Llevamos dos años en los que no hemos parado de intentar mostrar las pruebas de estamos viviendo una farsemia y no la pandemia que se nos está contando. A lo largo de estos dos años hemos intentado demostrar la ineficacia, peligrosidad y estafa que suponen las inoculaciones, siendo una de las pruebas más evidentes todo lo que ha sucedido en Gibraltar.

Pero la realidad es que nuestra difusión es muy limitada, llegamos a donde llegamos y no tenemos la misma capacidad que tienen las televisiones para llegar a todo el mundo Ya se sabe que la verdad absoluta solo aparece en las televisiones, si no sale por la caja tonta, simplemente, es mentira.

Hace ya más de un mes, sucedió el pasado 1 de febrero, que en Dinamarca se eliminaron todas las restricciones ordenadas con la excusa del virus. El oficialismo se echó las manos a la cabeza y muchos pusieron en duda esta decisión. Después de ese mes largo hay que comprobar todo lo que ha sucedido para darnos cuenta de la realidad. Y siempre según datos oficiales, ya saben, los que se publican tras realizar un test en el que da positivo hasta el agua.

Y parece que este mes vuelve a dejar muchas cosas claras. Parece que esos datos oficiales, los de los contagios, no son tan malos. Pero cuando vemos los datos de fallecimientos, se demuestra cuál era la estrategia política y mediática que se ha buscado con esa decisión.

 

Viendo la gráfica de los fallecidos, muchos dirán aquello de que “la curva está en un punto muy alto”. Ciertamente es así, pero aquí hay un dato que falta para entender qué es lo que está pasando en ese y en muchos países, el de la inoculación. En Dinamarca, según datos oficiales, ha recibido la famosa pauta completa el 81,3% de la población y la dosis de refuerzo el 62,3%. No está nada mal el procentaje.

Y ahora llega la gran pregunta: ¿Cómo es posible que bajando la curva de contagios suba la curva de muertos? ¿Cómo es posible que en un país en el que hay una alta tasa de inoculación suba la de muertes? ¿No habíamos quedado en que las inoculaciones provocaban que la enfermedad fuera más leve?

Si mezclamos todas esas preguntas obtenemos una respuesta bastante preocupante: que ahora ya no se quiere hablar de ello. Eliminando las restricciones, el virus pasa a ocupar menos espacios en los informativos, de esta forma no se habla de ello y no genera dudas más que razonables que se observan con estos datos.

 

1 Comentario

  1. “¿Cómo es posible que bajando la curva de contagios suba la curva de muertos?”

    Porque no la palman nada más pillarlo, ostias. Como ésa sea la gran pregunta, apañados vamos.

    Las grandes preguntas son: ¿quién y para qué fabricó el virus? ¿quien está soltando las variantes? ¿quien está detrás de la propaganda oficial? ¿y quién detrás de la oficiosa? Y ya puestos… ¿quién está detrás de la propaganda del conflicto ucraniano?

    Spoiler: en todos los casos, el mismo grupo de personas.

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