Un saludo para los despistados. Para los que nunca se hacen preguntas. Para los que nada en este mundo les genera duda alguna y ni siquiera se preguntan por lo que está pasando. Un gran saludo para esos que, viendo desplomarse jugadores de fútbol en pleno partido, abandonar competiciones a los ciclistas, los tenistas, los baloncestistas no se han llegado a preguntar, ni por un minuto, cómo es posible que todo esto suceda a la vez y, precisamente, después de inocularse con el veneno que nos quieren inocular a todos. Un saludo muy afectuoso… y de asombro.
Tenemos una nueva noticia que, hasta a todos esos a los que saludamos, debería generarles, al menos, preguntas. La tenista rumana Gabriela Ruse (N°55 del mundo) ha anunciado en sus redes sociales que tiene que abandonar temporalmente la alta competición puesto que padece una inflamación del corazón.
“He padecido una neumonía viral seguida por el COVID-19 durante todo el mes de febrero. Jugué en Dubai con antibióticos. Negándome a rendirme, hice lo mejor que pude para competir en Estados Unidos. Allí comencé de manera lenta, sintiendo las consecuencias de haber estado enferma durante tanto tiempo. En Miami empecé a sentirme mejor pero igualmente seguía presionandome. Pero ya en Charleston, volví a sentirme sin energías. Los estudios revelaron que tengo una inflamación en el corazón. Mi cuerpo necesita descansar para volver escalonadamente al esfuerzo físico”, ha contado en su cuenta de Instagram.
“He tenido que tomar la difícil decisión de bajarme de la Billie Jean King Cup y abandonar la competición durante las próximas semanas. La BJK Cup ocupa un lugar muy especial en mi corazón, siempre ha sido una sensación extraordinaria jugar para mi país”, afirmaba.
¿Volverá a competir? Porque eso mismo se decía del Kún Agüero al principio, que todo iba a ser “temporal”. Pobre gente. Qué manera más absurda de ver truncadas sus carreras y en algunos casos, incluso sus vidas.
Se trata de la Psicología de los vacunados: El negacionismo de médicos y pacientes ante el daño de las inyecciones Covid.
El Dr. Ezequiel Martínez describe la ceguera de médicos y enfermos ante los evidentes efectos adversos de las inoculaciones. Se produce un doble fenómeno: los médicos niegan la responsabilidad de la vacuna, y los pacientes tampoco quieren saber.
La psicología de los vacunados Covid, ya sea personal médico o pacientes, dificulta que los afectados responsabilicen a las inyecciones por los padecimientos. El Dr. Ezequiel Martínez, en una entrevista con Diario de Vallarta & Nayarit, describe cómo un curioso mecanismo, mezcla de negación ante la realidad y fe en el dogma médico, genera una ceguera colectiva en profesionales, pacientes y grupos familiares.
Algunos conceptos de Ezequiel Martínez que resumen el «negacionismo» de médicos y enfermos:
* Los enfermos o afectados por las lesiones tienden a no compartir su mala experiencia con los no vacunados: “Una conducta infantil nada empática”.
* Los médicos con triple pauta, si enferman, evitan hablar con los colegas que les advirtieron del peligro: «No pueden reconocer que se equivocaron cuando ya mandaron a vacunar a toda su familia”.
Las familias con miembros lesionados por la inyección tienden a negar el diagnóstico, y buscar otras opiniones profesionales que les digan que la «vacuna» NO fue la causa.
* En general, en todas partes se produce un doble fenómeno: los médicos niegan los efectos adversos, y los pacientes tampoco quieren saber.
* Hay grupos que están trabajando en difundir las cifras de enfermos y muertos por las inoculaciones, pero muchas víctimas y sus familiares no quieren prestar testimonio.
VÍDEO: https://rumble.com/vtx7vl-el-dr.-ezequiel-martnez-habla-de-cmo-trata-el-covid-19-y-los-efectos-post-v.html
La lista de deportistas muertos tras ser vacunados es muy grande,muy llamativa,pero tenemos una gran noticia:
Los militares detienen al Doctor Fauci, creador de la Plandemia. Parece que el esperado momento ha sucedido, al fin.
Según cuenta Real Raw News, ayer sábado 9 de abril del 2022 las Fuerzas Especiales detuvieron al Doctor Fauci, cuando iba a visitar a su mujer, en Maryland, a la que no había visto en meses.