La anécdota taurina de hoy está dedicada a Cagancho. Una anécdota que hemos titulado “¡Como no mates al toro con el as de bastos!” y que dice así:
[Grupo de alimentación Bon Preu ofrece empleo a más de 400 personas en Cataluña y Aragón]
«Sabido es que el gitanísimo «Cagancho» era una mijita desigual con la espada y que en una faena entraba a matar varias veces frecuentemente.
En cierta ocasión había inferido tres sangrías a uno de sus toros, y en las tres dejó clavado el estoque.
Agotado su repuesto de espadas, su mozo, «Paco el Botas», pidió una al de Antonio Márquez.
— Tómala -le dijo el mozo de Antonio-, pero no me pidas otra, porque no te la dejaré.
Entró a matar «Cagancho» y volvió a dejar en el toro el estoque prestado -¡vaya trance!-, por lo que el famoso «calé», impaciente, empezó a dar golpes en la barrera, reclamando a gritos:
— ¡La espada! ¡Otra espada!
— ¡Como no mates al toro con el as de bastos!… -respondió «Paco el Botas», alegremente».