Qué tiempos aquellos, en los que veíamos en las películas de Hollywood, especialmente en aquella maravilla “Lo que el viento se llevó”, tan nítidamente lo que era un esclavo.
[La construcción de la Gigafábrica de baterías en España creará más de 3.000 empleos]
Hasta hace muy pocas generaciones, los países desarrollados se preocuparon de instruir a los futuros dirigentes y ciudadanos en general, sobre; de dónde venimos y hacia dónde vamos. De ahí que fuera tan importante la cultura y la historia que nos precedió, además de la filosofía y leyes anteriores, especialmente; el derecho romano. Era muy importante inculcar aquellos valores que han determinado, la evolución de la especie humana. Valores como la justicia, la honestidad, la verdad o el respeto a los demás, han sido determinante para esta evolución. Nuestro Miguel de Cervantes, maestro de maestros, hace un despliegue de todos ellos, en su extraordinaria obra, especialmente de la justicia y de la defensa de los más débiles, y algo ha tenido que ver, para ser el numero uno de todos los tiempos.
Hoy estamos inmersos en la relatividad más absoluta, nos están haciendo bueno lo malo y están denigrando todo lo que siempre se entendió como bueno, y que sirvió como ejemplo. Han vaciado de contenido la palabra “solidaridad” que ya no es un acto voluntario sino obligado y en beneficio de quién obliga. Nos han impuesto, hasta el punto de verse como normal, que de todo lo que usted sea capaz de crear con su esfuerzo, por su voluntad, con su trabajo, para nada le pertenece, no más de la mitad, para en la mayoría de los casos, ser repartido con los que no quieren trabajar. Han acabado con la fábula de la Chicharra y la hormiga, dándole la vuelta. Han hecho posible que aquello que hace casi un siglo profetizó Ayn Rand, hoy se está cumpliendo en su totalidad, y en general sucede porque todos estamos muy habituados a ver la paja en el ojo ajeno, sin ver la viga en el propio. Han acostumbrado, a las últimas generaciones, a no buscarle sentido a las cosas, a no esperar recompensa por un trabajo bien hecho, a que simplemente merecen las cosas por estar ahí, o como dicen los más tiranos a sus padres ”yo no te dije que me trajeras al mundo”
El exprópiese del dictador Chávez qué tan popular se hizo en España hace unos años y que tanto terror provocó entre nuestros conciudadanos, ya lo tenemos aquí. Entre que la gente no siente necesidad de informarse, entre que los medios de desinformación-masiva y adoctrinamiento, tampoco informan y entre que nuestros políticos están todos a lo mismo, pues resulta que la mayoría de la gente no se ha percibido de ello, así y todo, los que se informan, siempre dirán “a mí no me va a tocar”, ya lo dijo Bertolt Brecht con una frase que hoy se dice que no es suya “…vinieron a por mí y ya no quedaba nadie para que protestara”.
La nueva Ley Hipotecaria, al peor estilo chavista de Venezuela, que con la excusa de la guerra de Ucrania entrará prontamente en vigor, es quizás el paso más determinante, para consagrar el Neo-comunismo que nos están imponiendo y sin que casi nadie, se dé cuenta. La gran mayoría, está encantado con que le dirijan la vida, “es muy cansao, eso de tener que responsabilizarse de nuestra propia vida y es mejor delegar en terceros, que seguro que cuidan bien de nosotros”. Quien le iba a decir a los antiguos esclavistas que los esclavos de hoy, no iban a necesitar cadenas.
Quizás los mayores culpables de esto no sean ni los.politcos mediocres y corruptos ni la gente común que los vota, quizás los peores sean todos esos que escriben en los medios y creyéndose más cultos, equilibrados e inteligentes que los demás llaman conspiranoicos a los que señalan el verdadero problema, y el gran problema que tiene el.mundo es que hay demasiadas voces que no dicen más que tonterías describiendo los problemas de una realidad que no existe y que no ha existido jamás.
Que daño ha hecho la literatura del siglo XX y el estado de bienestar, y da igual que esa literatura sea económica, sicológica, sociológica o literaria, la mayoría de ella carente de humanidad perdió la realidad inabarcable, el origen preciso de la literatura.
Hubo algunos que incluso hablaron del fin de la Historia cuando lo que estaban expresando no era más que su propio final intelectual y vital, pero ni tan siquiera se dieron cuenta. Esos mismos que hablaban del “fin de la historia” con gravedad acusaban a los que señalaban la realidad de conspiranoicos.
Tengo que reconocer que yo me lo estoy pasando bien aunque en el principio sufrí de impotencia, dejé de interesarme por la actualidad, que no de este mundo, al comprobar que no era de éste mundo del que hablaban, sino del suyo, del que se habían construido imaginariamente y que sólo había existido en la literatura o el cine del siglo XX.
Si existe alguna medida de la realidad que sirve para todos los tiempos debe ser la libertad, pero hay algunos que piensan que la libertad comenzó en la revolución francesa y con esos mimbres se han hecho sumisos esclavos voluntarios que describen los jardines de la plantación que cuidan con esmero para sus amos.
Yo ahora leo “El Diestro” por no despistarme de la realidad con la actualidad imaginaria construida por aquellos que no quieren ser tachados de conspiranoicos, que es ahora como se llama a los realistas.
Una vez que asumí que la gente vive con tres o cuatro años de retraso la realidad política pasé a considerarme un afortunado, aunque tengo que decir que es desesperante, me pasó con la crisis económica de octubre de 2005 que los expertos llaman de 2007-2008, me pasó cuando advertía de Rajoy, me pasó en agosto de 2018 cuando advertí a varios sabihondos con posibles “la gente no es capaz de imaginar lo que hará Sánchez”
¿Y que va hacer, que puede hacer, si las leyes se lo impiden?
¿Venezuela? Respondí, y se rieron de mi, ahora más de uno de aquellos se lleva las manos a la cabeza cada vez que “el Mierda” cumple el guión pagando las consecuencias de no querer ver la realidad.
Yo estoy a salvo gracias al consejo de Cervantes, “por la libertad y la honra se ha de aventurar la vida” y los demás es literatura, esclavitud o miseria la vistas de liberalismo, socialdemocracia o sodomía resilente.
“miseria revestida de liberalismo” quería escribir,
La Libertad es un estado de la mente.
Si buscas bien, en el cine encontrarás las preguntas y las respuestas: El manantial (1949). Escena del alegato final.
Cuando nos preguntan si el Hombre tiene derecho a existir, si se niega a servir a la sociedad.
Disidencia + Acción = RESISTENCIA
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