El gran secreto de Juan Pablo Segundo: la niña perdida del Vaticano

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El caso Alcácer italiano: Emanuela Orlandi

No mucha gente en España conoce este tema, al que yo me refiero como el caso Alcácer italiano. En efecto, se trata de dos niñas de iguales características físicas y de edad a las víctimas de Alcácer, pero secuestradas en Roma en el año 83. Desde entonces hasta hoy, parece mentira, median 40 años de silencio y misterios, pero siempre con una persona por el medio que es protagonista junto a las niñas: el Papa de turno y, en concreto, Juan Pablo Segundo, que era el Sumo Pontífice en el momento del doble secuestro.

La relación de este crimen con el Vaticano es directa, sobre todo, en el caso de la niña Emanuela Orlandi, por ser esta chica una de las pocas personas en el mundo con nacionalidad vaticana. Y vamos a explicar esto un poco, antes de nada.

Las dos pobres protagonistas de esta historia dramática.

El secuestro de la hija del secretario del Papa

La desaparición de una niña de 15 años de nacionalidad vaticana

Es uno de los estados más pequeños y especiales del mundo y su nacionalidad no depende del nacimiento en sí, sino de motivos laborales. Sólo quien trabaja en el Vaticano y sus familiares más directos pueden obtener la nacionalidad vaticana y sólo por el tiempo en que sus cargos estén en vigor. Y éste era el caso de la niña Emanuela Orlandi, hija del secretario del Papa, que desapareció sin dejar rastro en el medio de Roma en el verano del año 83.

Características físicas similares a las de las niñas de Alcácer

La desaparición de esta niña creó una inigualable expectación y angustia en toda la República Italiana, pero en realidad venía precedida de otro caso parecido. La también adolescente de 15 años Mirella Gregori, que había desaparecido un mes antes, en su caso, de nacionalidad italiana normal, pero con características físicas muy similares a las de Emanuela Orlandi o las niñas de Alcácer. En este caso, sin embargo, el hecho de que fuera la hija de un funcionario vaticano levantó muchísima más expectación. Y es que todos sabemos que el Papa es ante todo un Jefe de Estado, con sus propias responsabilidades y hasta fuerzas de seguridad, pero también con una minúscula población de ciudadanos vaticanos a su cuidado.

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Mirella Gregori con el Papa, Juan Pablo II, poco antes de su secuestro en 1983

No hay ninguna pista de las dos niñas desde entonces

En todo caso, yo soy de los que no hacen diferencias de este tipo y me refiero siempre a esta doble desaparición como el caso Orlandi – Gregori. Porque la otra niña no deja de ser menos importante por ser menos famosa y es bastante obvio para mí que van juntas en el “pack”. Un caso dramático que sigue tan vigente como el primer día, puesto que ninguna de las dos niñas ha vuelto a dar señales de vida ni de nada desde entonces.

¿Cuál era el objetivo del rapto? Por lo que sabemos hasta ahora, no se trataba de un tema económico, puesto que nunca hubo una reclamación de dinero de ningún tipo.

Un caso de terrorismo internacional

Ahora bien, sí tenemos datos que nos indican otro tipo de motivos, que tienen mucho más que ver con la política internacional. El propio domicilio de los Orlandi fue objeto de la visita el Jefe de Estado del minúsculo Vaticano, Juan Pablo Segundo, que venía de haber recibido un atentado casi mortal el año anterior.

“Existe el terrorismo nacional y el terrorismo internacional”, les explicó, a la atribulada familia, apenas días después de la desaparición. “Aquí estamos hablando de terrorismo internacional: estamos haciendo todo lo que podemos”.

El chantaje al Vaticano que supone el caso de Emanuela Orlandi

Yo no soy quién para desconfiar de la palabra de nadie y menos de Juan Pablo Segundo, pero lo único cierto es que después de esta afirmación no volvió a pronunciarse mucho más sobre el tema. Ha sido el gran tema tabú del Vaticano desde entonces. ¿Tiene algo que esconder el Estado Vaticano y la Iglesia Católica a propósito de esta doble desaparición? ¿Se trata de un chantaje de Estado de doble vertiente, con Emanuela Orlandi como ariete contra el Vaticano y Mirella Gregori, por su parte, contra la República Italiana?

Pietro Orlandi, hermano de Emanuela, guardó silencio sobre el papel del Vaticano hasta que sintió que no podía aguantar más. Para mí, un héroe de esta triste historia.

Un secuestro tan profesional como el de Alcácer

El doble secuestro se efectuó con la misma profesional perfección, al igual que en el caso de las niñas de Alcácer, sobre el que tenemos muchísimas más pistas. Entre otras cosas, por la aparición “cocinada” de sus cuerpos, pero al menos tenemos cuerpos y unas autopsias. Dos cosas que no se han conseguido aún en este otro famosísimo caso de Italia. Pero una de las pistas más desconocidas del caso Alcácer es la munición empleada para supuestamente acabar con las víctimas, la cual pertenece a fuerzas especiales muy concretas. Un tipo de balas que sólo pueden tener esas fuerzas de élite de algunos países y que son una de las pruebas irrefutables de que no fue un crimen común.

