Tenemos muchos problemas en España y muchos más, tras ver lo que ha sucedido a lo largo de estos dos años, en la sociedad española. El bajísimo nivel cultural, la cobardía, el aborregamiento, la falta de inteligencia, la gran cantidad de complejos y la vagancia, en general, que tienen muchos de nuestros compatriotas por estar informados, nos están llevando a uno de los agujeros más profundos en los que hemos caído en décadas.

Mal pinta esto cuando la gente se avergüenza de todo lo que tenga que ver con su patria que, al fin y al cabo, es parte de su propia historia. Una nación no es un trozo de tierra o una simple bandera. Una nación es el fruto del legado de tu propia familia, de su sufrimiento y su trabajo para salir adelante.

Pero parece que eso importa muy poco a esta sociedad inundada de televisión, de series de Netflix y de complejos. Eso importa muy poco a un enorme número de personas que piensan y opinan, exclusivamente, en base a lo que esté de moda en cada momento, o lo que se difunda a través de la propaganda política o mediática.

Que ahora la gente se avergüence incluso de las celebraciones de Semana Santa, demuestra muy poco de todos ellos. Y es que, se puede no ser creyente, pero no apreciar ni siquiera estas celebraciones a un nivel exclusivamente cultural, es tremendamente triste y preocupante.

Por eso no se dan cuenta de que incluso cuando critican, están cayendo en una pura contradicción de la que ni siquiera se enteran. Llegados a este punto, una respuesta como la que ha dado Javier Villamor a este tipo, nos parece que es como para enmarcarla. De lo mejor que hemos leído.

 

4 Comentarios

  1. No sólo es en este país Diestro… los que han orquestado todo esto llevan décadas trabajando y este es el fruto. Somos víctimas… conviene no olvidarlo, de un enemigo muy poderoso.

  2. Siempre ha habido detractores de la religión Católica, siempre, pero depende de cada uno su propia creencia.
    Mientras se discute absurdamente si son las fiestas de primavera o la Semana Santa, con su tradición a cuestas y sus días festivos que, tanto creyentes como no, celebran al unísono, el BCE, anuncia la próxima intervención a España y de ésto, pocos se habrán enterado, teniendo su foco de atención puesto en olvidarse de la rutina diaria.
    Me da la impresión que éstas, serán las últimas celebraciones católicas, no por falta de fervor sino por la crísis que se nos avecina, pues dónde hay patrón, no manda marinero y el marinero es precisamente, el que ha hundido el barco.

  3. Salmo 135
    15Los ídolos de las naciones son plata y oro,
    Obra de manos de hombres.
    16Tienen boca, y no hablan;
    Tienen ojos, y no ven;
    17Tienen orejas, y no oyen;
    Tampoco hay aliento en sus bocas.
    18Semejantes a ellos son los que los hacen,
    Y todos los que en ellos confían.

    Pero oye si alguno quiere seguir por ese camino…
    Que se pregunte paseaban muñecos en procesión Los Apóstoles?
    Claro que no, los que tenemos una cultura basada en escrito está, actuamos en consecuencia.

  4. Si hay algo que me repatea de la ignorancia mezclada con imbecilidad y rebozada en la modernidad clásica del imbécil de todos los tiempo es cuando se pone estupendo y te suelta, por supuesto sin pensar, “en pleno siglo XXI”.

    Si escucho a alguien decir, “en pleno siglo XXI”, “en nombre de la ciencia”, “la democracia que nos dimos”, “transhumanismo”, “inmortalidad tecnológica o científica” ya sé que tengo delante como decía mi abuelo a un “Perfecto Imbécil”.y si dice, cambio climático, calentamiento global, mascarilla, covid o Ucrania directamente me olvidó de la educación que trataron de inculcarme mis padres sin mucho éxito y le mando a tomar por… otra dosis de vacuna sin cobrar para que haga de chapero gratis para Pfizer, Moderna o Astratonteca.

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