Bergoglio, ese que se hace llamar Papa Francisco, sigue demostrando, cada día, que es uno de los personajes más siniestros y prescindibles que nos podemos encontrar alrededor del mundo. El tipo, que de religioso no tiene absolutamente nada, sigue demostrando pleitesía y adoración, no por quien debiera, sino por el discurso globalista más rancio y abominable que cualquiera de ustedes pueda imaginar.
Una nueva demostración de esa pleitesía han sido las declaraciones que ha realizado a la reportera italiana Lorena Bianchetti, en las que se refería a la inmigración. Con estas declaraciones, Bergoglio afirmaba que los inmigrantes están “subdivididos” por color de piel y país de origen en Occidente.
“Los refugiados se subdividen”, decía Francisco. “Hay primera clase, segunda clase, color de piel, si provienen de un país desarrollado o uno que no lo es”. “Somos racistas, somos racistas. Y esto es malo”.
Además, comparó la avalancha de inmigrantes hacia Europa y Estados Unidos con la huida de Jesús, María y José a Egipto del rey Herodes: “El problema de los refugiados es un problema que sufrió Jesús también, porque fue migrante y refugiado en Egipto cuando era niño, para escapar de la muerte. ¡Cuántos de ellos están sufriendo para escapar de la muerte!”
Tras leer estas declaraciones, habría que hacerle a este sujeto hipócrita, caradura y mentiroso, una pregunta muy, muy sencilla: ¿Cuántos inmigrantes recibe ese país, llamado El Vaticano, del que es jefe de estado? La pregunta es retórica puesto que bien sabemos todos que no recibe a ninguno. Por lo tanto, este individuo debería callarse y dejar de decir sandeces, o a lo mejor es que cobra por número de palabras. De él nos podemos esperar cualquier cosa.
Yo estoy convencido que Papa Paco *el Inverso* tiene razón, a mi me sucede eso con los argentinos, a mi pesar, soy racista, siempre que escucho hablar a un argentino es como si estuviera escuchando hablar a un vendedor humos con botafumeiro digital.
* Paco ha hecho el recorrido inverso que Marco el del mono Amedio.
Satanás reina en el Vaticano y no es humano, se puso el nombre de papa Francisco y es arisco, este charlatán rojo nos quiere echar un mal de ojo, maldito este jesuita que entregó a dos compañeros argentinos que no habían hecho nada malo a la marina argentina para que fueran torturados, uno de ellos ya a desaparecido y el otro o se ha vendido o lo han amenazado porque ha cambiado el relato y dice que no fue este el chivato que los entregó, que asco me da esta basura que dice que la propiedad privada no es un derecho cuando el banco del Vaticano está forrado con dinero de las mafias del narcotráfico, apártanos señor de este papa traidor siervo de Lucifer.
Es el summum de la hipocresía. Cuando dice “somos racistas. Somos racistas. Y esto es malo.” ¿Por qué habla en plural? Si él mismo es racista, que se aplique el cuento y que nos deje en paz. Si no lo es, ¿por qué habla en plural? Su verborrea es farisea. Y, si el discurso de los que mandan en el mundo fuera el contrario, lo contrario expresaría. Solamente hay que ver las opiniones de la mayoría de los curas catalanes sobre las cosas de los que mandan aquí.