Oficialmente se da por finiquitada “la trama de los presuntos mafiosos”. Pablo Casado y Teodoro García Egea –aspirantes a políticos–, habiendo pasado por fin a la Historia de la política española y del Partido popular.
[No Quieren Dejarnos Pensar Ni Cuestionar]
El primero, Pablo Casado: ha salido de un puntapié aplaudido respetuosamente en el XX Congreso Nacional en Sevilla, tal y como se pactó en la noche de autos en la que el expresidente debió dimitir y no lo hizo, con la simple intención de tratar de salir de todo esto –con el poco prestigio que haya conseguido mantener–, de cara a colocarse probablemente a corto plazo en alguna empresa o prestigioso bufete de alguien que sin duda lo deberá favores de su etapa presidencial. Se comenta que su futuro está fuera de España; veremos, aunque sinceramente creo que interesa entre poco o nada.
Se acaba la etapa del único que llegó mediante el sistema de primarias –lo cual todos sabemos que en España es un fraude–, resultando vencedor como todos recordarán, siendo la opción menos mala entre Soraya Sáez de Santamaría o María Dolores de Cospedal, tras dejar Mariano Rajoy el partido, como un erial.
Y finaliza una fase en la que el expresidente popular destacó como un gran orador haciendo alarde de su gran memoria demostrándolo en tantas ocasiones, sin utilizar más papeles que los guardados en su cabeza. Personalmente lo recordaré por sus excesos citando a destajo a Cánovas o a Julián Marías, lo cual a mi buen entender no dice demasiado del personaje, no porque crea que se trata de alguien poco o mucho leído, sino más bien porque soy bastante poco amigo de citar a los demás, precisamente para no dar esa sensación.
De Teodoro García Egea: sinceramente, poco hay que decir pues como era de esperar teniendo en cuenta su humilde trayectoria previa al puesto de Secretario General en el partido, de momento dice que se queda como diputado raso por responsabilidad hacia con sus votantes. Menuda memez la del murciano, pues es de todos conocido que a los altos mandatarios de los partidos que dan el salto a la política nacional en cuanto tienen ocasión, generalmente no se los quiere en su tierra de origen. Supongo que este individuo estará encantado de que Pedro Sánchez agote su legislatura para seguir cobrando del erario público mientras se busca la vida como cada hijo de vecino fuera de la política, ya que este, está fuera de todo lo que se gestiona dentro del grupo popular en el Congreso, como por ejemplo le sucede a otra ilustre defenestrada como es Cayetana Álvarez de Toledo.
En cuanto a los últimos acontecimientos y a la figura de Alberto Núñez Feijóo: pues hay que cogérsela con papel de fumar pues parece en primer lugar, que la nueva dirección del partido estará formada de momento por algunos de los que ya estaban con Casado –simplemente por un tema de coherencia institucional–, y por otros de su máxima confianza del PP gallego y a la fuerza también del PP andaluz y en menor medida del PP madrileño, aunque haya llamado de nuevo a filas al Alcalde de la ciudad de Madrid como actor secundario; siendo este un reflejo de su carácter desconfiado, lo cual es de agradecer teniendo en cuenta donde se mete.
Su tono moderado a priori como político nacional se manifiesta dando un gran protagonismo a la organización presidida por Juanma Moreno Bonilla, que recordemos que no era inicialmente de la cuerda de Casado y se salvó de ser sustituido, por la premura de las elecciones autonómicas y por el extraordinario resultado que obtuvo todo el centro derecha.
La exalcaldesa de Logroño –Cuca Gamarra–, será la voz de Feijóo en el Congreso de los Diputados, aprovechando su corta e irrelevante experiencia como portavoz, quedando como la cara reconocible del PP para que “se queme al bonzo” poco a poco en los telediarios de los miércoles, que es cuando se reproduce lo más destacable de las sesiones de control al Gobierno y por lo tanto a Sánchez. Previsiblemente su cargo tendrá la caducidad que marque “el autócrata”, pues es de esperar que durante los dos años largos que quedan de suplicio en forma de legislatura, el gallego vaya ganando enteros ante los cuadros de las organizaciones territoriales , tomando el pulso y cosiendo el partido después de las crudas batallas internas provocadas por la pésima gestión de García Egea, principal culpable de la enemistad de la dirección del PP nacional durante su mandato, con todas y cada una de las franquicias regionales al tratar de imponer un modelo centralizado a paso marcial.
En el caso del más que experimentado Elías Bendodo: su designación como número tres sin embargo obedece a otra necesidad urgente que tiene Feijóo, que es la de demostrar; primero que su presidencia estará fundamentada en el respeto a la diversidad regionalista del partido –de lo cual damos Fe, teniendo en cuenta su carácter nacionalista–, y en segundo lugar, que para él será crucial amansar las aguas dando gusto al PP andaluz y a su presidente Moreno Bonilla, sin duda alzado a la categoría momentánea de “virrey del partido en la sombra”, por ser Andalucía la Autonomía con más población de España y ser la primera piedra de toque a la que se va a enfrentar como presidente del partido en las próximas elecciones andaluzas.
