Hace unos meses, aproximadamente en octubre de 2021, Twitter, sin explicación alguna, nos suspendió la cuenta que tenemos en esa red social, en principio, de manera definitiva. Reclamamos y a partir de entonces, decidimos publicar exclusivamente en nuestro canal de Telegram (https://t.me/ElDiestro). Dos meses más tarde, en diciembre de 2021 y por sorpresa, reclamamos sin demasiada fe, lo reconocemos, y sin mediar tampoco explicación alguna, nos devolvieron la cuenta (https://twitter.com/ElDiestro_), aunque con un pequeño matiz de gran importancia: estamos silenciados y nuestros seguidores no ven nuestras publicaciones, a no ser que accedan directamente a nuestro perfil. Es decir, tal y como estamos ahora nos da igual tener los más de 22.000 seguidores que tenemos, que si no tuviéramos ninguno. El efecto es el mismo.
Pero lo que sí que hemos observado, antes de nuestra expulsión no nos pasaba, es que Twitter nos está colando, sin seguir a ninguno de ellos, todos los tuits procedentes de líderes del Partido Socialista, de la propia cuenta oficial del PSOE, de ministros y del propio Pedro Sánchez. Y repetimos, no seguimos a ninguno de ellos.
No le vamos a descubrir nada nuevo a nadie si le decimos que en este mundo en el que vivimos, de supuesta democracia y libertad de expresión, tanto lo uno como lo otro, brillan por su ausencia. Eso no es algo nuevo, antes existía y ahora mucho más. Pero lo que ya es absolutamente surrealista e indignante es que nos tengamos que tragar las patochadas de esta gente, queramos o no.
Es decir, mientras a unos nos silencian, a otros les promocionan todo lo que publican, imaginamos que no se hará de forma gratuita, tanto a sus seguidores, como a los que no les seguimos. O sea, nos encontramos con varias aberraciones propias de le peor de las dictaduras comunistas: se prohíbe la libertad de expresión y de opinión, se capa la difusión de cualquier mensaje que no sea oficial y al oficial, te lo meten hasta en la sopa, suponemos que pagado con nuestros impuestos.
Y ya saben cómo está funcionado la censura. Ya saben que solo se puede decir que las vacunas son tan buenas como Zelenski, como mínimo. Que la dictadura LGTBI y la ideología de género, son grandes avances en nuestra sociedad. Que el aborto no es un asesinato, es un derecho pero siempre que el asesinado sea un ser humano, no un perro, un gato e incluso un calamar.
Y a todo esto, tragándose las sandeces de los que se ocupan de recaudar impuestos en estos momentos. Aberrante todo.
Eso de Twitter es casposo a más no poder. Es la red de yayos. La Antena3 de las redes.
No se molesten ni en hablar de ello.