El patetismo de los peripatéticos. Falconeti, no estás solo

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Cuando el psicópata, que pernocta en La Moncloa, deje el Falcon, dicen los que saben del Código Penal, que tendrá que ir a postrarse delante de un juez. Quienes no sabemos de derecho, pero entendemos de decencia, intuimos que la infinita lista de tropelías, delitos, malversaciones, falsificaciones, traiciones a la patria, nepotismos, prevaricaciones, cohechos, sobornos, despilfarros, afrentas a la división de poderes, la libertad de prensa y a la (verdadera) oposición y al Jefe del Estado y algunas otras fruslerías similares, que salpican el inmaculado currículo del príncipe de las tinieblas que, con mano de hierro pastorea a toda una legión de apesebrados, y, lo que es mucho peor, a toda una gran nación arrodillada, no deberían poder salvarle.

[ALSA precisa conductores en distintos puntos de España]

Cuando esto suceda, si final y felizmente acontece, tengo para mí, que no debería ir solo al banquillo. Causa mucha vergüenza ajena, cuando no hastío e irritación, ver a cientos de palmeros, hacer la ola, cuando el gran timonel del oprobio, arenga de malas maneras y pasea sus espantajos llenos de mentiras y trapacerías. Todos estos cientos de estómagos agradecidos, que ven como cualquiera, que su líder es un golfo apandador de los peores, no se reprimen, antes al contrario, muestran su entusiasmo con aplausos que no son más que una especie de “dame pan y dime tonto”. Ellos saben perfectamente, el daño que le hacen a España y a la verdad, pero ahí siguen, hasta que el barco no termine de hundirse, ellos permanecerán aferrados a la concejalía, la dirección general, la canonjía correspondiente o el carguito que sea. Los patéticos, no son tales, son solidarios y cómplices de las barrabasadas de su líder. Líder de cartón piedra, sí, pero taimado y dañino, como nunca antes en la Historia de España. Y mira que tenemos ejemplos de déspotas, de todos los gustos y colores. En este que gozamos hoy, se dan varias circunstancias y, la principal es, que cuenta con el respaldo de esos cientos de colaboradores necesarios, que de otro modo, estarían de fruteros, azafatas de congresos o picapleitos en cualquier negociado de medio pelo, dicho esto con todo el respeto, de hecho, en mi barrio gozo de mercados, supermercados, talleres mecánicos y demás y, a Dios pongo por testigo, que la inmensa mayoría son honrados, buenos trabajadores, diligentes, sonrientes, amables y cuentan con todo mi apoyo y fidelidad. Por eso, cuando veo en el Congreso o en cualquier ayuntamiento o chiringuito, de los muchos que financiamos, tantos babosos, se me llevan los demonios.

Sin embargo, nos vamos a encontrar con un severo problema y es, lo que avizoro: la complicidad de la gaviota. Si el pucherazo falla (ojito con Indra y la nueva irrupción del psicópata), todo apunta a que los de Génova se van a hacer con los despachos, pero piano, piano y, lógicamente, tengo muchas dudas de que osen ir tan lejos. De igual forma que don Tancredo dejó el bolso y nos dejó el pastel, ahora tocará devolver la gentileza. Y eso, sin tener en cuenta, que a lo peor, se nos viene la Große Koalition, que todos los cenáculos internacionales desean y apoyan (véanse las múltiples añagazas que perpetran al alimón en el Parlamento Europeo), y que ni ferraces ni genoveses, descartan en absoluto. No se van a pisar la manguera entre bomberos.

Me mosquea el descaro con el que, nuestro héroe, miente y delinque, sin duda porque se sabe protegido y, no sólo por los medios de manipulación y los amorales presupuestos, urdidos por los  nazionalistas del terruño. Infiero que su protección, viene de los cielos más estratosféricos. Es más, todavía dudo, de que el summo delinques (con permiso de Isidoro y Cetapé), vaya a convocar elecciones, total ¿para qué?, si Franco, no se metía en política ¿por qué habría de hacerlo él?

Todo está atado y bien atado. Como en Andalucía alguien no ponga un poquito de orden, nos queda claque y extorsión para rato. Que siga la fiesta.

*Un artículo de Bienvenido Picazo