¿Que la esperanza de vida se hunde en los países occidentales en menos de dos años? Pues será por la covid. ¿Que la mortalidad se disparó en 2021 con relación a años anteriores? Pues será por la covid, aunque las cifras no cuadren. ¿Que las muertes repentinas han aumentado de forma epidémica en porcentajes alarmantes? Pues será por la covid, sin duda, no hay otra. ¿Que los infartos y enfermedades cardiacas matan cada día más, y a personas cada vez más jóvenes? Pues tendrá que ser por la covid, aunque jamás se vio a un coronavirus causar eso. ¿Que todos hemos visto recientemente enfermedades de las que hace sólo veinte años no sabíamos ni el nombre: lupus, Guillain-Barré, miocarditis, pericarditis…? A la fuerza tiene que ser por la covid, claro que sí. ¿Que vacunados contra la covid mueren en el mismo año de ser vacunados por diversas causas, incluida la covid? Pues no es trabalenguas, sino otra de las consecuencias de la covid.

La covid explica casi todos males, y de los que no consigue explicar, al menos nos distrae. En plena pandemia global nadie se va a preguntar por qué se dan casos de muertes por infarto simultáneo en personas próximas, como lo que ocurrió en Segur de Calafell el verano pasado con dos submarinistas, o lo que sucedió con dos hermanas del barrio sevillano de Macarena esta misma semana. ¡Pues coincidencia! Como coincidencia es también que la número uno del tenis mundial, Ashleigh Barty, se retire de forma repentina, justo al mismo tiempo que el número uno masculino es castigado por no vacunarse. ¡Otra casualidad! La covid también tuvo su efecto adverso en las leyes de la probabilidad: lo que antes era imposible, ahora es raro; y lo que ayer era raro, hoy es normalidad. Antes era imposible que once jóvenes murieran simultáneamente de paro cardiaco en un mismo concierto de rap, como sucedió en Houston el pasado mes de noviembre. Ahora resulta extraño, pero no lo suficiente como para preguntarnos qué puñetas está ocurriendo con la salud de los jóvenes. En menos de un mes, el instituto de educación secundaria Basoko en Pamplona enterró a tres alumnos. El mes pasado murió súbitamente un niño de diez años en un colegio de Albacete. La semana pasada un chaval de trece años cayó fulminado en el recreo de su escuela en Mijas, Málaga. ¿Alguien puede explicar esto?

Lo que no puede explicar la covid, lo explica el cambio climático; y lo que no explica el cambio climático, resulta un misterioso enigma que Íker Jiménez descarta tratar para hablar de la guerra de Ucrania y arengar a matar rusos. Si te pones impertinente con preguntitas, la Universidad de Michigan te casca un estudio que te asegura que los cambios de temperatura causan infartos de miocardio. ¿Que vives en un lugar de clima suave y te infartas igual? Pues será porque te han cambiado la hora al horario de verano. ¿Que te da el patatús en un país donde no cambian la hora? Pues será porque duermes mucho… y si no duermes mucho, porque duermes poco. A fin de cuentas, si eres un infeliz, vas palmar por ello. Y si eres feliz, también. Te va a dar igual. Algún sabio dijo que sí es cierto que se dan casos de jóvenes que mueren… pero que, de lo viejos, al final, no queda ni uno.

 

3 Comentarios

  1. Que NO. Que es culpa de FRANCO y de Hitler, que siguen y seguirán vivos y lo que te rondaré morena, que la covid es un arma secreta ultrafascista ultra hitleriana superfacha de ultra extrema sideral derecha reaccionaria brazo en alto y cara al sol que se ha salido de órbita ya. Por eso desenterraron a Franco y lo llevaron al lugar seguro de sus logias porque sino la covid franquista atenta contra la democracia y nos trae crisis económica, inflación galopante, paro, hambre, muertes en residencias y lo que está por venir. La culpa siempre es de Franco y el fascismo, que no nos enteramos.
    Además, la covid es racista, supremacista, xenófoba, calientaplaneta, carnívora, cazadora, homófoba, segregacionista, y contraria a la democrática y tolerante ideología lgtbi y de género, es decir, la covid es fascista, vamos.
    Ah, y la guerra de Rusia y Ucrania es culpa de los fascistas Franco y Hitler también, por supuesto, que siguen haciendo la guerra a “pacíficos” ciudadanos progresistas judíos o pro judíos elegidos democráticamente que nos traen la libertá, libertá, shiquilla libertá hasta inoculada.

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