'La Voz de Asturias'

Hoy queremos compartir con ustedes un documento oficial, el publicado por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios en el que ofrece datos “oficiales” sobre las inoculaciones y los efectos adversos denunciados.

El primer dato que nos llama la atención es el enorme número de padres que han cometido la inmensa locura de inocular a sus hijos contra algo que no les afectaba. Según se indica en este informe, el número de inoculados entre los menores de 12 años hasta los 17 años es de 4.832.890 niños. Tras ver ese dato, lo único que podemos decir es que esos padres están completamente chalados y son unos grandísimos irresponsables.

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Es importante tener en cuenta que este es, tal y como se indica en el estudio, el número de personas que han recibido, al menos, una dosis.

Y a partir de aquí es donde llegan los efectos adversos denunciados. Es muy importante tener en cuenta que no se denuncian todos y que, tal y como se indica en muchos estudios, solo se denuncian entre un 1 y un 10% de los efectos adversos que realmente se han producido. Además, hay que tener en cuenta que muchos profesionales sanitarios, cuando reciben algún paciente con efectos adversos, evitan culpar a las vacunas de lo que le suceda al paciente. Y pueden imaginarse todos los que no figuran en este gráfico que, aún así, es tremendamente aberrante.

En este punto, llaman la atención varias cosas. En primer lugar, el número de mujeres que sufren efectos adversos ya que es enormemente superior al de los hombres:

  • Mujeres (58.004 casos)
  • Hombres (21.360 casos)

Por otro lado, observen el enorme número de casos que se dan en la franja de edad de entre 18 y 65 años. En hombres, 17.915 casos y en mujeres, 52.087. El número total en esta franja de edad es espeluznante: 70.002 casos.

Por otro lado, está el apartado de menores de edad. Es aberrante que, según cifras oficiales, 1.852 menores hayan tenido que sufrir algún tipo de efecto avdverso por inocularse un medicamento experimental contra una supuesta enfermedad que, en teoría, a ellos no les afectaba.

Y llama más la atención que en todas las franjas de edades haya más mujeres que hombres con efectos adversos, excepto en la de los menores de 12 años, que es similar, aunque algo superior en los hombres: 249 casos en hombres y 239 en mujeres.

De todos los efectos adversos denunciados, 13.627 fueron considerados como graves. Según indican en este estudio, se considera grave “cualquier acontecimiento adverso que requiera o prolongue la hospitalización, dé lugar a una discapacidad significativa o persistente o malformación congénita, ponga en peligro la vida o resulte mortal, así como cualquier otra condición que se considere clínicamente significativa1. Debe tenerse en cuenta que la notificación de los acontecimientos adversos graves y su registro es prioritaria frente a los considerados no graves”.

Aquí no publican una tabla que nos indique en qué franjas de edades se han producido esos efectos adversos graves. Lo que sí nos dicen es que, hasta el 11 de septiembre de 2022, esos afectos habían provocado la muerte de 467 personas. Y aunque esa cifra, como ya pueden imaginarse, está más que falseada, después nos dicen que “estos acontecimientos no pueden considerarse relacionados con las vacunas por el mero hecho de notificarse. En la gran mayoría de los casos notificados en los que consta información sobre los antecedentes médicos y la medicación concomitante, el fallecimiento se puede explicar por la situación clínica previa del paciente y/u otros tratamientos que estuviera tomando y las causas de fallecimiento son diversas, sin presentarse un patrón homogéneo”.

Ya saben, lo que haga falta con tal de no culpar a la vacuna de una cifra que, si fuera cierta, ya sería lo suficientemente importante como para que se hubiera suspendido la vacunación.

A partir de ahí, nos ofrecen una serie de estadísticas con lo que serían efectos adversos más leves (Pirexia, Cefalea, Linfadenopatía, Mialgia, Malestar, Dolor en la zona de vacunación, Escalofríos, Fatiga, Náuseas, Artralgia). Pero de los más graves, no nos dicen absolutamente nada como si las cifras que ellos mismos publican fueran despreciables.

Y ahora, los que sigan inoculándose, que sigan haciendo el tonto y jugando a la ruleta rusa…

 

11 Comentarios

  1. Es una guerra de cifras. Es también una guerra de las oligarquías mafiosas contra la población y, como en todas las guerras, la primera víctima es la verdad. He oído testimonios de primera mano de personas que, teniendo dos dosis, aparecen en los registros como habiendo completado la pauta. Esto significaría que están tratando de inflar sus datos de fuckunación para animar a Vicente, que va donde va la gente, a hacer lo que crea que la mayoría ha hecho. Sabemos que el número de insensatos es altísimo pero no le podemos poner un porcentaje preciso a partir de dato oficial alguno,

