Honor y gloria

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“No vamos a lograr nada, el fracaso será total. El desafío es seguir doblando la apuesta aún sabiendo que fracasaremos, luchando hasta nuestro ultimo aliento con el espíritu en alto como si hubiésemos ganado la batalla. No te sientas vencido, ni aun vencido…” MdG 

Cuando inicié el blog allá por el 2011, uno de los primeros correos que recibí era de un lector desilusionado, vencido, peleado con la vida y enojado con él mismo. Pese a su estado sentí que era buena tierra para sembrar. Un joven inteligente, culto y educado con ansias de comprender el porqué de una existencia que lo agobiaba, y que lo hacía sentir como extranjero en tierra ajena, pues él era un hombre de Honor, pero le faltaba la Gloria para afrontar las batallas con hidalguía aun sabiendo que las perdería.

Recuerdo como poco a poco comenzó a remontar esas profundidades donde se encontraba, luchando aun vencido, perseverando aun cansado, avanzando aun caído, persistiendo sin pausa hasta llegar a convertirse en un verdadero Humano que puede enfrentar su existencia con Honor y vivirla con Gloria, cumpliendo el propósito aun sabiendo que quizás perderemos esta batalla, pero tarde o temprano ganaremos la guerra. 

Creo que no es necesario explayarme más en este artículo, solo repetir las palabras que él ya expuso en su comentario y que resume en unas pocas líneas el Honor y Gloria de aquellos que enfrentan su existencia pese a todo, cumpliendo su propósito con hidalguía, aunque este sea, freír un simple huevo. Honor y Gloria para todos.

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“Acabo de ver el corto y veo que un guerrero prefería vivir por la gloria antes que, por el honor, y por ello abandona a sus compañeros hasta que pierde un ojo y casi muere, pero es salvado por su amigo, el cual le enseña la lección de vivir con honor y morir con gloria al sacrificarse por todos. Vivir con honor es luchar hasta el último estertor por nuestras convicciones, por nuestros hermanos, dejando a un lado la sed de gloria (el ego) y quedándonos con la gloria del SER (cumplir el propósito) e irse con la satisfacción de un trabajo bien hecho que repercutirá en la posterior gloria de todos (esto se ejemplifica con el guerrero que queda tuerto pero sobrevive y hereda el propósito y a su vez alguien más lo heredará de él hasta que éste se cumpla en su totalidad; es por ello que, sin importar cuántas batallas se pierdan (José, Hitler), el plan continúa hasta que se gane la guerra, por eso vivir con honor y morir con gloria no es una derrota como tal sino un paso más hacia la victoria final).”