¿Estamos hablando de comandos profesionales?

Y luego está el modus operandi en todos estos casos, por supuesto: una perfección total en el secuestro, sin violencia aparente ni pistas dejadas atrás. ¿Estamos hablando todo el tiempo de comandos profesionales? Todo el mundo sabe ya que Antonio Anglés y Miguel Ricart no tuvieron nunca nada que ver con las niñas de Alcácer.

Las declaraciones del turco Ali Agca, quien intentó asesinar a Juan Pablo Segundo en la Plaza de San Pedro, no han tenido nunca mucha aceptación por parte del gran público. Tampoco la llamada de un italiano con acento americano, al hogar de los Orlandi, a los pocos días del secuestro. Ninguna de estas presuntas pistas ha llevado a ningún sitio y el gran público desconfiado siempre de que no sean distracciones, incluso creadas por el propio Estado Vaticano para distraer la realidad de lo que realmente estaba pasando. Una tesis que a mí me parece probable.

El sicario que atentó contra Juan Pablo II ofreció unas declaraciones sobre Emanuela que pocos tomaron ni toman en consideración.

Muchos altos funcionarios saben muchas cosas sobre el caso Orlandi

Desde entonces hasta ahora, la doble desaparición sigue siendo el gran caso pendiente de Italia y uno de los grandes misterios del mundo. Nadie sabe nada. O eso parece. Porque el hermano de Mirela Orlandi tiene otra opinión muy diferente. Él afirma que altos funcionarios del Vaticano saben cosas que no han revelado todavía y que podrían resolver el gran enigma, pero por alguna razón no las revelan. Y no son prácticamente los únicos que saben cosas, aunque obviamente hay más gente informada. El juez antimafia Falcone, muerto más tarde en un horrible atentado, se pronunció también sobre el asunto con una frase muy significativa:

Emanuela ha entrado en el juego grande de la Historia.

Un chantaje enorme contra la Iglesia Católica

El experto vaticanista español Enric Frattini, a quien le deniegan ahora el acceso al Estado Vaticano, afirmó en una entrevista que el Papa Benedicto recibió la advertencia de sus subordinados de no volver a hablar de Emanuela Orlandi, por la cual había pedido públicamente en el Ángelus. ¿Por qué tanto secretismo? Todo da la impresión de ser un chantaje enorme contra la Iglesia Católica y, sobre todo, por las más recientes evidencias que tenemos.

Para empezar, el escándalo que se organizó al conocerse que uno de los mayores mafiosos de Roma, Enrico de Pedis, yacía enterrado en una iglesia muy importante. Una tumba para un mafioso entre cardenales. Y fue un personaje cuyo nombre sonó mucho desde el principio de esta historia. El capo de una mafia muy relacionada con la logia P2 y lo que se ha conocido como la red Gladio: el ejército secreto de la OTAN en Europa, al que se le atribuyen todo tipo de atentados y magnicidios.

La Iglesia está tocada por el caso Orlandi y sus enemigos lo utilizan

Y a esto se unen los recientes intentos de descubrir los huesos de Mirella Orlandi en tumbas del cementerio Vaticano. Una burda maniobra que para mí ha sido el intento más claro de relacionar a la Iglesia Católica con el secuestro y asesinato de una pobre chiquilla, pero es que no tiene sentido. ¿Para qué hacer una cosa así en tu propio territorio y con tu propia ciudadana? Sinceramente, y no es porque yo sea católico, veo en estos intentos infructuosos una forma de chantajear y presionar a la Iglesia con un tema que saben que le duele. Que está pendiente de resolver. Y no es la primera vez que ocurre una situación así.

El chantaje aquí es dónde aparecerán los cuerpos

No en vano se inauguró un programa sobre desapariciones meses antes de la desaparición más famosa de la historia de España. Estoy hablando de Quién sabe dónde, de Paco Lobatón, que empezó a emitirse apenas semanas antes de que las niñas de Alcácer fueran secuestradas. Demasiado sospechoso. Porque esa pregunta de quién sabe dónde iba ligada a quién sabe dónde las vamos a encontrar, cómo no, en clara referencia al chantaje que supone ese dónde aparezcan. Que sus restos pueden ser encontrados, por ejemplo, en un palacio de cierta persona muy importante en un país. Porque de eso van estos secuestros y no de dinero: se trata de tener una bomba de relojería que puede estallar en cualquier momento y sacar provecho político de ello.

