Repaso del bueno el que ha propinado Elisa Vigil, diputada del Partido Popular en la Asamblea de Madrid, a los sindicatos en la propia sede del sindicato UGT en su sede de la capital de España.
[Alcampo incorporará más de 1.000 personas para la campaña de verano]
Y es que echamos de menos que en este país se hable así de claro a los sindicalistas y se les diga las verdades que nunca han escuchado.
Por eso nuestro aplauso a esta joven y valiente política del Partido Popular que habla muy claro…
Huy huy Elisa ese tonito y esa bronca, a tú jefe el centrado centro socialdemócrata Frijolito, no creo que le guste. Que los “agentes sociales” gambas, fariña y meretrices, son muy amigos del gran gestor esquerdento.
Totalmente de acuerdo.
No tardará el nazi en cortarle las alas.
Mi aplauso Elisa, pero hay algo que no cuadra con tu jefa . Ayuso ni un duro más para estos mangantes.
Políticos y sindicalistas,deberían estar todos en la cárcel,no les necesitamos.No queremos autonomías,ni gobiernos duplicados,ni administraciones duplicadas,ni tanta inmigración.Queremos justicia,somos españoles…y a nivel personal deseamos salir de esta cárcel impuesta o de esta celda o nicho,y recuperar la libertad.
Partido popular = corrupción.
El partido más corrupto y ladrón de españa. Muerte al pp
1º Los sindicatos JAMÁS han defendido a trabajador alguno. Son organizaciones criminales y terroristas que hacen uso de la violencia (huelgas) para lograr mejoras a cuenta de parados y empresarios, privilegios intolerables y multimillonarias subvenciones robadas sobre todo a los más pobres. Usan y manipulan a los empleados ofreciéndoles pan para hoy y hambre masiva para mañana. Intimidan y someten el ambiente laboral a un régimen de terror en innumerables empresas.
2º Los sindicatos son máximos responsables, junto a las patronales (como bien enseñó Adam Smith ya en el s. XVIII), de la miseria y la muerte de millones de personas que no han podido acceder a trabajar incluso por menores salarios y peores condiciones laborales hasta nuevas oportunidades. Prefieren que sus afiliados se llenen de privilegios intolerables a que sufran competencia de desempleados en busca de trabajo. La Constitución Española es criminal también por dar poder a este tipo de mafias, como las patronales y los aún mucho más perniciosos partidos políticos.
3º Los sindicatos jamás han favorecido la creación de riqueza alguna, nunca han tomado iniciativa alguna en bien de las naciones (se atribuyen con mentiras interminables méritos que jamás han tenido), han contribuido con su ludismo tenaz y testarudo, a destruir empresas, arruinar negocios, a generar inseguridad jurídica insoportable, destruir e incendiar fábricas y almacenes, han asesinado no a patronos, no. A esos poco los ha matado porque son sus cómplices aunque todos lo callen. A quién han asesinado es a los desempleados que con ellos pocas oportunidades si acaso alguna pueden tener (por supuesto que siempre amparados en bandas criminales que intimidan hasta a los gobiernos con huelgas terroristas revolucionarias). Además han asesinado salvajemente a millones de otros trabajadores compañeros suyos a los que califican de esquiroles o vendidos (de otros sindicatos rivales). Los sindicatos son organizaciones terroristas y asesinas. Son agentes de boicot de generación de riqueza. Saboteadores oficiales y destructores que nada bueno son capaces de crear. Chulos como ellos solos a los que todo empresario tiene que soportar a saber a cambio de qué prerrogativas. Y eso lo sabía muy bien Lenin, que tanto los instigó por toda Europa como luego los asesinó inmisericordemente a ráfagas de ametralladora cuando alcanzó el poder. Con Stalin ya en el poder, para qué hablar. Coge Stalin a los de la UGT y CCOO y los despelleja vivos en medio de cualquier bosque y los entierra en fosas masivas, pero los de esos sindicatos se sienten “orgullosos” de ser de izquierdas, los muy subnormales sin solución.
