Pegasus

Decía Gabriel Rufián a la salida de la Comisión de secretos oficiales que “si es lo primero, es malo” -refiriéndose a un hipotético espionaje desde fuera de nuestras fronteras-, y si es lo segundo, “también es malo porque si desde el Estado se ha espiado a políticos o periodistas solo por sus ideas es peligroso”. “Si hablamos de eso”, ha continuado, “hablamos de cloacas“.

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Y claro, según su enfermizo parecer, parte de razón no le falta pues las autorizaciones judiciales que ampararon en su momento la legalidad de la vigilancia por presuntas actividades ilícitas a dieciocho personas del entorno del independentismo en el contexto de la sentencia del procés -en octubre de 2019-, y las acciones de los  condenados, así como las de su brazo armado y terrorista conocido como Tsumani Democràctic; al final han quedado en nada judicialmente.

Aun y así, irremediablemente el escandalo ha sido retransmitido como una gran oportunidad -como diría y haría Sánchez-, pues para las supuestas víctimas reconocidas desgraciadamente así por el Estado bajo el yugo del “sanchismo”, el mayor atropello democrático sufrido por la mal llamada “nacionalidad catalana”, -como parece que dijo y piensa el nuevo presidente del PP, Alberto Nuñez Feijóo-, desde entonces estás siendo magníficamente escenificado por los mártires golpistas, mostrándonos a diario y hasta la nausea el dolor inmenso que sufren en sus carnes.

Al haber sido indultados los primeros por orden del actual Gobierno por criterios políticamente partidistas para salir del paso en ese momento, y los segundos ya en calidad de exculpados -según reciente sentencia judicial-, ambos hechos unidos al asunto del espionaje, se presentan inevitablemente para el independentismo como otra nueva y oportuna ocasión para volver a extorsionar al Estado que los financia.

Mediante nuevas peticiones de responsabilidades al pagador, es decir, al Gobierno de la nación, consiguen tensar más aún si cabe la cuerda, pues si los delitos fueron considerados por este gobierno de cara a la opinión publica como simples “pellizcos de monja” en vez de gravísimos delitos -efecto de la incompetencia del Gobierno de Mariano Rajoy-, los actos de espionaje desde el Estado, llevados a cabo por entonces y con conocimiento posterior de los gobernantes de ahora bajo su punto interesado de vista, si que podrían ser catalogados como delito o al menos como arma arrojadiza.

Muchos dijimos y dejamos por escrito que era cuestión de tiempo que los golpistas y los socialistas eran conscientes del hecho de que hacer negocios turbios como “trileros” terminarían siendo “pan para hoy y hambre para mañana al tramitarse al margen del conjunto de los españoles, los cuales les damos absolutamente lo mismo; sin embargo se detecta otra vez -y ya es la enésima-, que la motivación de ambas partes no ha cambiado pues después de todo, el hambre y la sed del golpismo catalán, sólo parece que la calme el más indigno presidente jamás conocido en democracia.

Los más optimistas ya ven al golpismo catalán dejando en la estacada a Sánchez, más aun teniendo en cuenta que sus socios comunistas en el Gobierno claman y braman pidiendo dimisiones para desestabilizar al PSOE, especialmente ante el proceso electoral en ciernes en Andalucía.

Nada más lejos de la realidad; Podemos nunca dejará de validar a Sánchez al menos hasta que este anuncie el final de la legislatura y por supuesto, sus enfadados y “golpistas” socios en Madrid, tampoco por mucho que escenifiquen sus desencuentros; pues si ERC vota “no” a lo que sea, allí estará Bildu al rescate, y tengan claro que ambas formaciones son tal para cual.

Mientras tanto Pedro Sánchez ha sido una vez más ratificado y beatificado por Ursula von der Leyen en su última visita a nuestro país. Dice la mandataria de la Unión Europea, que quien mejor que “Él”, para dirigir los designios de España en estos momentos tan difíciles después de los estragos que provocó la pandemia y más ahora, que nos encontramos inmersos en el conflicto en Ucrania.

Para que queremos más. Una España tan débil al fin y al cabo es una ensoñación para cualquier burócrata de Bruselas pues la debilidad implica sumisión en forma de agradecimientos como hizo María Jesús Montero esta misma semana cuando se felicitaba públicamente otra vez,  porque el Gobierno de España volvía a ser el primero en reclamar otro pago más del rescate.

“Con estos bueyes tenemos que arar”, o sea que por muchos “pegasus o unicornios” sueltos que se presenten o representen: en la Unión Europea están encantados, los de Podemos están bien colocados y los golpistas serán de nuevo bien colmados.

3 Comentarios

  1. En vez de Pegasus yo lo que veo son payasos y todos trabajan en el mismo circo, creo que hay demasiadas latas en las cloacas de la política, la verdad es que le e cogido un enorme asco a todos estos sinvergüenzas que nos toman a todos por idiotas.

  2. En vez de Pegasus yo lo que veo son payasos y todos trabajan en el mismo circo, creo que hay demasiadas ratas en las cloacas de la política, la verdad es que le e cogido un enorme asco a todos estos sinvergüenzas que nos toman a todos por idiotas.

  3. Las cloacas son sociocomunistas, catalanistas, masónicas y sionistas. Es algo que salta a la vista.
    Y en ese batiburrillo de pura escoria destructiva y ruin otros expansionistas meten la cuchara.

    No hay nada que no se haya vivido ya cíclicamente en esta gafada península que no termina de librarse del germen del Mal.

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