El 11M y el extraño comportamiento del Gobierno de Aznar

¿Os acordáis del quién ha sido en el 11M y del extraño comportamiento del Gobierno de Aznar en esos días? Hay preguntas que matan y los arquitectos de estas operaciones saben muy bien cómo llegar al corazón de países enteros… Para luego amenazar a los dirigentes políticos con apretar el gatillo si no se portan bien con ellos. De hecho, si nos fijamos, fue el propio Gobierno de Aznar el que empezó a sacarse falsas pruebas islamistas de la chistera. Exactamente lo que querían quienes apostaban más por un gobierno socialista en ese momento y que utilizaron esas pruebas, esa falsa presión islamista, para dar un auténtico giro electoral que fue un golpe de Estado: los de Aznar se estaban pegando un tiro en el pie, a escasas horas de las elecciones, pero, ¿por qué lo hacían? Porque les estaban chantajeando.

Denunciar públicamente un chantaje supone que se descubra lo que quieres ocultar

Y esto no lo digo yo. Los propios jefes de la Policía Nacional de Aznar lo reconocieron durante el juicio del 11M: tuvimos que detener a esa gente (los falsos culpables) porque el reloj corría en contra nuestra, ya que iban a volver a atentar. Es decir: había más atentados planificados en esas horas, antes de las elecciones de 2004, para presionar más a Aznar y sacarle del juego político, pero él no pudo defenderse porque tenía también cosas que ocultar. Lo mismo que la jefatura de la Iglesia en el caso Orlandi – Gregori: denunciar públicamente un chantaje supone que se descubra lo que quieres ocultar.

Para mí es bastante obvio que el Vaticano no tiene nada que ver con una situación que les hace tanto daño, pero, ¿cuál es ese secreto oculto ligado al caso Orlandi – Gregori? ¿Qué es eso tan grave que el Estado Vaticano prefiere ocultar aunque sea a costa de fatal en este asunto tan sucio de las niñas? ¿Tal vez otra trama más peligrosa relacionada con menores? ¿Quizás algún secreto de Estado que tenga que ver con la banca vaticana y los extraños sucesos en los que se vio envuelta la Iglesia con la Banca Ambrosiana en esos días? Y recordemos que Juan Pablo Segundo estaba involucrado a fondo en una guerra por la liberación de su país y de toda Europa del dominio soviético.

La Logia P2, ligada a la red Gladio, así como otros servicios secretos de todo el mundo, fueron relacionados desde el principio con el evento.

La versión del principal exorcista del mundo sobre Emanuela Orlandi

El archiconocido exorcista padre Amorth, fallecido recientemente, habló sin tapujos de lo que opinaba del caso y llegó a decir que Emanuela había sido víctima de una trama de altos funcionarios eclesiásticos y diplomáticos. Que la habían violado durante un tiempo indeterminado y que cuando se cansaron de ella la mataron y la enterraron por ahí. No obstante, yo creo que en todo caso eso es una parte de la verdad y que el trasfondo es muy político en todo caso. Un trasfondo de chantaje de Estado contra la Iglesia Católica. De eso, para mí, no hay ninguna duda.

Los chantajes de los grupos de poder ocultos contra los estados y la Iglesia Católica

Tengamos en cuenta que todos conocemos a Juan Carlos I, a Aznar, al Papa o al Presidente de la República Italiana. A los que no conocemos es a los hijos de mala madre que realizan estos secuestros y atentados tan perfectos y luego los utilizan para chantajear al Estado o incluso la propia Iglesia Católica. Porque controlan los medios de comunicación y tienen fuerzas especiales capaces de hacer cualquier cosa: un cóctel mortal que los grupos de poder ocultos han utilizado para poner en jaque a gobiernos como el de González, con Alcácer, el de Aznar con el 11M o a toda la Iglesia Católica con el caso Orlandi – Gregori.

La misteriosa frase de Bergoglio sobre Emanuela Orlandi

Como es lógico, nadie sabe de un chantaje mejor que el que lo recibe. Y es la propia cabecera de la Iglesia la que tiene las respuestas, que no puede publicar, porque sería como meterse ellos mismos en la trampa. Y aquí es donde viene una frase de Bergoglio sobre Emanuela Orlandi que es la última pista definitiva.

Cuando Pietro Orlandi, hermano heroico de Emanuela, se acercó al actual Papa para preguntarle por su hermana, Bergoglio no dudo en contestarle lo siguiente:

Lei è in cielo (ella está en el Cielo).

No hay más preguntas, Señoría. O, mejor dicho, claro que las hay.

Bendiciones para estas dos niñas, sus familias y para todos los desaparecidos y sus familiares en todo el mundo.

Juan Pablo II: yo soy un soldado de Cristo de la generación que vivió tu renovación de la Iglesia Católica, pero no puedo no pensar que te fuiste de este mundo sin contarnos todo lo que sabías sobre un chantaje terrible, encarnado en la oscura desaparición de una pobre adolescente.