Desde tiempos prehistóricos, el hombre ha sido un apasionado de los deportes, tanto de practicarlos, como de verlos en directo o a través de la televisión. Desde disciplinas deportivas como el fútbol (el preferido) hasta el atletismo o los deportes de motor sin olvidar al baloncesto o ciclismo, entre otras muchas opciones que ocupan el tiempo de ocio de los hombres. Ahora, además, todo resulta más sencillo gracias a los dispositivos móviles y a la posibilidad de realizar pronósticos en aquellas consideradas top de casas de apuestas. Otra forma de vivir la emoción de los deportes.

De un tiempo reciente, las mujeres comienzan a incorporarse a la práctica del deporte activo y su visualización, compartiendo protagonismo con los hombres como se debe alcanzar en términos de igualdad. No obstante, surge esa pregunta acerca de cómo es posible que el deporte atraiga tanto al sector masculino, y especialmente respecto a determinadas disciplinas deportivas, circunstancia que no siempre sucede en el caso de las féminas.

Un ejemplo, aunque siempre se puede evolucionar en términos de igualdad, se constata en aquellos deportes físicos que siempre son regularmente más practicados por el sector masculino. El rugby es un ejemplo de deporte de contacto. Por el contrario, hay deportes, como la gimnasia o el ballet, que son más relacionados con las féminas. La razón, aparte de temas físicos, no se encuentra en una razón de género, sino en la misma evolución social de la sociedad en la que todos estamos inmersos. Otro aspecto clave, aunque también hay una cierta evolución de igualdad, consiste en que los deportes de equipos siempre son mayoritariamente practicados por hombres.

Dentro de ese factor social encontramos otro elemento determinante. A los hombres, dentro de su entretenimiento, siempre les atrae más un evento deportivo, incluyendo retrasmisiones de deportes femeninos, en comparación a las mujeres, más predispuestas a aumentar su interés por otros aspectos de la vida, como los eventos culturales. Son aspectos sociales y certificados en diferentes estudios realizados atendiendo a la experiencia de diferentes tipos de individuos.

El factor del espectador Lek

Uno de estos múltiples estudios explica de manera más primaria el motivo que incita a los hombres a presenciar más acontecimientos deportivos que a las mujeres. Se trata del factor espectador Lek, que viene a explicar que los hombres (y sucede también en otras especies de mamíferos) cuentan con un comportamiento más primario, y que este tipo de eventos deportivos vistos en grupo les sirve para mostrar su fuerza, su habilidad e incluso su dominio dentro del grupo en el que conviven. Y de esta manera, el hombre gana su cuota de estatus. Estamos ante un comportamiento que podría considerarse como innato, algo característico de los hombres.

Por último, otro aspecto social explica este entusiasmo de los hombres en ver deportes y básicamente consiste en un ocio y costumbre que se ha trasmitido de generación en generación; algo que, contrariamente, no ha sucedido en las mujeres hasta tiempos relativamente cercanos. Ahora, los tiempos están cambiando y se promulga una cierta igualdad tanto de espectadores como de deportistas féminas.