En mi artículo editado en el diario “El Diestro” en fecha 22 de agosto de 2022, aseveraba que nunca sabremos quién asesinó a Daria Guguina. He seguido revisando entre los antecedentes sobre casos similares, y de las investigaciones que el Gobierno Ruso tiene en marcha, es evidente que todavía queda mucho para deshacer la madeja que puede llevar a desenmascarar a los autores de ese asesinato. 

Parece, que hay mucho interés en las autoridades rusas en esclarecer quienes son los autores intelectuales y materiales de este crimen y los investigadores encargados del caso, están explorando todas las hipótesis para poder averiguar el desarrollo de la trama del asunto.

Entre todas las teorías que se barajan, destaco las siguientes:

La primera de ellas tiene su origen en la misma Rusia, donde el exdiputado de la Duma y disidente ruso,  Ilya Ponomarev, en una entrevista realizada desde Kiev, donde tiene su base, ha afirmado que la explosión acontecida ese sábado por la noche, que costó la vida a Daria, fue obra del Ejército Nacional Republicano, una banda clandestina que trabaja dentro de Rusia y se dedica a realizar pequeños actos terroristas con el objetivo de derrocar al régimen de Putin. Ignoramos qué infraestructura para cometer el atentado, puede tener este grupúsculo.

En contrapartida a esta teoría, los canales oficiales del gobierno ruso, afirman que la autora y terrorista del atentado ha sido una ucraniana, alistada al ejército de Kiev, y que logró huir en dirección a los países bálticos, como ya hemos leído en los canales de información occidentales.

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Entre otras hipótesis de los medios de comunicación oficiales de Occidente, toma fuerza la teoría de que el atentado ha sido realizado por agentes de los servicios secretos rusos. Esta especulación de la prensa se cae por su propio peso, ya que el pensador y politólogo Duguin, carece de enemigos políticos en Rusia y su eliminación física, sería un gran error estratégico para el Kremlin, ya que Alexander Duguín tiene multitud de seguidores entre los intelectuales y jóvenes patriotas de las naciones de Europa occidental y es un referente ideológico contra el Globalismo, lo cual le favorece a la propia Rusía que encuentra apoyos ideológicos en Europa.

Utilizando el sentido común, por parte de cualquier lector avezado en la geopolítica europea, lo más cercano a la verdad, es que el atentado contra Duguina, podría ser una acción más de las que está realizando el servicio secreto ucraniano SBU, el cual lleva un tiempo eliminando políticos y periodistas molestos para el régimen de Kiev, tales como Oles Buzina, eliminado en el año en 2015, y el presunto fallido asesinato de Vladimir Soloviev, en abril de 2022. El SBU, ha eliminado, además, a negociadores y mediadores políticos, hasta sindicalistas. 

Es evidente que matar a un escritor y filósofo, sin protección ni guardaespaldas, es un objetivo muy fácil y con una repercusión muy ruidosa para los servicios secretos, equiparable, a nivel de propaganda, a una victoria militar.

Como elucubración final, cabe pensar que el atentado haya sido una operación de algún servicio secreto europeo o norteamericano, ya que se ha utilizado, para consumar la acción terrorista, un explosivo muy común como es el TNT, en una cantidad no superior a los 400 gramos, lo que hace imposible realizar un seguimiento de donde se adquirió y cómo llego hasta Moscú, para utilizarse en el atentado.

Es muy extraño que se eligiera objetivo de un asesinato, a Dugin, ya que este intelectual no es una amenaza para Ucrania, aunque en Europa se le haya etiquetado como un peligroso intelectual para Occidente, por el único motivo de tener cientos de miles de seguidores y lectores, tanto en internet, como en editoriales alternativas al sistema liberal y al pensamiento único mundial.

Si utilizamos esta última teoría del asesinato de Daría Dugina, es evidente que fundamentos tiene en los que basar su consistencia.

Duguín ha conectado con grupos de universitarios y jóvenes pensadores y activistas políticos, que se encuadran dentro los grupos antiglobalistas y anti agenda 2030. Para esa conexión, ha utilizado unas ideas novedosas que dan una nueva forma de lectura a la geopolítica, distinta a la establecida oficialmente por los lobby de poder que dirigen los millonarios ecologistas y progres de Estados Unidos. Las ideas de Duguín chocan con las de los gobiernos occidentales, que sólo sirven para reeducar a las masas, en los nuevos mantras de la nueva religión del clima y del culto al planeta Tierra, ocultando las contradicciones científicas de la nueva fe climática.

Dugin ha dado a conocer a las nuevas generaciones, hastiadas de la verdad única y oficial, una forma de pensar muy original y sugerente, un nuevo modo de entender las relaciones internacionales y las teorías filosóficas y políticas del siglo XIX y XX, popularizando para un público joven, las teorías de los poderes ocultos que manejan el mundo actual, que ya fueron expuestas por Samuel Huntington, Rudolf Kjellén, Halford Mackinder o Nicholas Spykman.