En cuanto al rearme ideológico para dar la tan deseada “batalla cultural” reclamada desde el PP de Madrid, de momento nada de nada, es más: “el nuevo” ha aprovechado para mandar un recadito a VOX –que recordemos son sus socios en CyL–, tratando de recordar al conjunto de la opinión pública quien de momento está en cabeza en la oposición, distanciándose inicialmente de ellos por “el qué dirán”, tratando de hacer un torpe guiño a la progresía nacional de Ciudadanos y el PSOE, susceptible de votarlos.
Pese a esta acostumbrada “chinita en el camino” fruto de los complejos y el marketing político, no debemos olvidar el estricto carácter del “nuevo elemento”, viendo cómo, se las ha gastado durante la pandemia como uno de los políticos más estrictos a la hora de imponer medidas poco democráticas –a diferencia de “la deseada a gritos por lo bajini”, Isabel Díaz Ayuso–, como por ejemplo en el caso de la aplicación del pasaporte covid obligatorio o la vigorosa defensa de vacunación obligatoria como le sucedió también al consejero de sanidad de Andalucía (el del culillo de la Pfizer).
¿Casualidades? No creo, en política no existen. Aun así, el “recauchutado PP” del tercer presidente gallego “peperista” arranca de nuevo la maquina gripada, ofreciendo la mano al PSOETA en aquellas cuestiones en las que según él, siempre se encontrarán: “la Constitución y el sentido de Estado”. Curiosa visión la del gallego y si me permiten; diría que hasta mal empieza si no tiene en cuenta que Sánchez ha pisoteado la Carta Magna sin piedad durante los últimos tres años “de manera criminal”; y su sentido de Estado consiste en cerrar filas y mantenerse en el poder con los herederos de la ETA, los golpistas catalanes, los regionalistas populistas, los comunistas antisistema de extrema izquierda y los nacionalistas que recogían las nueces cuando asesinaban a personas inocentes.
El Partido Popular debiera estar siempre enfrente y no al lado como plantea su nuevo jefe. Veremos que hace pues tiene dos años como periodo de prueba…
Feijoo, el amigo de narcotraficantes, el criminal que quiere matar y robar a los que no se pinchen el veneno vacuna, un tirano de manual, un canalla que “cumple” con la estafa covid, este degenerado acabará en la cárcel.
Aviso a navegantes, o aquí psoe y pp se hunden de una vez en los dos años que quedan, o tenemos muerta y enterrada la democracia.
No sé si Vox es la solución o es más de lo mismo , pero yo sugiero al personal que miren a Francia y a Italia, por poner dos ejemplos que van a señalar el camino a seguir.
Muy elegante ha quedado eso del “nuevo elemento” aunque hablando de virus, dictaduras, agendas y vacunas me ha venido a la cabeza sin querer y casi he leído el “nuevo componente” de la componenda, y es que el idioma español es tan divertido, esclarecedor y confuso que entran ganas de colocar el “elemento” en el microscopio de la Quinta Columna y dedicarle más horas de observación que al grafeno.
De Feijóo no sabemos si es un pieza o una pieza, un componente de la descomposición o ingrediente agregado, fundamento fundamentalista o molécula globalista, origen del desastre o principio del apaño, si es cuerpo o entelequia, sujeto o sujetado, gachó o gancho, tipo o sujeto, tío o primo, individuo o cacique .
Yo ayer le escuché un minuto, no más, y como yo suelo fijarme en lo que no se dice, en lo que falta, puede ver que al “elemento” le falta de tó para provocar una reacción positiva en la nación española.
No creo que falten dos años para las elecciones, yo diría más bien que dos meses, si se ahora la legislatura es que el.apaño y el amaño ya está hecho, si los políticos se van de vacaciones antes de convocar elecciones debemos ponernos en lo peor, la democracia que se dieron no se puede estirar más.
Y ojito que Feijóo se ha leído el libro “la cuarta revolución industrial” y lo peor es que se lo ha creído.
Nazi de los cojones
Tengo la convicción que a este PP de mercadillo vintage se le va a dar muy mal la cosecha de Albariño y peor aún la de Ribeiro.
A Feijóo solo le falta el capacho en el antebrazo y la pañoleta en la cabeza para ponerse a vendimiar votos, y que nadie olvide que el o pano y el hiyab son primos hermanos y la única uva a vendimiar es el propio Feijóo que ya está cosechado y en el capazo que porta “el Mierda” y sus idénticos amos.
Para conocer a Feijóo solo es necesario pensar que que “o pano” e “hiyab” son prendas de sumisión y de esas costumbres provengan sus maneras totalitarias de cacique tercermundista con ínfulas globalistas.
No hay que olvidar el ganado con el que está acostumbrado a trasegar Feijóo o Pano.
Que mal me cae este paleto totalitario, es que no hay cacicato ni cacique en España que se libre, y para una quedaba saltitos en Madrid para salir del agujero le han puesto la tapa de la alcantarilla por montera.
Que peligro tiene este PP vintage, se nos van a atragantar las uvas que coseche a todos los españoles.