Llevan una temporada mareándonos los social-comunistas, y especialmente el ministro de Seguridad Social, señor Escriba, con las nuevas cuotas de los autónomos para la Seguridad Social. Solo gente que nunca ha creado nada, puede tratar ese tema de la manera que lo hacen estos individuos. Para los demás ciudadanos, que ni gobiernan ni son autónomos, en muchos casos ven incluso razonable el debate, pero deben de saber, que es simplemente una cortina de humo para desviar la atención, sobre la verdadera razón de esa cuota.
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Antes que nada, comenzare recordando, que la cuota en España, y desde que se inicia la actividad fiscal, es la más alta de Europa, trescientos euros mientras que el segundo país en esta relación es Francia, con una cuota de cincuenta euros, con la salvedad, que en España se paga incluso habiendo perdidas en la actividad. En el resto de países se paga a partir de obtener beneficios pero en una cuantía mucho menor.
Cuando alguien que va a emprender, cuando invierte su dinero, en muchos casos sin tenerlo y arriesgándose a una posible ruina para el resto de su vida, lo que menos le preocupa, es la cobertura sanitaria o una pensión de jubilación para dentro de un montón de años, para cuando quizás, ni exista la Segundad Social. Entre otras cosas, porque los autónomos, no enferman, casi ni tienen accidentes. La enfermedad es un lujo que la Seguridad Social española, otorga a los que se son dependientes de la iniciativa de otros. En cuanto a la jubilación, la mayoría de los autónomos, no la cobra, en unos casos porque nunca se jubilan y en otros, porque mueren antes achicharrados de tanto trabajar y de tantos problemas. A más a más, como dicen los catalanes y en paralelo, hoy cualquiera, incluso los que entran en España ilegalmente y sin haber producido nunca nada, tiene sanidad gratuita e incluso una pensión.
La realidad pero que nadir quiere ver, es que los Autónomos y sus pequeñas empresas, son la verdadera fuente de ingresos del Estado: Decía Winston Churchill “ Muchos miran al empresario como el lobo que hay que abatir, otros lo miran como la vaca que hay que ordeñar, y muy pocos lo miran como el caballo que tirar del carro” pero claro, este señor, fue un verdadero estadistas , y aquí en España nada más que tenemos a nindundis, que nunca han producido ni creado nada dirigiendo nuestra economía y que no alcanzan a ver mas allá del final de si propia nariz . Esta actitud de los social-comunistas, y por lo aquí explicado, es muy entendible pero lo que nos entiende es que los que se denominan más o menos liberales, se limiten a mirar hacia otro lado, demostrando, aunque ya no engañan a nadie, que en el fondo son tan social-demócrata como los anteriores.
Lejos de ser una cuota para salvaguardar la sanidad y la pensión a futuro del que la paga, se trata realmente, de un impuesto al trabajo, disfrazado de cuota a la Seguridad Social, una vez más, para esos autónomos, emprendedores que se dejan la sangre por una ilusión, por una sueño. Es una doble imposición, pues estos trabajadores, además de pagar una cuota a la Seguridad Social que nada tiene que ver con su cobertura social, seguirán tributando a la Agencia Tributaria en concepto de IRPF. Si no dejan de ordeñar abusivamente a la vaca, la van a dejar sin leche y ya, le queda muy poca.
Una prueba más de que todos los partidos políticos del arco parlamentario participan de este juego amañado al que denominamos “Sistema” es que ninguno ha denunciado que gravar el trabajo de los empresarios, profesionales liberales y trabajadores autónomos con un impuesto que no sea el devengado por un beneficio a posteriori ES INCONSTITUCIONAL.
Si el trabajo es un derecho fundamental de los españoles en particular y de los seres humanos en general, este derecho como tal no puede estar gravado con ninguna tasa o impuesto para poder ejercerlo. ¿O es que pronto para poder respirar o expresarnos tendremos que pagar alguna cuota?
El Derecho Natural está muy por encima de estas infames leyes humanas hechas por psicópatas.
Resistencia.
Contra la tiranía se puede emigrar o hacer uso de la imaginación, a veces. Lo ideal es disponer de un datáfono vinculado a una cuenta en el extranjero y aceptar pagos sólo a través de él. Lo mismo si se puede cargar las cantidades cobradas mediante pago en tarjeta utilizando un portal para cobrar en el extranjero. Se puede, por ejemplo, ser una empresa lituana o danesa. Los ingresos del residente en España son gravables pero son incomprobables.