4º Los sindicatos son los máximos responsables de la rigidez laboral y la falta de libertad económica, junto a los oligopolistas patronales. Se niegan fanáticamente a la evidencia de los países en los que el sindicalismo es casi inexistente y donde apenas hay gente pobre.
5º Los sindicatos se han opuesto a innovaciones tecnológicas claves para aumentar la productividad, el empleo y la riqueza: maquinaria, electricidad, motor de explosión, informática y, ahora, la robótica. Alegan que destruyen empleo, cuando jamás hubo tanta ocupación con tanta maquinaria que ahorra esfuerzo y cuya producción genera multitud de industrias de componentes y empleos de mucha mejor calidad y mejor retribuidos, porque no hay robots que se diseñen, se prueben y se fabriquen pieza a pieza y se mantengan por sí mismos, por mucha ciencia ficción que se haga propagar al respecto.
6º Los sindicatos NO creen en absoluto en sus propias reivindicaciones, aunque lo nieguen como integristas yihadistas fanáticos. Si realmente quisieran beneficiar y defender a los trabajadores, serían ellos mismos los que emprendiesen y creasen multitud de empresas, que conocimiento seguro que no les falta, ni capacidad financiera ni ideas, lo que ocurre es que NO creen en absoluto en lo que hacen y su tarea hoy es robar todo cuanto puedan y donde puedan. Robar a manos llenas es la tarea fundamental de todo sindicato. Si ellos pasasen a ser los empleadores, es seguro que serían los más tiranos y tóxicos “explotadores” que uno pueda imaginar. Tratan a los empleados que no están afiliados como enemigos y odian a todo el que no secunda sus disparates.
7º Los sindicatos siembran cizaña, odio, división, mal ambiente, etc., allá donde tienen el privilegio de parasitar protegidos por una democracia asesina y genocida. A pesar de que sus miembros suelen ser los que menos rinden, están blindados frente al despido por leyes terroristas de chantaje económico intolerable. Sus compañeros tienen que asumir la tarea que ellos no realizan o que realizan tarde y mal. Los sindicatos impiden la asignación eficiente de recursos económicos, cercenan oportunidades de crecimiento y boicotean la vida de millones, junto con sus hoy socios, los patronos.
8º La actitud política de los sindicatos es vomitiva. Organizan huelgas políticas porque gobierna la derecha, pero callan todas las salvajadas de los rojos, etarras y antiespañoles en el poder. Cuelan el mosquito y tragan camellos por manadas. Son meras putas a sueldo de sus proxenetas rojos, etarras y antiespañoles. Su función política crece con las multimillonarias subvenciones con las que son comprados por los políticos.
9º Su actitud, junto con las de los patronos, en la déspota negociación colectiva, es propia de tiranos dictadores sanguinarios. Son cómplices y no amigos de los patronos de la CEOE. Colaboran también con ellos en imponer dictatorialmente sus condiciones. Son un ejército de hijos de satanás que aún no han pagado por sus crímenes incontables y luego se quejan como víctimas de que Franco les fusilase por sus macabros crímenes en masa. La UGT asesinó a miles y miles de españoles humildes (muchos de ellos humildes conserjes, barrenderos, albañiles, operarios de fábrica, obreros, etc.) en la Cruzada 1936/1939, tras recibir el soplo de que ellos, con sus familias, iban a misa, y eso es muy FASCISTA para ellos, que, por supuesto, odian a Dios y a todo lo bueno y santo. Y con la CNT envenenaron de odio a media España contra la otra media generando un ambiente de terror que llevó inexorablemente a la guerra y que reanudaron en 1976 durante la transición hasta hoy.
10º La existencia de los sindicatos, fuera de los abogados laboralistas, y juntamente con las patronales (otras bandas de criminales mafiosos), es una perversidad inconmensurable. Cuanto más viven, mucho más daño hacen. Si los campos de concentración de Auschwitz, Treblinca, Majdanek, etc. no son lo propio para los sindicalistas, patronos y los millones que se prostituyen a ellos, lo que queda es que ellos exterminen a los demás con su holodomor y sus gulags.