La exposición al gran público, por parte de Duguín, de un modo sencillo y didáctico, de cuáles son las razones para que EE.UU necesite gobernar el mundo, ha revolucionado la geopolítica mundial, y ha desenmascarado la necesidad de Estados Unidos de seguir existiendo como potencia, y como, para conseguirlo, ha de controlar a toda Europa. Estas teorías filosóficas y políticas hacen de Duguín un personaje muy incómodo para los intereses anglosajones. A Duguín, en Europa Occidental, se le han hecho campañas contra sus libros y artículos, se le ha  censurado en redes sociales y se ha intentado destruir su prestigio como erudito, intentando conseguir su muerte civil o física, que a la postre, le ha llevado terminar con la vida de su hija en un atentado fallido contra su persona, su obra y sus ideas.

A cualquier europeo que siga las ideas de Duguín, se le ha convertido, por parte del “stablishment”, en un paria del sistema liberal globalista, colgándosele los “sambenitos” de “prorruso” y “nazi”. El éxito ideológico de Dughín es haber superado las barreras que separaban a las sociedades entre la izquierda y la derecha.

El acierto de este pensador, es combinar la filosofía de Heidegger y la ideología comunista de Gramsci, conseguir que un vecino ultraderechista encuentre puntos de coincidencia con otro socialcomunista, sin que el miedo que propaga la prensa y la televisión entre uno y otros, buscando la polarización de la sociedad, tenga éxito alguno.

Duguín ha enseñado a sus lectores y seguidores que tienen en común ideas tan grandes, valores tan enormes como son la patria, la lengua y la historia, las cuales le unen a los individuos, mucho más que les separan las diferencias creadas artificialmente por los globalistas. En España podría ponerse en su boca, aquel discurso de uno de los presidentes de la I República Española, Emilio Castelar,  el cual dujo: “Levantaos esclavos, porque tenéis patria”

Las mentiras sobre Duguín, vertidas en Europa, han llegado incluso a afirmar que Alexander es el ideólogo de Putin, lo cual es falso, ya que el movimiento nacional-bolchevique creado por Duguín, era contrario a Putin. Este ilegalizó a parte de este movimiento y Alexander se desvinculó de este partido hace más de 25 años, para fundar un movimiento euroasiático y seguir las tradiciones religiosas e históricas de la Rusia Eslava y la economía de mercado parcialmente dirigida desde el estado. Busco la identidad de orígenes del comunismo, fascismo y liberalismo, lo que le ha llevado a ser atacado por todos los partidos liberales europeos y por los restos de los movimientos comunistas que aún existen en Europa. Buscó la unión filosófica entre obreros y patria, lo que ha dado la base ideológica a todos los nuevos movimientos que resurgen en Europa y rompen la política tradicional de bloques y la globalización.

Si en Occidente se ha sentado como cierto, que Duguín es el ideólogo de Putin y de los movimientos obreros alternativos al sistema global y a la agenda 2030, para derrotar a Putin y a los movimientos antiglobalización y patrióticos, basta con matar a Duguín. Esa puede ser la base ideológica del asesinato de su hija y de la sentencia de muerte dictada contra Duguín.

 

5 Comentarios

  1. Salvando las distancias, las acciones e ideología de este hombre, tienen un cierto aire Joseantoniano.

  2. Bueno, bastante acertado el artículo, pero a estas alturas ya hay meridianamente claras dos cosas:

    1) El atentado fue cometido por la ciudadana ucraniana Natalia Vovk, que se alojó en el mismo edificio donde vivía Dugina, y de la cual hay incluso una grabación de vídeo donde se la observa caminando por el mismo lugar donde luego se produjo el atentado.

    2) La asesina no se equivocó de persona. Contrariamente a lo que muchos (yo me incluyo) pensaron en un primer momento, el objetivo no era Dugin, sino su hija. Y es aquí donde muchos analistas fallan, ya que parece que la sombra del padre eclipsa la información de que disponen sobre la hija. Pero lo cierto es que Daria Dugina era una militante activa: organizaba cursos y conferencias, escribía artículos, daba entrevistas y, lo más importante, estaba especialmente involucrada en establecer contactos y alianzas entre Rusia y Turquía. Esa es la clave, en mi opinión.

    ¿Y por qué es la clave? Porque resulta evidente que la organización del atentado no pudo ser solo obra de Vovk ni de su cómplice Bogdan Tsyganenko. La preparación incluyó un documento de identidad falso de Kazajistán, varios cambios de matrícula del coche, la información sobre el edificio donde se alojaba Dugina… Todo ello indica el trabajo de los servicios de inteligencia, no de Ucrania, sino de uno o varios países occidentales. Y, evidentemente, los poderes fácticos que actualmente controlan occidente no pueden permitir que Turquía, miembro de la OTAN, estreche lazos con Rusia.

    En resumen: Alexander Dugin es un hombre mayor de rostro antipático, sin mucha predicación entre la sociedad rusa y nula influencia en el gobierno ruso. Cualquier día se morirá de viejo y ya está. Pero Daria Dugina era una joven promesa en ciernes. Por eso la eliminaron.

  3. Es una pena,que la gente se centren tanto en el asesinato terrorista de esta mujer…y tan poco en el expediente Royuela y los crímenes de Mena y la Logia de Miami.

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