  2. Hay quienes no saben nada porque sólo siguen las noticias oficiales, aunque bien es cierto que en incluso en la tele salen noticias hablando del aumento de enfermedades o el exceso de mortalidad, pero son noticias que en su mayor parte la población ni oye ni las entiende y menos aún las relaciona con los pinchazos aunque a veces hay quien se muestra receptivo y quiere saber más. Pero también son numerosos los casos en los que a gente de nuestro más cercano entorno, como amigos muy cercanos, vecinos o familiares directos a los que quisimos exponer nuestras dudas, nuestros recelos y nuestra, ya certeza., del plan que hay tras esta farsemia y en ningún momento, ni antes, ni después ni ahora han querido escuchar nada de lo que pudiésemos decir, mostrando un rechazo total al tema e incluso prohibiendo hablar del mismo so pena de acabar con la relación amigo/familiar que pudiésemos mantener. A estos, evidentemente hay que dejarlos y no malgastar ni un minuto de nuestra energía en ellos. Bastante es ya seguir viviendo sabiendo el plan trazado.

  3. Son los medicamentos la tercera causa de muerte en el mundo?.Según un profesor farmacología de la Universidad de Copenhague, la industria esconde que los fármacos son la tercera causa de muerte del mundo.

    En el libro que publica compara a las farmacéuticas con el crimen organizado.

    Se cifra en 197.000 los muertos al año en Europa por culpa de los fármacos.
    En España, el 95% de la formación de médicos depende de esta industria.

    Es el tercer sector de la economía, tras el armamento y el narcotráfico.
    Decenas de pastillas y píldoras en los estantes de un laboratorio.
    Decenas de pastillas y píldoras en los estantes de un laboratorio.

    ¿Puede matar aquello que la ciencia ha creado para curar? ¿Pueden los medicamentos ser causa de muerte? Un experto danés afirma que sí; y no sólo eso. Según Peter Gøtzsche, profesor de medicina y farmacología clínica de la Universidad de Copenhague, los medicamentos son la tercera causa de muerte.

    Sin impuestos no podríamos pagar un cuerpo de policía que nos proteja,ni un sistema sanitario que nos cuide…entonces,por qué no nos protegen y por qué no nos cuidan?.

    Los políticos y los medios de desinformación actúan como tapaderas,de las mafias organizadas que dirigen el mundo,el plan es robar a la clase media para dárselo a los ricos,para crear una malloria de pobres,y una minoría de ricos,así que puestos a elegir…la política facilita mucho acceder a esta minoría.

    Como entonces hacer llegar a la población una información real que les proteja al menos de ser agredidos con armas biológicas?,ahí está la clave,nadie quiere ser héroe ni mártir ni exponerse ante los poderosos,y es una de las tareas más difíciles del mundo.

  4. Dice el informe:
    Los datos que se presentan recogen las notificaciones recibidas en España de acontecimientos adversos ocurridos tras la vacunación frente a la COVID-19, y no se pueden considerar reacciones adversas debidas a la vacuna hasta que no se confirme una relación causal con su administración.

    Recuerde:
    Los acontecimientos adversos que se notifican no significa que estén relacionados con la vacunación.

    Por tanto, no son reacciones adversas, ni son de utilidad para comparar el perfil de reacciones adversas de las diferentes vacunas.

    O sea, que es un informe preparado para hacer que informan y para obstruir la verdad. La relación causal no se va a establecer, porque no quieren establecerla, ni han querido hacerlo durante casi dos años, lo cual es la prueba de que no quieren hacerlo. Y con el mayor cinismo dicen que los acontecimientos adversos, por tanto, no son reacciones adversas. Luego, no ha habido reacciones adversas. – Así engañan sus conciencias y pretenden engañar a la población. Aquí no ha pasado nada (pero tendrá que pasar ; tendrán que ser juzgados penalmente).

  5. Leed con detenimiento el informe oficial que aparece en el enlace del comienzo (“el publicado”) porqué las consecuencias son mucho menos alarmantes: ni el COVID19 es la pandemia con que nos quieren aterrorizar ni las vacunas están matando a miles de personas. Simplemente pueden producir efectos secundarios con cierta probabilidad.

    Qué cada uno decida lo que quiere hacer: tan reprobable y absurdo es demonizar a quienes no nos hemos vacunado como tachar de idiotas a quienes lo han hecho. Pero aquí hay algunos tan imbéciles o más que aquellos a los que pretenden criticar (y así sólo consiguen desacreditarnos a todos).

    • Roberto, hay que partir del hecho, por lo visto poco conocido, pero bien explicado por virólogos que han trabajado en Pfizer, que las vacunas no son todas iguales. Hay una no pequeña cantidad de lotes distintos dentro de la misma marca. Unos están haciendo mucho daño, incluso matando a la gente; otros apenas tienen efectos secundarios. No olvidemos que esto es un experimento… y están experimentando.

    • Sigues sin entender las consecuencias fisicas, psicologicas y economicas de este genocidio encubierto.
      Es extremadamente grave lo que ha pasado, de ahí mis comentarios y mi tono por eso algunos se piensan que soy el “malo” cuando solo digo verdades como puños igual me paso pero lo que no voy a hacer es quedarme corto y no puedo entender a los que se justifican y defienden lo indefendible.

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