Hay palabras que se la lleva el viento y otras veces se las llevan los demonios, hay palabras que no cuadran cuando uno las oye. La ministra Calviño ha jugado con palabras inequívocas, aunque, a decir verdad, las enjuaga a bombo y corneta, como estamos cerca de Semana Santa, ha abierto su boca la boca diciendo en la tele, negando que, el Gobierno les haya llamado ultraderecha a los camioneros por la huelga, que cuando escribo estas palabras no sé qué habrán dicho los convocantes de esta masiva manifestación en toda España.
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El disfraz de esta mentira es la misma filosofía de su jefe superior, Pedro Sánchez, también llamado “pinocho” por las mentiras e invenciones que cada vez que abre la boca el jefe del gobierno de la sufrida y paciente España. La señora ministra de transportes fue la que dijo las palabras en negrita, pero, la señora Calviño niega ahora que el gobierno haya dicho esta frase su compañera.
Hay que tener bemoles- no los de la música- para ser tan absurda las manifestaciones de la señora Calviño. Y para salir de la mentira, tuvo la tosquedad e indelicadeza de murmurar con cara de extrañeza que: a mí no me consta. Adelantada alumna del desacreditado jefe del gobierno. El que suscribe le dice que: pues a mí sí que me consta. No se crea usted que los españoles, somos tontos, aunque a veces lo crean vuestras señorías. No os basta que parezcamos tontos, lo que pasa es que, tenemos la suficiente singularidad que podríamos hartarnos cualquier día para manifestamos como han sido los transportistas, los cueles estaban hartos de tomarles el pelo y tomarnos, como he dicho antes, por tontos. El placer de una persona inteligente es aparentar ser un tonto delante de otro tonto que aprovecha ser mucho más inteligente.
Los gobiernos inteligentes con pocas “cositas” hechas, se les puede tener algún afecto, a vosotros por vuestros-me refiero al gobierno entero- el desprecio y la reprobación, la crítica la hemos visto estos días pasados en la calle, por los manifestantes y por las personas al paso, donde se ha visto que el desprecio hacía el gobierno ha sido un clamor popular y un grito de ¡basta ya! El corazón se pudre poco a poco cuando en él habita la rabia y un hombre con rabia y cabreado vale por dos.
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Amén de que mienten más que hablan, ya sabemos que cuando el río suena, agua lleva. El personaje, Manuel Hernández, que parece ser alienta a los camioneros como representante y portavoz de la plataforma, pero que carece de camión, como los presidentes de la CEOE de empresa, es un “simpatizante” de Vox, (que puede ser de lo que quiera), a pesar de destacar personalmente, que es apolítico.
Quizás por ahí vengan los tiros de ese ” a mi no me consta”, porque en el fondo, el que haya este parón tanto en el transporte como en la economía, es lo que lleva manipulando este gobierno, para hundirnos más en la miseria, que es lo que sus jefes quieren. Por ello, cualquier forma de empobrecimiento, malestar, miedo y psicósis, bienvenida sea ¿no?…
Lo que si nos consta es que te lo estás llevando crudo, tú y maromo el interpuesto. Con dos cojones. Vas sobrada de cara dura, pedazo de inepta relamida.