No te vacunaste por responsabilidad con los otros; te vacunaste porque tienes miedo y no quieres morir. No te vacunaste para salvar vidas; te vacunaste porque quieres prolongar la tuya a cualquier precio. No te vacunaste por deber hacia el bien común; te vacunaste por desesperación, pereza, torpeza, hipocresía y egoísmo.
No te vacunaste porque confiabas en la ciencia y en el gobierno; te vacunaste porque te aterra asomarte a la verdad. No te vacunaste porque todos en tu entorno lo hicieron; te vacunaste para que no te excluyeran. No te vacunaste porque te engañaron; te vacunaste porque preferiste dejarte engañar.
No perder el trabajo. No perder la libertad de viajar. No perder tu posición social, en el estado, en la universidad. Te vacunaste para que no si rieran de ti; para que no te expulsaran de tu círculo de privilegio; para que tu familia te aceptara y te siguiera queriendo. Te vacunaste para no quedarte solo frente a la tiranía que siempre gana.
Y me identificaste como enemigo: me calumniaste, me repudiaste, me insultaste, me gritaste, ¡loco irresponsable!, ¡bebelejías insolidario!, ¡negacionista asesino!… No me dejaste entrar en el avión, en el autobús, en la cafetería. Me señalaste, me increpaste, me escupiste. No publicaste mi artículo en tu periódico. No me dejaste actuar en tu sala de conciertos. No me llamaste para preguntar cómo estaba. Rechazaste pasar la nochebuena conmigo, despreciaste mi dolor, me exigiste un pasaporte. ¡Por tu culpa estamos como estamos! ¡Nos vas a matar a todos! ¡Eres un peligro público! Te alegraste cuando alguien como yo moría, y silenciaste cuando alguien como tú también lo hacía. Me mostraste tu cloaca, lo dañino que puedes llegar a ser, la mezquindad a la que tu alma se llegó a acostumbrar.
No te odio. Ni me congratulo de tus problemas de salud. Ni pienso que lo que te ocurre te esté bien merecido. No te voy a tratar con desdén o indiferencia. No eres ajeno a mí. Al contrario: pienso que, en esencia, no somos muy distintos. Te están manipulando y usando como ya lo hicieron conmigo. Estás ciego como yo lo estuve. Tienes miedo como yo tuve en el pasado. Quizás la única diferencia entre nosotros sea que yo ya he entendido que nuestro enemigo común necesita que nos hagamos la guerra. Si pisamos su trampa, conseguirá que nos matemos entre nosotros. Si caemos en su provocación, nos aniquilaremos sin que él se manche las manos. Por eso tenemos que entendernos tú y yo: porque la única salida a esta locura pasa por cooperar contra la amenaza real a la humanidad. A mi no me queda otra que perdonarte, y a ti no te queda otra que entender mis palabras: no somos enemigos; somos hermanos. Si existe solución a esto, la encontraremos juntos. Si los dos no abrimos los ojos ante nuestro depredador, juntos también pereceremos.
Deus Vult!
Muchos de los que han muerto o enfermado por las vacunas pedían la muerte o reclusión en campo de concentración de los “no vacunados” y aun hay muchos que lo siguen pidiendo, no son inocentes.
No odio a los tragacionistas pero por su culpa he perdido no solo mis derechos fundamentales sino cosas tan básicas para la vida como respirar.
Cuando los grafenados mueran en masa habrá menos idiotas en el mundo y quizas los que analizamos y pensamos seamos suficientes para deshacernos de la élite de psicópatas que han decidido nuestro exterminio.
Pues no a estas alturas el que siga con la mascarilla y siga poniendo el brazo ya no es inocente como el votonto que legitima a todos estos criminales.
Este genocidio si tiene solución la gran solución a este genocidio se llama ojo de venado o ojo de zamuro está semilla la utilizan muchos en el planeta como amuleto la manera de utilizarse es partir la semilla tiene dos tapas o almendra una de las almendras se debe partir en dos partes está a su vez se pulveriza o se raya pues es muy dura se hierve está cuarta parte con 15 minutos en el fuego bastará la dosis es dos tazas para una está se tomará en la mañana la mitad y en la noche la otra mitad no tiene sabor alguno pero restablece todo el sistema inmunológico y también saca cualquier tipo de metal del cuerpo humano aumentando así la probabilidad detener efectos adversos después de haber sido inoculado también hará una función en el cuerpo que aumenta los niveles de insulina para aquellos que no la tienen nivelada sí se puede está semilla acabará con cualquier tumor interno o cáncer interno también sacar a cualquier tipo de veneno o espina cuerpo extraño que pueda tener el cuerpo humano el ojo de buey es utilizado durante miles de años en todo el planeta por aquellos que saben de la medicina botánica y lo mejor es que es natural y se utiliza también en la bisutería es decir lo venden como collares de lujo son unas semillas negras grandes por eso le llaman ojo de venado pero es la salvación de todo aquel que ha sido inoculado con este veneno
Discreto del espíritu con que se ha escrito el articulo. Pero es que yo soy malo…
No dudo de la buena intención del articulista, ¡cuántas buenas intenciones terminaron en malas acciones!
… “yo debo ser un tipo extraño o por lo menos raro, veo cosas distintas a los demás…” que dijo el señor Grafeno.
Les cuento, en algún lugar lo leí, no recuerdo donde:
“La señora madre, con el cuerpo aún caliente de su hijo, declararía:
… “que nos enfoquemos en el amor, que conservemos mucha paz y tranquilidad, que dejemos a un lado la rabia, las discriminaciones racistas y el odio”. (sic) (Madre a la que una Mara de latinos mataron a su hijo)
¿Qué quieren que les diga?…
Es lo que hay.
Cuando el lenguaje del idiota se apodera hasta del instinto más primitivo -y por tanto el más puro- que es el de la supervivencia y el de protección de los propios hijos para aceptar con resignación el silencio de los corderos, es que ha llegado el momento de morir.
Al fin y al cabo, los eunucos no pueden tener descendencia.
Ni deberían.
Españoles, quién os ha visto y quién os ve…
Saludos.
Discrepo en lugar de discreto, es lo que quise decir… gracias.
Para el diestro: deberíamos ocuparnos de los nuevos libros de texto de los niños. Los van a corromper y no les enseñarán historia. Los van a transtornar y adoctrinar en ideología progre. De aquí a 10 años veremos las nefastas consecuencias.
Muy bien la primera parte del artículo. En cuanto a la segunda, siento disentir. Ellos no están dispuestos a cooperar en nada. Todavía se están dando casos de que mueren hijos de famosos vacu-nazis (senadores, médicos, actores..) y ellos siguen recomendando al resto de la población que se inyecten el suero venenoso. Por lo tanto no son inocentes. Ahora lo que prima en su mecanismo mental es: “A ver si va a resultar que la vacuna es mortal y se van a librar todos estos papanatas bebe-lejías. Tienen que vacunarse como yo. Faltaría más.”
De todas formas, apreciado Lomas Cendón, no te preocupes que tendrás la respuesta a tu sugerencia muy pronto: En cuanto planifiquen la próxima ola y empiecen a caer los pocos ancianos que aún sobreviven, verás la que te arman estos canallas covidianos: Ayudados por la nueva ley de Pandemias, te van a meter todos los sueros experimentales por tus venitas.
Saludos y espabila que todavía puedes desaparecer del sistema.
Directo a la mandíbula. Con razón irrefutable, faltaría más. Un abrazo.