Cuando alguien se pone muy pesado con cualquier asunto acaba hartando hasta a los más convencidos. Si se dan cuenta, esto sucede con cualquier asunto de la vida y este asunto de las inoculaciones no iba a ser menos, ya saben que, como bien dice el sabio refranero español, la avaricia rompe el saco.
Y la avaricia está siendo tan grande porque es tanto el dinero que están ganando muchos con el asunto de las inoculaciones, que no quieren que la farsa se acabe nunca. Y hasta en un país convencido, como ha demostrado ser España, el asunto de la tercera dosis ha pinchado en hueso y no ha tenido el éxito esperado ya que, tal y como reconoce el propio oficialismo, tan solo un 52% de la población ha vuelto “a pasar por el aro”.
Y la mejor solución que se les ha ocurrido a los farsantes para intentar solucionar estos malos datos es inventarse una nueva variante. Se trata de la variante XE, que no es un nuevo modelo de BMW. Y con esta nueva variante, medios de reconocido prestigio científico, como es el Marca, nos cuentan que contagiará incluso a los “inmunizados”. No nos lo inventamos nosotros, lo dicen ellos.
Y además nos dicen cuántas dosis serán necesarias para evitar este peligroso contagio de una nueva variante de un virus que, inicialmente, no ha sido secuenciado, aislado ni purificado por nadie. Imaginen, para evitar a esta variante es necesaria una tercera dosis porque las dos anteriores no sirven. Menuda sorpresa, ¿verdad?
Pero sin ser futurólogos, ya nos atrevemos a predecir lo que sucederá si vuelven a engañar a la gente y acuden todos raudos a ponerse una tercera dosis: que en breve llegará una nueva variante que “esquivará” esa tercera dosis, por lo que será necesario ponerse una cuarta. Y así, hasta el infinito y más allá.
Podemos entender a los que se hayan dejado engañar por la primera. Aunque menos, podemos entender, también, a quien se haya dejado engañar por la segunda. Pero estas historias con la tercera, ya no tienen pase alguno y nos atrevemos a decir que los que se dejen engañar por esta tercera, una cuarta, o las que vengan, son imbéciles profesionales.
Y es que tengan en cuenta que tampoco ha habido demasiada imaginación entre los voceros de este relato oficial porque han utilizado, continuamente, el mismo argumento. Si, al menos, hubieran cambiado el guión en alguna ocasión, podríamos entender que la gente siguiera cayendo en la trampa. Pero con lo que está pasando, todo aquel que siga cayendo es que le falta un hervor y que no merece, ni siquiera, nuestra compasión.
Pues acaban de fastidiar el día con los puñeteros aviones, señores jueces hagan algo, ya sé que “el Mierda” hizo una ley para cubrirse las espaldas con el en envenenamiento masivo en marzo de 2020, que celeridad, pero seguro que no están rociando los componentes que dicen ni los propósitos son los que dicen.
Ni una nube natural, cielo despejado, sol.radiante, azul intenso sin una sola nube a cien kilómetros a la redonda, dos horas de fumigación y el cielo se ha vuelto opaco, desagradable, artificial.
¿De qué narices va esto? Es un día completamente despejado, limpio y luminoso y lo han destrozado esparciendo mierda en el cielo. Es brutal. Onozco el cielo en el que me encuentro desde que nací, y lo que hay ahora arriba y en breve abajo no tiene pinta de ser muy saludable para la vida humana, vegetal o animal.
El tebeo “deportivo”,tiene muy claro a quien van dirigidos sus mensajes…
Cuando ya casi todos demostraron ser doblemente burros. Y ahora ya el 52% son triplemente burros…entiende uno muchas cosas de la vida. Especialmente sobre las relaciones con las “personas”.
La variante la tienen esos mangantes en el cerebro y los que les creen sus mentiras, ahora es cierto que los que se han inoculado ya están jorobados, y con esas inyecciones le están jodiendo las defensas y le van a entrar enfermedades a montones, y eso va a ir de mal en peor ya que ya van a por la cuarta, luego la quinta y la sexta, todo esto ya apesta y no se van a acabar las inoculaciones nunca más porque no le sale de los cojones.
El 52% me sigue pareciendo una cantidad desoladoramente alta. Más de la mitad de la población.
Se estima que para el 2025, se habrá reducido la población española en 25 millones. También se cree que todos los inoculados morirán en los próximos 3 a 10 años. Las arritmias, cánceres, ictus en la población más joven y en deportistas ya están siendo normalizados por los “medios de desinformación masiva” Ya veremos cómo transcurre todo esto.