Que hace mucho tiempo que nuestra privacidad brilla por su ausencia, es algo que a estas alturas de la película todos debemos tener muy claro. La imprudencia de muchos de nosotros con este asunto llega a extremos en los que incluso contamos todos y cada uno de nuestros movimientos en las redes sociales.
Compartimos fotografías de todo. Detallamos a todo el mundo incluso las rutas que hacemos y llegamos a presentar a nuestros familiares a gente desconocida, aún con el desconocimiento de los propios protagonistas. Evidentemente, eso es algo temerario porque no sabemos qué clase de personajes se pueden encontrar al otro lado de la pantalla y lo que pueden llegar a hacer con toda esa información.
Pero eso siendo malo, al menos somos conscientes de que lo estamos haciendo. Es preocupante toda esa información que distribuimos alegre y voluntariamente. Y ahora, ¿se pueden llegar a imaginar toda la información que podemos distribuir de forma involuntaria? Toda la información que pueden tener de nosotros empresas y gobiernos. Eso preocupa y mucho, con lo que están demostrando esos gobiernos y esas grandes corporaciones.
Además, resulta que para hacerse con esa información se puede tardar tan solo unos segundos. Miren lo que ha tardado el coronel Pedro Baños en meter una aplicación en un móvil para hackearlo.
A veces pienso si Baños juega al despiste, eso te lo hace Google en el momento que instalas cualquier aplicación, es más y sin instalar, basta que tengas el correo o WhatsApp para que tu teléfono sea de cualquier desconocido.
Mi teléfono móvil es fijo y está parado sentir del microondas. O sea, que lo máximo que.pueden saber de mí es que leo El Diestro y similares y no pago impuestos, eso sí que les jode y mucho.
Aparcado en el microondas. A ver si reviso lo escrito.
Acabo de entregar para su análisis las muestras que recogí tras la última fumigación aérea de Semana Santa. A ver qué me dicen que es, de momento son oscuras, magnéticas y se comportan de manera distinta unas de otras cuando se las somete a una fuerza magnética.
Seguro que no es ninguna de las sustancias que dicen esparcen los aviones. Seguro.
Nos estamos acostumbrando a los circos y eso no es nada nuevo, todo lo que venga de la nave del misterio ya no es creible y menos de sus contertulios que ya les hemos visto por dónde sacan sus patitas, lamentable que èste señor, se preste a estas chorradas, desmontadas por el comentario de grafeno, no hace falta ningún programa.
Nadie se acuerda que en el mes octubre-noviembre, telefonica rastrearia todos los telefonos por orden del gobierno, con la premisa de que era para saber nuestros gustos comerciales o algo asi?, alguien apagó el tfno esa semana? NO