Aunque no nos queremos hacer ilusiones porque no nos extrañaría que volvieran en breve ya que hay muchos intereses creados, a partir del miércoles 20 de abril dejará de ser obligatorio el uso de mascarillas en algunos interiores. Nosotros hemos dicho hace unos días que esta medida va convertirse en un nuevo detector de tontos.
Llevamos más de dos años de tomaduras de pelo que nos han demostrado lo seriamente tocada que está una buena parte de esta sociedad. A pesar de que se nos haya dicho, y probado, por activa y por pasiva que las mascarillas no servirían de nada si el supuesto virus realmente existiera, a una buena parte de la gente todas esas pruebas le han dado igual y han seguido usando la mascarilla incluso yendo completamente solos en el coche.
Y no lo hacían por ellos, solidarios que son, lo hacían por todos los demás. Por los desconocidos, por sus abuelos, por sus padres por sus hijos, por ellos mismos, mientras después, “sorprendentemente”, los “insolidarios” que no hemos usado mascarillas nos hemos encontrado con que ese trapo ya usado y lleno de babas, ha formado parte del paisaje de nuestras ciudades y del campo. La “solidaridad” de “cuando nadie me ve”.
Pero no solo se ha considerado solidario al que ha ido haciendo el imbécil por la calle con la mascarilla, también se ha considerado solidario a todo aquel que se ha inoculado un medicamento experimental que ha provocado un daño irreparable a millones de personas. También lo hacían por sus abuelos, padres e hijos y decían estar muy informados sobre el asunto, aunque después se inocularan, alegremente, sin el consentimiento informado y la prescripción médica que el propio gobierno ordenaba para realizar esas inoculaciones experimentales. A los “solidarios” bien informados se la habían colado incluso antes de pincharse.
Estos años van a ser inolvidables para muchos de nosotros, probablemente para una mayoría, unos por unas cosas y otros por otras. En nuestro caso, uno de los principales motivos por los que no nos vamos a olvidar nunca de todos estos años es porque ha sido la época en la que se ha demostrado que en esta sociedad ganan por mayoría los tontos.
Pero por una mayoría abrumadora, ya que nos hemos dado cuenta que se puede ser tonto, a pesar de que se tenga una muy buena profesión y unos estudios envidiables. La televisión y los medios son capaces de convertir hasta a los “cum laude” en tontos de baba que ni piensan, ni tienen criterio propio.
Ahora, ante el famoso fin provisional del uso de mascarillas en interiores, nos vamos a encontrar con una auténtica explosión de tontos, estén seguros de ello. Vamos a ver, y seguro que nos vamos a hacer eco de ello, episodios surrealistas que nos van a demostrar hasta qué punto está abducida y atontada una buena parte de la sociedad. Recuerden, esto no se ha acabado, todavía nos quedan por ver muchas cosas increíbles y surrealistas.
Preparense,que nos vamos a reir mas……
La explosión de tontos ya se ve en la calle donde un 85% va con bozal por la calle cuando no es obligatorio (ni necesario claro).
España ha demostrado el bajisimo nivel intelectual de su poblacíon. Tan bajo que creo que no hay nombre para definirlo.
La próxima pandemia ya está al acecho y va a ser provocada por los solidarios que se han inoculado para salvarnos a todos y si es cierto lo que dicen algunos sanitarios que no se han vendido a las farmacéuticas ni a a los gobiernos, los vacunados nos pueden contagiar a los que no quisimos comulgar con ruedas de molino, veo con preocupación como una organización mafiosa y criminal quiere hacerse con la salud mundial, una organización que la mayor financiación la recibe del genocida Bill Gates y por lo tanto tiene un gran poder sobre ella, lo del bozal ya me parece de gente ignorante y subnormal que han perdido la fe en Dios y en ellos mismos pero tienen una enorme fe en la nueva religión esa que profesan constantemente los medios de comunicación terroristas al servicio del gobierno comunista y de las grandes corporaciones. Hoy entré a tomar un café en un bar y no creo que vuelva más, tiene la barra inhabilitada y unas mesas pegadas, no vaya ser que contagies al camarada, el miedo se lo han inoculado a la gente y ya no se va a ir más por eso yo digo que esto es muy difícil de arreglar.
Es así. Debe existir en alguna parte del cerebro, alguna glándula que se regula para sentir o no sentir miedo en unas situaciones u otras, que pudiera ser la adrenalina que se segrega. No es lo mismo sentir miedo ante una situación inesperada y que pueda poner en peligro tu integridad física, que tras estar superada la situación, seguir con el miedo metido en el cuerpo durante meses. Estas reacciones que vemos, en el tema de las mascarillas, parece una disfunción de esa glándula que altera la capacidad de reacción y que queda perenne en el psiquis de las personas. Efectivamente, ha afectado a personas con distintas capacidades intelectuales, físicas e incluso económicas y esto no es baladí. Los psicólogos deben estar a tope en sus consultas, pues los que han hecho de la mascarilla su pantalla de protección ,con lo que albergan y esconden detrás , creo que habría que considerarlos enfermos psíquicos, más que otra cosa.
Peor son los que se inoculan, pues no sólo es un suicidio, sino que con su actitud, beneplácito y solidaridad, no sólo les están haciendo el juego a los psicópatas también nos están arrastrando al resto hacia un abismo de fatales consecuencias.
Ahora sólo toca esperar y ver como las consecuencias de esas inoculaciones , que parece ser provocan inmunodeficiencia, véase SIDA, aumentarán esa inútil protección de unas mascarillas que lo único bueno que han aportado ha sido que, a unos cuantos , les hayan aumentado los ceros en sus cuentas corrientes.
Personalmente a mí me da vergüenza, pena y asco vivir en esta sociedad.
Tengo mis dudas. Si el tratamiento génico experimental se ha cargado el sistema inmunológico de muchas personas (especialmente ancianos), quizás ahora SÍ tendrán que llevarla para protegerse de cualquier microbio oportunista que aproveche dicha circunstancia. Es lo que tiene el SIDA provocado por las inoculaciones experimentales. En fin, KARMA.
Yo voy a seguir haciendo lo de siempre: usar la mascarilla para cubrirme los cojones.
DUDO QUE ESTO ACABE CON FINAL FELIZ !! ES SOLO EL COMIENZO !!
La prensa criminal apesebrada es una de las principales causantes de la total desinformación del populacho. Un populacho infame, analfabestia sin el menor sentido crítico de lo que acontece en Occidente y de las causas de todos los males que nos aquejan.
Y es que en Bozalandia la minoría bien informada no llega ni al 5 % de la población; el resto son borregos, hienas, chusma, turbas, “cachos de carne con ojos”.
Según D. Pío Baroja, en su época, decía constatar que de cada 100 habitantes, 99 embestían y sólo uno pensaba.
De lo que se deduce que la epidemia de estulticia ya era y sigue siendo endémica en estas Batuecas.
Lo que no sabía D. Pío es que llegaría un día en que los tontos ibéricos circularían por las calles, orgullosos de su símbolo distintivo.
Pronto, en este país de lepóridos, serán los habitontos quienes ocupen sus madrigueras.