Parte oficial de guerra de 09/09/2022. Tercer año triunfal.
Estamos viendo en los últimos días un sainete, en el que el desgobierno de Españistán y el CGPJ fingen estar enfadados por la elección de magistrados para el Tribunal Constitucional.
No se preocupe el lector, que entre bueyes no hay cornadas.
En todo caso, a estas alturas nadie supone que la discrepancia tenga como preocupación la protección de nuestros derechos fundamentales. Con esos hacen papel higiénico los dos contendientes. No. Se trata de nepotismo, del italiano “nepote”: sobrino. O ponemos a mi sobrino o ponemos al tuyo, pero para los dos no hay sitio.
SÍGUENOS EN TELEGRAM:
- El Diestro: https://t.me/ElDiestro
- El Diestro.TV: https://t.me/eldiestrotv
La insurgencia, más ocupada con problemas trascendentes, en lugar de enfrascarse en esos dimes y diretes ha decidido lanzar un torpedo nuclear táctico a la línea de flotación del “poder judicial” (disculpen lo impropio del nombre).
Aprovechando la información que obra en la página de ACODAP, se ha presentado una denuncia contra la totalidad de los integrantes de ese CGPJ, por la supuesta tenencia de cuentas bancarias en paraísos fiscales.
Se anima a todos los insurgentes a continuar el ataque en profundidad y extensión, hasta que algún juez se decida a investigar y salgamos todos de dudas sobre la veracidad de esas cuentas bancarias fantasmas.
Como ya repetimos hasta la náusea, no se trata de fe, de si tú crees y yo no. Se trata de que se investigue, porque en caso contrario todos estamos legitimados a darlo por cierto, en base al desmesurado interés que hay en ocultarlo.
Para presentar la denuncia, que es gratuita y no precisa de abogado, se imprime por duplicado, se cubren los datos y se firma. Luego se presenta en el juzgado, o mejor aún, en la comisaría o cuartel de la Guardia Civil.
Denunciar corrupción es una obligación y un derecho fundamental de todo ciudadano.
MODELO DE LA DENUNCIA, DESCARGABLE AL FINAL DEL ARTÍCULO.
Más importante que la actuación judicial, que no esperamos -ya hace tiempo que dejamos de chuparnos el dedo-, es llevar al ánimo de los agentes que redactarán el acta de nuestra comparecencia, la duda sobre la legitimidad de los que los mandan.
Y si los agentes despiertan, que sepan que tienen una salida digna:
Este señor es un criminal con pruebas publicas tan aplastantes que la pregunta que deberiamos hacernos es que hace este señor al frente del CGPJ y como esa organización criminal mafiosa y extorsionadora no esta disuelta como lo que es.