Parece mentira que haya tanta gente que, a pesar de tener ya una cierta edad, no haya adquirido, al menos, la virtud de la dignidad. No sabemos si es por estar acostumbrados a vivir sin ella, o porque siempre les ha dado igual con tal de tener el bolsillo lleno y ni siquiera la edad les ha calmado.
Uno de estos personajes que parecen no tener, es Rosa Villacastín. Setenta y cinco años tiene ya, pero parece como si tuviera veinte. Pero no en el buen sentido, sino en el peor. Como si estuviera comenzando ahora su carrera y necesitara hacer méritos para colocarse. Como si necesitara, desesperadamente, entrar en un periódico, en una televisión o en una radio para hacerse conocida.
Y con esa edad que tiene, la Villacastín parece tener el cerebro de una niña de 20 años, 0 de 15, o más bien de tres. Porque no nos parece ni medio normal la relación de auténtico peloteo que pretende mantener con el presidente del gobierno. No nos parece ni medio normal que, lo que debería ser una señora hecha y derecha, diga cosas como estas.
Viendo y escuchando a @sanchezcastejon en Ifema, me pregunto que come, para estar en tantos sitios diferentes como si acabara de salir de la ducha.
— rosa villacastin (@RosaVillacastin) June 16, 2022
Háztelo mirar, Villacastín, que parece que cada vez andas peor de lo tuyo.
Yo me pregunto qué pimpla esta vetusta charo.
A ver Risa, yo te lo explico, acaba de salir de la ducha, se cambia en el coche de camisa y el peluquero y la.maquilladora viajan con él, el traje es transpirable y ante salir del coche revisan si hay alguna cagada de perro en el camino. También lleva un chino masajista enano en el maletero.
Que no te enteras, Risa, así es tu mierda adorada.