%.
    Resistencia.

  4. De perder nada!,se van todos con los bolsillos bien llenos,que para eso se presentaron y aguantan todo tipo de insultos.

    Después Sánchez se hará presidente del PSOE internacional y Feijo de alguna multinacional farmacéutica,y a vivir de las rentas de las pagas y de las superjubilaciones.

    Otro gayo cantaría,si la justicia fuese real y no corrupta,entonces irían a la cárcel,y los próximos o sucesores se lo pensarían todo dos veces,es la Timocracia o el régimen del 78 ,saquear España, ‘cagarse dentro’ y limpiarse con la bandera.

  5. ¿Elecciones? ¿Ahora votamos a Terroristas? bueno si desde HB ya se votaba a Terroristas ahora ya lo son todos. Politicos espero vayais al infierno.

  6. Votando nada va a cambiar. Aunque sea otro el gobierno, robarán y asesinarán igual. El voto no cambia nada. Lo llevamos viendo más de 40 años. Son más integristas y fanáticos los votantes empedernidos que los que se inoculan por séptima vez y las que hagan falta. El voto no cambia nada.
    Si ya no hay delito de sedición, ¿por qué seguir pagando impuestos? Si se les corta el “combustible” sí que se les daña de modo irreparable. Sin impuestos, los asesinos y corruptos son inofensivos.

  7. ¿Por la economía? Todavía no se ve la menor señal de crisis a pie de calle, la gente tiene muchas ganas de salir y de eventos y se ven bares llenos a cualquier hora, restaurantes en los que hace falta reservar con, al menos, una semana de antelación para conseguir mesa, no paran de abrir nuevos negocios (sobre todo, de hostelería), coches nuevos por todas partes y, en definitiva, un nivel gasto que no se conocía desde antes de la “pandemia”.

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