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Al social-comunismo, principalmente a la plebe que vocifera a la voz de mando de las subvenciones y de quién le llena la sopa boba y el plato de lentejas, les molesta la sanidad privada, quieren únicamente la pública y que esta sea dotada de muchos recursos, pero a la vez mantienen los quirófanos cerrados la mayor parte del día y las consultas son de estricto horario laboral de un turno de personal, formamos a los mejores médicos del mundo pero se nos van al extranjero porque ganan casi lo mismo que cualquier analfabeto funcional de los que se manifiestan solicitando anhelos de grandeza de nuestra sanidad nacional.

[Si Os Encontráis Con La Secretaria De Igualdad Del PSOE, Ni Os Acerquéis A Ella]

La Fiscal General del Estado -recuerdan aquello sobre su dependencia funcional- doña Dolores Delgado, acusada en el Expediente Royuela de no sé cuántos delitos de toda índole y cuya querella no ha sido admitida a trámite por el Tribunal Supremo “por absoluta carencia de indicios de realidad” -alguien tendría que estar en la cárcel, o la acusada o el acusador- ha tenido que ser operada por un quiste sinovial entre dos vértebras.

Y en vez de utilizar la sanidad pública, esa defendida hasta la extenuación de forma teórica por sus conmilitones de ideario político y militancia, ¿saben dónde la han operado? Pues en la clínica privada Cemtro de Madrid que dirige el prestigioso cirujano Pedro Guillén, introductor de la artroscopia en España, uno de los hospitales más importantes y al que llegan a operarse famosos de todo tipo y nacionalidades.

Una muestra más de la hipocresía de nuestros dirigentes, algunos con un solo traje de rebajas cuando entraron en política y salieron con propiedades suficientes para hacer la Declaración de Patrimonio.

Pero el pueblo no aprende; y mira que no se lo han dicho veces: “Haced lo que yo os diga, pero no lo que yo haga”.

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Antonio Campos nació en Ciudad Real, en la España del queso amarillo y la leche en polvo de los americanos. Licenciado en Económicas, Diplomado en Humanidades, PDG por el IESE. Ha trabajado durante muchos años en un importante grupo multinacional del sector financiero, al que reconoce estar agradecido por haberle dado la oportunidad de desarrollarse profesional, académica, personal y humanamente. Conseguida cierta estabilidad profesional y dineraria, volvió a su verdadera pasión de juventud, escribir; desde entonces, han sido cuatro libros y unos dos mil artículos de opinión, económica y política, publicados en diferentes medios de comunicación, pretendiendo conjugar la libertad individual o personal (el progresismo) con la libertad económica (el conservadurismo), elogiando las ideas y no las ideologías. Y lo hace, dice, pretendidamente independiente, ideológica y socialmente, con la libertad de quien tiene libre el tiempo, el pensamiento y la palabra.